Luego del verano, empieza el 2021

Pasó Navidad, pasó fin de año y se termina enero. La provincia salió del top five de los casos de corona cada 100.000 habitantes pero se mantiene entre las 10 jurisdicciones con mayor proporción de contagios, por encima de la media nacional. El sistema sanitario soporta a fuerza de sus trabajadores, pero no colapsa (aún); mientras la economía da señales de recuperación: la cordillera recibió una cantidad inesperada de turistas y en los valles irrigados comenzó la cosecha.

Las finanzas de la provincia, que terminan lógicamente complicadas, muestran algunos datos más elocuentes que preocupantes en un año terriblemente atípico:

• El principal impuesto provincial, Ingresos Brutos, el que grava la actividad económica, creció en el 2020 apenas un 15%, cuando los gastos corrientes aumentaron el doble.

• Con la percepción de regalías de petróleo y gas la situación fue peor: el Estado percibió casi un 6% menos.

• Sin el aporte de Nación, el ministro de Economía, Luis Vaisberg, no habría podido terminar el año con esta aparente tranquilidad: entre aportes no reintegrables y ATN para gastos corrientes, llegó a Viedma un 400% más de recursos federales que en 2019.

• La obra pública tuvo un impacto negativo inicial por la pandemia, pero terminó el año con la misma inversión de 2019 gracias a los fondos del Plan Castello, el programa de emisión de deuda en dólares que el gobierno de Arabela Carreras logró refinanciar.

• El pago de salarios de la administración pública nunca se interrumpió y el peso dentro de los gastos corrientes fue superior a la media en 4 puntos porcentuales.

Todos los indicadores de renta estatal proveniente de la actividad económica terminaron el 2020 con números negativos. El aporte nacional salvó el cierre del ejercicio.

Mandá fruta

La fruta que mueve la economía de los dos valles superiores del río Negro tendrá un verano normal, con precios y ganancias similares a los del año pasado, aunque los empresarios del sector temen, como anticipó Río Negro esta semana, que una intervención del gobierno de Alberto Fernández, vía Precios Cuidados, reduzca los números del negocio.

Los docentes volverán a las escuelas en una semana. Es una forma de decir, porque deben analizar, trabajadores y funcionarios, cómo será la presencialidad.

El sindicato docente Unter y la ministra de Educación de la Provincia, Mercedes Jara Tracchia, se reunieron el viernes en Bariloche. Se acordó que la vuelta de los niños y jóvenes a las escuelas será gradual y progresiva, y que se tendrá en cuenta lo que dispongan las autoridades sanitarias en cada jurisdicción desde el punto de vista epidemiológico.

“La cantidad de estudiantes que podrán asistir estará determinada por la superficie áulica, garantizando un metro y medio de distancia”, acordaron.

Habrá en febrero dos jornadas para que los docentes y las autoridades puedan estudiar los protocolos y un plan de organización.

Hay otro aspecto clave que es previo al inicio de clases: la designación de docentes suplentes e interinos, que en Río Negro es mediante una subasta pública de cargos de acuerdo con el puntaje de cada aspirante.

Estas asambleas serán presenciales, anticipó el Ministerio de Educación.

El sindicato docente y el gobierno de Arabela Carreras sientan las primeras bases para el regreso a las aulas, que será un poco menos atípico pero mucho más complejo.

Mar y montaña

La buena temporada turística que viven El Bolsón y Bariloche no tiene un correlato en Las Grutas, donde enero fue flojo en el inicio y, aunque se recuperó hacia el final, no es el verano que se esperaba. Hay picos los fines de semana, en un turismo de cercanía.

Los hospitales modulares que envió Nación no están. Para Las Grutas aparece como indispensable, pero para Bariloche no tanto: tiene un hospital de alta complejidad y dos sanatorios privados; tal vez esta oferta sanitaria le dio a la cordillera un nivel de confianza a la hora de elegir las vacaciones, fue superior a la de la villa balnearia.