“Luis Miguel, la serie” es la recomendada para este finde largo

Es domingo por la noche y las redes sociales arden. Y no, no es por un partido de fútbol. Incluso en plena época de Mundial, el foco se corre de la redonda y se posa sobre un escenario. La ansiedad se multiplica a lo largo de Latinoamérica y también de Estados Unidos. ¿Cuánto falta para el nuevo capítulo? ¿Se resolverá el gran misterio? ¿Aparecerá un nuevo personaje? El protagonista de todo este revuelo es, una vez más y como hace ya casi 40 años, Luis Miguel.

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La serie de Luis Miguel es el éxito del momento. No hay con que bajar al nuevo tanque de Netflix, que lleva adelante la biopic del cantante en conjunto con Gato Grande. Estrenada el 22 de abril, esta producción audiovisual se transmite en toda Latinoamérica y en Estados Unidos, donde es emitida por Telemundo. Y si bien se pensó que sería una serie difícil de llevar a cabo desde su concepción, el éxito arrollador que afronta hoy parece haber justificado cada esfuerzo. El hashtag oficial, #LuisMiguelLaSerie, es tendencia cada fin de semana en todo el continente.

Vamos a contextualizar un poco la situación. Luis Miguel, también conocido como “Luismi” o “El Sol”, es uno de los cantantes latinos de mayor éxito en la historia. Comenzó a trabajar sobre los escenarios con solo 11 años y hoy, a los 48, sigue vigente y hasta vive un renacimiento generacional gracias a esta serie. Capaz de generar 29 discos y 2 álbumes de recopilaciones, Luismi llevó a cabo 22 giras distintas a lo largo y ancho del mundo con miles de recitales. Vendió más de 100 millones de discos en su carrera, ganó 5 Grammys y 4 Grammys Latinos, pasó por 10 géneros musicales distintos y tiene una de las voces más distinguidas del continente. Quizás para los más jóvenes suene exagerado decirlo, pero Luis Miguel es una leyenda viva de la música.

La serie es, entonces, una posibilidad para que los “millenials” y “centennials” conozcan más sobre la agitada vida de quien fuera la gran figura musical durante las décadas de los 80’ y 90’. Y no sólo detrás de los escenarios, claro. Desde el estreno de la biopic, tanto Spotify como Apple Music han ¡triplicado! sus cifras respecto a la escucha de sus canciones. Al parecer, una vez que el público conoce a Luis Miguel, no hay marcha atrás. Los conciertos del artista, que hasta hace un tiempo se cancelaban inexplicablemente, son hoy la gran obsesión de un público que con una variada franja etárea mezcla generaciones, historias e intereses.

Con 13 capítulos de 50 minutos (en promedio) que estrenan uno por domingo, la serie mantiene en vilo a su audiencia al estilo de las viejas telenovelas: en días de on demand y streaming inmediato, hay que ser paciente para seguir la historia del “Sol” mexicano. La producción parte desde una biografía autorizada, y Luis Miguel está también involucrado en el desarrollo e incluso hace un cameo en el primer capítulo. Esto plantea una dicotomía entre lo que efectivamente es real y lo que Luismi quizás quiere reflejar desde su mirada personal. Eso si: fuera de cualquier duda, la historia es consistente e intrigante.

La premisa de la serie apunta a un claro contraste: a medida que el éxito crece en los escenarios, la vida personal de Luis Miguel se derrumba y el artista se encuentra cada vez más solo. Hay al menos otros tres puntos que sirven de distintivos para la serie, desde la maldad (quizás “exagerada” por el cantante, quizás real) de su padre, Luis Rey, hasta el misterio por la desaparición de su madre, Marcela Basteri; pasando por los excesos que fue sufriendo el cantante en su niñez a costa de mantener un ritmo de trabajo insano para su edad.

Quedan sólo dos episodios para el final de la primera temporada. Desde aquel 22 de abril, cada domingo es una especie de peregrinación de fanáticos (y no sólo del cantante, sino también de la serie) que hacen vigilia a la espera de un nuevo capítulo. Y con la confirmación de la segunda temporada, que estará basada en la década de los 90’, la fiebre por esta biopic promete ser cada vez más intensa.