Mirá cómo están cambiando su alrededor por una promesa a San Sebastián

Luciana y Walter son de Andacollo. Después de una de las multitudinarias peregrinaciones decidieron destinar su tiempo a mejorar el ambiente.

¿Qué podría hacer que una joven pareja use sus tardes de verano para juntar basura al costado de la ruta?. En Neuquén, lo hace una promesa a San Sebastián. El santo que mueve a miles de personas en el norte provincial también es el garante de que Luciana Riquelme y Walter Tapia cumplan con su palabra de hacer algo ante una realidad que cada vez les molestaba más.

La promesa consiste en levantar los residuos que encuentren a los costados de la ruta entre Andacollo y Las Ovejas. Un recorrido que se puede hacer en poco más de media hora en un auto, a ellos le llevará horas y esa sensación agridulce que les causa ver que la basura es mucha más de la que esperaban, pero sus vecinos apoyan su causa.

Luciana le contó a «Río Negro» que hace 15 años que todos los enero participa a pie de la peregrinación a San Sebastián. El año pasado, a su regreso, vio que quedaban muchos residuos y decidió renovar su devoción con una promesa.

Exactamente un año después, cuando ya pasó de la procesión del 20 de enero, comenzó con la tarea junto a su novio, Walter. Su suegro los llevó en su camioneta y los dejó, con un rollo de bolsas de residuos, para volver a buscarlos más de tres horas después.

Cuando el hombre regresó los encontró con todas las bolsas que su fuerza les permitió llenar y la certeza de que les esperaba una ardua tarea por delante.

En tres días recorrieron menos de 15 kilómetros, pero llenaron más de 50 bolsas de consorcio. Los residuos van desde un envoltorio de un chicle hasta el paragolpes de un auto.

También encontraron cajas llenas de basura, que sus vecinos han llevado a la barda. Por eso, ya comenzaron a diseñar un proyecto que presentarán al Municipio de Andacollo. No quieren colocar los típicos carteles de «no arrojar basura» porque ya descubrieron que no sirven, sino que volcarán su experiencia en imágenes y frases para invitar a los demás a cuidar lo que les pertenece.

«No somos ambientalistas, somos personas de acá. Esto hay que cuidarlo porque es nuestro», resumió Luciana y parece que sus palabras están teniendo eco porque hay quienes los ayudan con el combustible y otros que están programando acompañarlos en sus salidas. El proyecto no tiene fecha de finalización y, como cada vez son más las personas que se suma, tampoco tiene límites.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios