“¿Los ‘buitres’ vinieron solos?”

Este tema de los fondos buitre me recordó a mi pueblo, donde pase la niñez y adolescencia. Como en todo pueblo chico se conocen todos. Había un malicioso comentario sobre la casa donde vivía “el viejo prestamista”, que por casualidad ya siendo un poco más grande tuve la suerte de conocer. Allí ese personaje, que según el sentir popular era “un tipo perjudicante”, me contó cómo era su clientela. A diario le golpeaba la puerta todo tipo de gente solicitando préstamos personales, sabiendo que allí “pagarían intereses muchísimo más altos, que si le pidieran a un banco”. ¡Qué pasaba! Ningún banco o financiera les prestaba un solo peso, pues los antecedentes de esta gente que acudía “al prestamista” eran de “pésimos pagadores o incobrables”. Además “el viejo prestamista” jamás salió a buscar clientes, todos “le golpeaban la puerta de su casa”. Me pregunto y les pregunto a los que saben: ¿no habrá pasado algo similar con los fondos buitre?, ¿será que nuestros queridos dirigentes políticos habrán concurrido a pedirles guita a estos famosos “fondos”? Me parece que la respuesta es obvia, pues siempre leemos que nuestros gobernantes regionales van a pedir a Buenos Aires y los dirigentes nacionales van a pedir al exterior. Es de suponer que, si golpearon la puerta “de los buitres”, es que en otros bancos no les prestaban un peso, por los pésimos antecedentes ¡que supimos conseguir!, como reza el Himno Nacional. Siempre opiné que, si uno critica, por lo menos hay que ¡tirar una solución! Pienso que si se lograra repatriar todos los dólares que los argentinos tienen en el exterior, sobrarían para pagar todas las deudas. La pregunta es cómo hacer para que los dueños de esos dólares los traigan ¡voluntariamente o no! a nuestro país. Me parece que la única manera sería garantizarles esa repatriación financiera, mediante un plebiscito nacional, con garantías sobre propiedades del Estado argentino y, fundamentalmente, que esos fondos sean manejados por gente idónea y decente, lejos de la planta política, sea cual fuere, pues siempre fueron nefastas (a las pruebas me remito). Estamos como estamos gracias a que nuestros dirigentes nunca cumplieron como corresponde con su trabajo. Si lográramos esta utopía, es de suponer que con la platita en mano lograríamos grandes descuentos, pues todo acreedor prefiere cobrar menos pero cobrar algo. Una propuesta similar, mucho más extensa, imposible de explicar por este medio, la propuse personalmente en Presidencia de la Nación por mesa de entradas, como considero que corresponde, poniendo la cara, mi firma y mi DNI, tanto en el gobierno anterior como en el actual. Espero que ahora que las “papas queman” alguien lea y preste atención a toda la propuesta, que a no dudarlo si me hubieran dado bola hoy no pasaría todo esto. Aprovecho la oportunidad para solicitar a nuestros gobernantes, tanto municipales como provinciales, que no pidan más prestamos. Es irrisorio que en una provincia productora como la nuestra tengamos que estar pidiendo préstamos. ¡Basta! El lema debería ser: si hay dinero se hace; si no hay, se espera hasta tenerlo y después invierto. Un caso similar y casero pasa a diario con los tenedores de tarjetas de crédito, que compran y compran en cuotas, se entierran a más no poder y después en muchos casos no pueden pagarlas. Hernán Caire DNI 5.262.288 Neuquén

Hernán Caire DNI 5.262.288 Neuquén


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