¿Los contagios crecen en Bariloche por el turismo?

Mientras en casi todas las ciudades de la provincia el covid-19 da un respiro, las ciudades turísticas mostraron una tendencia diferente.

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Bariloche tenía 1.074 casos activos hasta la noche del miércoles, mientras que San Antonio Oeste-Las Grutas registraban 210 y 62 personas contagiadas respectivamente.

La provincia habilitó oficialmente el ingreso de turistas a partir el 4 de diciembre pasado después de casi 9 meses de inactividad total por la pandemia, causada por el nuevo coronavirus. Nunca el motor que mueve la economía de Bariloche estuvo apagado durante tanto tiempo.

Al día siguiente se informó desde el Ministerio de Salud que en esta ciudad había 975 casos activos. En San Antonio Oeste y Las Grutas había entonces 148 y 15 pacientes cursando la enfermedad.

En las dos semanas de apertura turística, la curva creció en un centenar casos activos. Los datos oficiales muestran que Bariloche es la ciudad de Río Negro con más contagios. Detrás se ubica San Antonio Oeste, con 210 casos.

–¿Se puede asociar el aumento de contagios en ambas ciudades con la apertura turística?
-Son muchos factores -respondió ayer la subsecretaria de Políticas Públicas de Salud del Gobierno de Río Negro, Mercedes Ibero-. El movimiento de gente hace que se mueva el virus, pero los aumentos de casos no son gente de otros lugares, sino gente local -aseguró.

“Creo que la gente que es contacto estrecho no se queda en su casa aislada por catorce días. Creo que el positivo asintomático o levemente asintomático tampoco”, advirtió Ibero.”Quizás por necesidad de trabajar, por necesidad económica; entonces, creo que la gente piensa que porque bajaron los casos a nivel provincial ya no hay COVID”, evaluó.

Cuando se le planteó que en otras ciudades de la provincia también hay personas que necesitan salir a trabajar o hacer actividades por otros motivos, respondió: “Hay mucha más gente inmunizada porque hubo mucho más gente positiva y, segundo, en estas otras ciudades (por Bariloche) quizás se abrieron más negocios para el turismo o se activó la actividad comercial, que hizo que mucha más gente que quizá debería estar en su casa, porque es contacto estrecho, se puso a atender su negocio”.

Respecto a las críticas que se escucharon en las últimas horas en esta ciudad, Ibero afirmó: “Nadie esconde absolutamente nada. Desde que empezamos la pandemia lo dijimos: nosotros no escondemos”.

99%

El exdirector del hospital Ramón Carrillo de Bariloche, que hoy se desempeña como jefe del Departamento de Actividades Programadas para el Área, Víctor Parodi dijo ayer que el 99% de las personas que se atendieron estos días en la guardia (consultorio respiratorio) del hospital “son de acá de la ciudad”.

Afirmó que no se atendieron turistas durante el fin de semana largo en la guardia son síntomas compatibles con covid-19.

Evaluó que el incremento sostenido de los contagios en Bariloche “está relacionado con nuestras propias conductas más que con el arribo de los turistas”, sostuvo Parodi.

“No estamos haciendo las recomendaciones que se indican para prevenir los contagios y la gente joven está subestimando el virus”, opinó. Y señaló que es suficiente con recorrer las calles de la ciudad para observar que pocos usan el tapabocas, mantienen el distanciamiento social o evitan las reuniones grupales.

Advirtió que desde hace varias semanas que son muy altos los niveles de ocupación de camas de terapia intensiva y de cuidados intermedios del hospital local. Y enfatizó que es una situación complicada.

Parodi opinó que en el incremento de los casos positivos influyen las aperturas comerciales. “Uno puede estar de acuerdo o no”, observó. “Por ahora pesa más lo social y económico para la ciudad”, aseveró.

Frente a las críticas que apuntan a un mal manejo de la situación por parte de las autoridades provinciales o sanitarias, Parodi recordó: “Estamos ante una pandemia que es una afección mundial y otros países considerados de primer mundo que llamamos lo sufrieron y tuvieron que implementar derivaciones de urgencia” porque sus hospitales colapsaron. “Nosotros no escapamos a esa realidad”, aclaró.

Informó que en Bariloche hay entre 4.600 y 5.300 personas que son contactos estrechos de casos positivos que deben estar aisladas durante 24 días. “Si una persona de ese grupo familiar se contagio y le dan el alta médica, a partir de ese momento, son catorce días que debe permanecer aislado porque puede estar incubando la enfermedad”, recordó Parodi.

Puso en duda que esos miles de contactos estrechos estén cumpliendo por estas horas con ese aislamiento. No todos tienen dos baños en sus casas ni ambientes adecuados para aislarse. Eso genera que estén en contacto permanente con el grupo familiar. Parodi admitió que tampoco se cuenta en la ciudad con “un regimiento” para controlar que esas personas no salgan de sus domicilios.

Bariloche estuvo en Aislamiento, Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) desde mediados de marzo pasado hasta finales de junio último. Cuando el gobierno nacional, por recomendación del Ministerio de Salud de la Nación, dispuso que esta ciudad pasara a Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (Dispo) había en Bariloche 54 casos activos. Hasta esa fecha 8 pacientes habían muerto tras contraer la COVID-19.

La curva de contagios no se estabilizó y Nación dispuso a finales de agosto pasado que Bariloche retrocediera a ASPO. Pero los gobiernos provincial y municipal no restringieron nada. Los habitantes de Bariloche continuaron con sus actividades casi con normalidad.

Hasta mediados de octubre pasado, había 542 casos activos en la ciudad y 58 pacientes habían muerto. En los dos últimos meses, la curva se descontroló. Y a los turistas se les levantó la barrera recién el 4 de diciembre pasado.