Este finde el calor amenaza, es mejor pasarlo en Los Barreales

Se espera 38º de máxima para mañana y 40º el domingo. A una hora y a 70 kilómetros de la capital neuquina en este un embalse artificial tenés un lugar para pasar un día de verano al aire libre.

Hay quienes comúnmente la llaman el Istmo, ya que los dibujos de la arena conforman una especie de península. Esta extensa costa suele ser el escenario de recreación de cientos de personas, que acuden en familia o con amigos, solos o en pareja a acampar o para disfrutar del día.

Para llegar hay que tomar la Ruta 7, pasar Centenario y empalmar con la Ruta 51. A 45,5 kilómetros se llega a un cartel que indica la entrada a “Gerencia Sierra Colorada” de YPF. Sobre la izquierda, se encuentra una casa abandonada y se abre un camino de ripio, transitable. Hacer 2 kilómetros y a la derecha está la entrada de la popular costa del lago.

La mayoría de los visitantes llega temprano y se va cuando cae la tarde. Foto: Oscar Livera

A diferencia del lago Mari Menuco, el agua tiene un tinte más verdoso y es más cálida, por la escasa profundidad. Para los adultos, eso puede ser molesto. Si quieren que el agua les llegue al pecho, hay que meterse unos 50 metros. Aunque para los niños es un plus, pues sus padres pueden distenderse sin preocuparse. De todas formas, no hay guardavidas y hay que estar alertas.

El público de esta costa es muy variado. Suelen predominar los jóvenes que van con sus amigos, los parlantes con música y conservadoras repletas de bebidas. Para los que gustan una cerveza artesanal, Federico y Julian, llegan cada tarde con un Food Track de Crafter con tres variedades que, según ellos, son las más consumidas: Redhaze, Golden y, la favorita, la Ipa; a $150 la pinta.

Hay un parador con cerveza artesanal.

Pero también van familias que aprovechan la playa. La arena es ideal para hacer castillos, diferentes figuras y algunos elaboran hasta piletas, con canales que conectan con el lago.

Como no hay sombra los gazebos de diferentes colores llenan la costa, pero también sombrillas y medias carpas, para protegerse de los rayos ultravioletas.

“De los lugares que visité de Neuquén, es el más lindo. Me sorprende la limpieza, tienen la cultura de llevarse la basura que traen”.

Carlos Epulef, de Mar del Plata.
Hacer un asadito sin quedar calcinado. Foto: Oscar Livera

Los rulos de arena conforman lo que podría asimilarse a una bahía, por lo que la gente se amontona en el centro de la playa.

Pero su larga extensión permite a los solitarios que se alejen de la muchedumbre en busca de la tranquilidad de un buen libro, unos mates o una agradable conversación.

Una caminata por la costa del lago al atardecer no tiene desperdicio. Foto: Oscar Livera

Los aventureros llevan sus lanchas. Sólo pueden ingresar con una 4×4 para no arriesgar a atascar sus vehículos en la arena. También hay motos de aguas a toda velocidad, personas remando en kayaks, algunos realizan ski acuático y otros kitesurf. Durante el ocaso, este deporte brinda una postal excepcional, con sus cometas de colores bajo el cielo anaranjado.

“Este lugar está muy bueno para los chicos, es seguro. Y con el carrito de cervezas podemos disfrutar los adultos también”,

comentó entre risas Armando.

Si se quiere cerrar un día ideal, una caminata por la costa del lago al atardecer no tiene desperdicio. Eso sí, pese a que es tentador caminar descalzos por la fina arena, sólo es posible hacerlo alrededor del agua, ya que la arena se calienta demasiado.


Las playas de arenas con tonos anaranjados del lago Los Barreales resultan ideales para pasar un día de verano al aire libre, a tan sólo una hora de Neuquén capital.

Como es una parada agreste, sin ningún tipo de servicio y sin proveeduría para equiparse de comida e insumos, es recomendable partir de casa con todo lo necesario.

Es recomendable partir de casa con todo lo necesario. Foto: Oscar Livera

Se aconseja llevar una conservadora cargada con mucho hielo y agua fresca para sortear las altas temperaturas y evitar la deshidratación.

La costa del lago no cuenta con árboles ni otros elementos que brinden sombra, no hay que olvidarse de ir preparados con gazebos o sombrillas, para refugiarse del sol. La gorra y el protector solar es lo primero que hay que guardar en la mochila antes de partir.

Si la estadía va a durar más de un día no puede faltar la garrafa o la leña para calentar el agua y la parrilla para el asado.


A 19 kilómetros de la entrada a “Gerencia Sierras Coloradas” de YPF y a 15 de la Central de Loma de la Lata, se encuentra Proyecto Dino. Para llegar hay que conducir hasta que termine el asfalto y continuar por la calle de ripio.

Proyecto Dino es el único Parque Paleontológico a cielo abierto. Foto: Oscar Livera

Un par de precarios carteles indican el camino hacia el Parque Natural Paleontológico de la Universidad Nacional del Comahue.

El museo se encuentra abierto de martes a domingos y se realizan visitas guiadas por el lugar por la mañana (de 10 a 13 horas) y en la tarde (de 16 a 19). Para disfrutar de las actividades que ofrece el parque, se recomienda llegar temprano, con el protector solar ya puesto y la gorra.

Los precios varían. Para los argentinos cuesta $300 y para los extranjeros $700. Pero los jubilados y los niños tienen una tarifa menor: $200.

Es el único Parque Paleontológico a cielo abierto de Latinoamérica y recibe una gran cantidad de turistas.


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