Marcha, fascismo y ¿democracia?

La marcha del jueves nos muestra cómo hemos llegado a la naturalización del delito, siempre y cuando éstos sean cometidos por quienes se jactan de ser el bloque progresista de la sociedad. Pues la superioridad moral (siempre supuesta y nunca probada) de estos movimientos parece darles el justificativo para cometer lo que consideren necesario. Para ellos, sólo sus fines justifican los medios y aquel que no los comparta merece cuanto menos censura. Terminan entendiendo por democracia a un sistema en el que sólo ellos tengan la razón. Sólo sus argumentos son válidos y si éstos no alcanzan es momento de tomar al toro por las astas con total impunidad. Impunidad que es brindada por políticos tibios que permiten lo que sea con tal de evitar el famoso costo político. En democracia,los espacios e ideologías poseen cierta legitimidad solo por existir. Pero la situación se vuelve problemática cuando un sector quiere hacer valer sus reclamos y opiniones sin respetar las ajenas, dejando de lado las reglas que toda sociedad abierta supone. En los deporteslo llamamos “trampa”. Para el caso nombrado es algo mucho más peligroso que pone en jaque nuestras libertades básicas, pese a que las autoridades prefieran mirar hacia el costado. Cesar Martínez Cerutti DNI 37.359.303


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