Maronese no bajó los brazos pese a los robos sufridos y sigue firme en Lifune

Maronese arrancó la Copa Neuquén ganando los primeros cuatro partidos y se afirma entre los candidatos. Durante 2020, la institución sufrió varios robos, pero la familia del club no bajó los brazos y sigue dando pelea. El goleador Hugo Silva habló con Río Negro.

Sin lugar a dudas, Maronese es uno de los clubes que forma parte de la historia grande del fútbol neuquino. Desde su fundación, hace más de 20 años, hasta hoy ha cumplido un rol social importante en el Oeste de la capitál provincial y además representó de buena forma a la región en muchos torneos nacionales.

La relevancia del Dino se explica desde la familia del club y un trabajo de dos décadas que tiene a Hugo Silva (padre) como gran motor. Con el mismo nombre, su hijo es referente y capitán del equipo de primera que está invicto y con puntaje perfecto en la actual Copa Neuquén.

Los clubes son esenciales en una sociedad donde el fútbol es el deporte más popular y significa mucho más que una disciplina para competir. Es un espacio de expresión que alberga alegrías y tristezas. Construirlo implica el esfuerzo de mucha gente que deja cosas de lado. En varios casos es aquella que pone dinero de su bolsillo para que no falten elementos inherentes a la institución.

Cuando a un club le toca vivir lo que le pasó a Maronese el año pasado, en medio de una profunda crisis general y sin ingresos por falta de actividades, se pone a prueba el amor por los colores y la vocación de servicio.
Entre abril y mayo de 2020, delincuentes ingresaron y destrozaron parte de las instalaciones en reiteradas oportunidades.

‘‘El club trabaja en todos los aspectos, no se queda quieto. Supo sobreponerse a los robos y seguir haciendo obras y eventos a beneficio. Siempre hay algo nuevo sin perder el horizonte deportivo, es algo estimulante’’, declaró Silva hijo a Río Negro.

La vida te da y te quita, dicen algunos. Axioma que se podría aplicar al Dino, que sacó 12 puntos en cuatro partidos y tras el 2-1 sobre San Lorenzo, por la zona 4, se afirma entre los que pretenden pelear el torneo y es líder de su grupo. El Dino ya está en la siguiente fase.

Más allá de los buenos resultados, si hay algo que Lifune no permite es confiarse. Silva marcó uno de los tantos de su equipo y sobre el cotejo comentó: ‘‘fue un partido duro, trabado, ellos necesitaban ganar para no perder chances. Cumplimos el primer objetivo que era clasificar, ahora vamos a intentar quedar lo más alto posible en la tabla general’’.

Decir que Maronese es candidato es una obviedad, no solo por cómo está en la tabla sino por sus pergaminos y el plantel con el que cuenta. ‘‘Donde te dormís una fecha quedás afuera, hay que ser cautos. Uno entrena para andar bien pero vamos partido a partido, es un plantel casi nuevo, nos estamos conociendo. Acostumbrarse a ganar es lindo, vamos por buen camino’’, agregó el goleador.

En ese sentido expresó que ‘‘Hay que ser realistas, estamos creciendo, nos falta mucho todavía, hay falencias para seguir trabajando, cuando vas ganando es todo más sencillo’’.

En 2020 apenas se jugó una fecha y el regreso de Lifune se dio a comienzos de marzo pasado. ‘‘Esperamos muchos meses para jugar, nos queríamos comer la cancha, hay que contener los nervios y ser pacientes’’, finalizó.

Maronese es un ejemplo de los tantos que tiene la región en cuanto a no dejarse caer, incluso cuando se dan situaciones adversas que no dependen de uno.


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