Los partidos necesitarán 1.000 votos más para acceder a una banca en Neuquén

El piso estimado para ingresar como legislador, si vota un 80% del padrón como ocurrió en los comicios anteriores, es de 11.800 sufragios. La provincia utiliza el sistema D´Hont entre las fuerzas políticas que superen el 3% de los votos válidos emitidos.

Los partidos que participen en las elecciones del 10 de marzo necesitarán obtener 1.000 votos más que en el 2015 para acceder a una banca en la Legislatura. El piso estimado para lograr un lugar como diputado se ubicará en los 11.800 sufragios si es que vota un 80% del padrón como ocurrió en los comicios anteriores.

La provincia utiliza el sistema D’Hont para distribuir las bancas entre las fuerzas políticas que superen el 3% de los votos válidos emitidos el día de la elección. Esto significa que, excluidos los partidos que hayan quedado por debajo de ese porcentaje, se utiliza una fórmula matemática para asignar los escaños.

Primero, se divide el total de los votos válidos obtenidos por las listas por uno, dos, tres y hasta llegar al número total de los cargos que se deben cubrir. Luego, se ordenan los resultados de las divisiones de mayor a menor, pues los cargos a repartir se asignan a las mayores cifras.

¿Cuánto se necesitaría para llegar a una de las 35 bancas de Neuquén? Una simulación calculada sobre unos hipotéticos 398.000 votos válidos emitidos, un 80% sobre el padrón de 493.760 definido por la justicia electoral, arrojaría como piso para ingresar al conteo unos 11.800 sufragios.

En el 2015, cuando votaron poco más de 370.000 personas, el piso para llegar a la competencia fue de 10.800. Los partidos que ingresaron con lo justo fueron el FRIN, que colocó a Francisco Rols con 10.961 votos; Adelante Neuquén, por el cual asumió Sergio Gallia con 12.560 votos; y Unión Popular, que obtuvo 12.614 sufragios y consiguió una banca para Carlos Sánchez.

Los tres fueron listas colectoras del Movimiento Popular Neuquino, por lo que sumaron para que triunfe Omar Gutiérrez en la gobernación, pero le “restaron” diputados propios -aunque aliados- en el recinto. Una situación similar podría ocurrir el 10 de marzo, pues el oficialismo será el único que lleve este tipo de listas al cuarto oscuro. Las colectoras que acompañarán la reelección del gobernador serán Unión Popular, Siempre, Frente Nuevo Neuquén y FRIN.

De esta forma, el porcentaje que obtengan Ramón Rioseco (Unidad Ciudadana Frente Neuquino), Horacio Quiroga (Cambiemos) y las demás fuerzas sumarán para obtener diputados de su partido, mientras que el de Gutiérrez podría terminar repartiéndose entre propios y amigos. Ello implica un respaldo menos orgánico y más negociado para la aprobación de leyes de su interés.

Una legislatura fragmentada

La de Neuquén es la Legislatura con mayor cantidad de bloques del país, sólo igualada por la Ciudad de Buenos Aires, con 14 bloques. Esta fragmentación fue posible tras la enmienda constitucional de 1994 que terminó con el sistema de mayoría y minoría y estableció uno de representación proporcional, también llamado D’Hont.

La diversidad se tradujo en un retroceso de escaños propios para el Movimiento Popular Neuquino y en la proliferación de monobloques o bancadas de dos.

En el escenario del 10 de marzo, la distribución podría quedar nuevamente diversa, ya que son 13 las listas que se presentan para la categoría legislativa. Con un 20%, una agrupación podría llegar a incorporar unos ocho diputados y llegaría a los 11 la que obtuviera un 26%. Un partido que obtuviera un 6% alcanzaría a incorporar dos bancas.


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