Luis Miguel, la serie: ¿qué hacer con la verdad más oscura?

El domingo empezó en Netflix la segunda temporada de la serie que cuenta la vida del cantante mexicano. Ya muerto el gran villano de Luisito Rey, su padre, al cantante lo sigue desvelando la incógnita sobre su madre, el tema central que moverá esta nueva entrega.

¿Qué hacer con la verdad? Y qué hacer con la verdad cuando no calma la angustia propia y además lastima al resto?
Esa es la pregunta que sobrevuela -y que seguramente sobrevolará- la segunda temporada de “Luis Miguel, la serie”, que estrenó este domingo en Netflix, después de una larga espera de más de dos años.
Pasó mucho tiempo desde 2018, cuando vimos la primera y dramática parte de la vida del cantante mexicano. Y sin embargo, el malvado de aquella temporada, Luisito Rey, el padre de Micky, todavía se mantiene intacto en el recuerdo. Quienes la vieron, quienes la vimos, odiamos a ese padre explotador, aprovechador, violento, turbio y por lo que dejaba entrever la primera temporada, posible femicida.


El villano de la primera temporada no nos dejaba titubear. Estaba ahí para que lo odiemos con toda nuestra fuerza, para que transformemos a Luismi en una víctima y para que, aún entre aquellos a los que sus canciones no le sonaban para nada, la serie les resulte atrapante, reveladora, intrigante.


La sensación entre los que no fueron sus fans fue de perplejidad porque asistimos a una especie de drama griego perfecto al que nunca le habíamos prestado atención. Con esta historia, lo que logró Luis Miguel -que es productor de la serie y aprueba lo que se cuenta allí-, es que el espectador sienta un enorme respeto por él, como artista y como persona, por haber sobrevivido a tanta miseria, y tanta locura.

En la serie, cuando Luisito Rey y Luis Miguel empiezan a tener serias diferencias


“Tu sabes dónde está”.
Esas, son las últimas palabras que pronuncia, agonizante, Luis Rey (interpretado por un brillante Óscar Jaenada) en el último episodio de la primera temporada de “Luis Miguel, la serie”. Se refiere, claro, al destino de Marcela Basteri (Anna Favella), la madre del cantante, a la que se busca incansablemente desde el comienzo de esta historia.

La última escena de Luisito Rey.


Hay que decirlo: la serie toda se construye sobre la búsqueda desesperada y desesperante de una madre que desaparece de la faz de la Tierra. La historia se va hilando alrededor de esa madre angelical que siempre intentó proteger a sus hijos de los ambiciosos y desmedidos planes de su padre, y que un día, tras un encuentro a puertas cerradas -entre Luisito Rey, su hermano y Marcela- en una casa ubicada en Las Matas, Madrid, ella se esfuma para siempre.
La serie tiene la tensión de un policial, mientras recorre la vida musical del Sol mexicano, desde que era un niño con una voz maravillosa, hasta el punto más alto de su carrera.

Una de las escenas del primer capítulo de «Luis Miguel, la serie (Cr. CAMILA JURADO/NETFLIX © 2021)

Con aquella frase de Luisito Rey, entonces, resonando en nuestros oídos, comienza la segunda parte. Y lo que todos esperamos saber ahora es si la investigación del Mossad -porque sí, Luis Miguel llegó a contratar al servicio secreto israelí para conocer el paradero de su madre- tuvo algún resultado.


Y aquí ocurre algo extraño. Porque todos intuimos que si la madre de Luis Miguel hubiera aparecido, el cantante ya habría salido a anunciarlo, ya habríamos visto fotos, entrevistas, despliegue. Pero no vimos nada. Y nadie podría pensar que Luis Miguel -el verdadero- nos tiene preparado un buen final y por eso, mantiene oculta a su madre, para que nos sorprendamos con la trama de la serie, y la de su vida.


Lo que se intuye, tanto en la biografía ficcionalizada como en la realidad, es que Marcela sigue siendo la pregunta que moviliza a Luis Miguel. Y que ella no está. Ni va a estar. Que por más suspenso que haya en la tira, la realidad es horrorosa.


Por eso, la pregunta central es qué hacer con la verdad (y con cuál verdad, que aún no sabemos). Y además, ¿qué hará Luis Miguel con esa verdad ¿sanar?, ¿dolerse?, ¿hacer doler a otros? (su hermano más pequeño es crucial en esta pregunta).

Los tres hermanos, Luis Miguel Alex y Sergio, en una escena crucial del segundo capítulo. (LUIS MIGUEL LA SERIE SEGUNDA TEMPORADA. Cr. CAMILA JURADO/NETFLIX © 2021)


“Luis Miguel, la serie” tiene el atractivo de la impecable reconstrucción de esas décadas y de las actuaciones (sobre todo la de Boneta en el papel de Luis Miguel), pero mientras tarareamos sus hits (que sabemos aunque nunca lo hayamos seguido), tiene la virtud de mostrar que el lado B del sol está lleno de respuestas oscuras.


Luisito Rey, el siniestro


Luisito Rey se robó la primera temporada de la serie. Fue el villano perfecto de esta producción de Netflix que recrea la vida del cantante mexicano. Siniestro y encantador a la vez, la serie retrata a un padre capaz de explotar a su hijo hasta el desmayo; de sacarle el dinero hasta endeudarlo; y de apartarlo de su madre en pos de la carrera.
Pero eso no es lo peor que retrata esta serie que cuenta con el aval de Luis Miguel.


Contada en dos líneas temporales, la serie hace foco en la desaparición de la madre de Luis Miguel.
En 1986, Marcella Basteri, madre de Luis Miguel, Alex y Sergio, había decidido trasladarse a su ciudad natal, Carrara, en Italia, junto al menor de sus hijos, SErgio, que aún era bebé.

Hasta la casa de Las Matas, en Madrid, llegará la investigación del Mossad que contrata Luis Miguel.

Pero poco después, decidió reencontrarse con Luisito Rey porque quería volver a ver Luis Miguel, que en ese momento estaba por dar un recital en Chile (el cantante tenía entonces 16 años). Antes de ese viaje, que nunca llegó a ocurrir, Marcela se encuentra Luisito Rey en España, más precisamente en una casa ubicada en Las Matas, Madrid. Allí, además de Luisito, estaba su hermano Tito. Eso fue lo último que se supo de Marcela. ​

En el segundo episodio de la serie que ya está disponible en Netflix, Luis Miguel alcanza una respuesta a la pregunta que evidentemente lo obsesionó y lastimó toda su vida. No la confirma, pero la intuye. Igual que nosotros.
Luisito Rey, Luis Gallego de nombre, murió en una clínica de Cádiz, en 1992, como consecuencia de una neumonía empeorada por todos sus excesos. Tenía 47 años.
En la serie, Luis Miguel alcanza a verlo antes de morir para preguntarle por su mamá.


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