Luis García, el cura que da misa por Facebook

En tiempo de coronavirus el párroco de la Catedral de Viedma utiliza las redes sociales para mantenerse cerca de sus feligreses.

Resulta llamativo que ahora la hostia, como ofrenda, sólo se muestre  por una pequeña pantalla en lugar de dispensarla en un altar. Pero como nadie puede sacar tajada de una situación de pandemia, el párroco Luis García Rodríguez, se las ingenia  para seguir en contacto con sus feligreses.

Evita así,  las innecesarias movilizaciones en esta crisis de salud que ha traído el coronavirus al mundo.

Todas las tardes a partir de las 19, toma la iniciativa de ofrecer un servicio religioso muy distinto a los acostumbrados ya que no puede llenar bancos  en la Catedral y templos católicos de barrios aledaños.

A veces resulta difícil llenar los templos, y a ojos vista, aparentan ser muchos más los seguidores por facebook.

Hay un promedio de 400. No solo asumen un compromiso de manera testimonial. También interactúan consignando las habituales palabras: “Te lo pedimos señor”…., “El señor es mi pastor”…. o “amen” a medida de que transcurre el oficio religioso,  a juzgar por el nivel de adhesión que cobra notoriedad en las ventanas derechas del monitor.

“Este  modo lo puse en práctica por la cuarentena porque como soy transplantado renal no puedo arriesgarme a nada y debo estar encerrado”, cuenta a RÍO NEGRO el sacerdote nacido en Almería, España, y con más de 20 años en la ciudad.

Su primera experiencia con la red social fue el envío diario de una reflexión del evangelio con varios puntos: parte de la realidad y luego la vestía con una palabra y concluía con una oración. Incluso apelaba al whatsapp.

Destaca que “se sumó mucha gente, y que a su vez, lo multiplicaba entre otros grupos”.

Sin embargo, en los días de encierro estuvo pensando alternativas, y se vio estimulado a las misas por facebook porque “apareció gente de la comunidad que me pidió utilizar la red social par brindar misa”.

Se dijo: “Vamos para allá”, y el querido sacerdote arrancó. “A mí me viene bien en un momento de encierro”, pone de manifiesto.

Al principio tenía una rara sensación porque parecía esta predicando en el desierto. Lo novedoso fue que a medida de que pasan los días tomó nota –por los mensajes- de la masiva participación de los activos que le escriben como la exhuberancia de pasivos que rodean la computadora.

Sin perder el uso de la zeta como todo oriundo de la península ibérica observa que “esta experiencia está conteniendo (la gente) y ayudando mucho”.

Sin treparse al éxito alcanzado, el cura pone humildes reparos. A su entender “más allá del número (de feligreses digitales) la gente lo agradece,  sobre todo en estos momentos donde estamos como tan solos… tan huérfanos…”.

Concluye en que “nos falta esa palabra que  llegue al corazón, y a través de estas celebraciones creo que hay muchísimas personas que lo van manifestando, y además hay que construir una iglesia dedicada a los que más sufren”.

Cada oficio religioso tiene su ambientación en el pequeño espacio utilizado para brindar su mensaje. Postuló días atrás la necesidad de unirse al “ruidazo” en defensa de la mujer como causa de la violencia machista o suma oraciones por la salud de una persona a pedido de sus seguidores.

En el marco de estas Pascuas, brindó su oficio religioso proyectando películas relacionadas con la vida de Jesucristo.

En la faz musical lo acompañan temas alegóricos de un compac disc aportado por el coro del convento que posee la congregación de Carmelitas Descalzas ubicado en la Villa Marista de Mar del Plata.

Luis y la contención social

El sacerdote es uno de los fundadores, en 1997, de la Fundación Creando Futuro, una entidad que desde entonces  trabaja en la promoción,  prevención y  contención como ejes fundamentales para el desarrollo de sus actividades con niños, niñas y  adolescentes  en situación de vulnerabilidad social, familiar y educativa, generando espacios para que los mismos realicen actividades que favorezcan junto a sus familias el mejoramiento de su calidad de vida.

Con el tiempo, Luis consiguió una chacra en la colonia agrícola del Valle Inferior para actividades de enseñanza.

Por sus vínculos familiares con Almería trajo euros como para invertir en infraestructura comunitaria en esta capital.

El sello exitoso se trasladó al otro lado del río. Tiene un convenio con la municipalidad de Patagones con el objetivo de llevar adelante un trabajo en conjunto para la recuperación de jóvenes con problemas de consumo tomando en cuenta la trayectoria de la entidad en acciones comunitarias generando espacios que favorezcan junto a sus familias el mejoramiento de su calidad de vida.

En 2017 estuvo ausente un tiempo largo de Viedma ya que fue transplatado en España. A su regreso, una multitud lo esperó en la terminal capitalina.


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