Muerte del joven en el Lago Lácar: “Queda claro que no fue correcto el procedimiento realizado”

Así lo analizó David Peresenda, instructor de guardavidas y referente nacional de técnicas de rescates sobre el accionar de Prefectura en San Martín de los Andes.

El lunes pasado, un joven de 28 años murió ahogado en el Lago Lácar. Mientras aún estaba con vida, se acercó personal de Prefectura Naval Argentina pero las maniobras no lograron salvarlo. El vídeo de la acción de rescate por parte de las fuerzas federales se viralizó y puso en cuestionamiento el accionar de los prefectos, y está siendo indagado por la Fiscalía.

«Dediqué toda mi vida a salvar vidas y, ver esto, me dio mucha tristeza”, expresó David Peresenda, primer instructor de guardavidas de la Argentina y de América Latina en completar la Academia Oficial de entrenamiento de la United States Life Saving Association (USLA), y autor de varios libros sobre técnicas de rescate en el agua y en condiciones extremas.

“Viendo el video queda claro que no fue correcto el procedimiento realizado y no lo digo porque la persona haya fallecido, hay veces que se hace todo lo que se debe hacer y aun así los resultados no son los esperados. Bienvenidos al mundo del rescate acuático y las emergencias acuáticas. Para realizarlas hay que estar preparado física y técnicamente, además de estar correctamente equipado», sostuvo en dialogó con LA NACION.

Las imágenes que se difundieron por redes sociales muestran  el momento en que personal de Prefectura a bordo de una lancha se acercó al joven. Luego uno de los prefectos se tiró al agua, sin soltarse del bote, mientras los que estaban en el muelle le iban gritando en dónde se encontraba la persona que ya estaba sumergida en el agua. Pese al intento, en ningún momento logró tomar la mano de la persona que luego se hundió. Después la lancha se desplazó para intentar localizarlo y la persona ya estaba en ese momento sumergida varios metros. «Ahí hay como cuatro metros, no puedo bajar ya», respondió el prefecto ante la insistencia de los turistas de que actuara.

Por más que estuviera a cuatro metros se podría haber rescatado a la persona. Pero en su accionar, más allá del defecto, hay una virtud en los hombres de prefectura porque podrían haber sido un accidente con dos o tres los ahogados. Imaginate si se tiraban por la presión de la gente que estaba ahí y no saben nadar. En ese punto, conocían sus limitaciones y no se arriesgaron a hacer algo que no sabían. Ellos fueron a la emergencia y eso ya habla bien. También puede ser que no lo hayan visto por el reflejo del agua. Tampoco tenían equipo de buceos, ni de rescate. Los debe haber agarrado de recontra sorpresa”,

Y agregó: «Ahora también hay que ver la previa a su llegada. Lo que no se ve en el video. Lo que podemos ver es que cuando llegaron el hombre ya se estaba hundiendo y se tira uno que no sabe nadar. Se tira con el chaleco y no tiene equipamiento de rescate. Después no se tira ninguno y uno dice que hay cuatro metros de profundidad. Cuatro metros con visibilidad se hace en un solo movimiento, que puede ser el golpe de riñón o un sumergimiento de pie con ayuda de los brazos. Es la profundidad del fondo de una pileta. Un tipo entrenado puede sumergirse a esa profundidad”.

Peresenda marcó que en Prefectura «hay personas que saben mucho, pero acá da la sensación que estaban dos personas que no sabían”.

Por otro el instructor, señaló cómo se recomienda actuar ante una situación de esas características:

«La recomendación es que si esa persona que ve tiene algo flotante al alcance de la mano se lo debe arrojar a la persona que cayó al agua y retrasar el hundimiento que es cuando se llena de agua la vía aérea. Como no hubo ese paso, lo que sucede es que la persona comienza a ahogarse (inmersión o sumersión en medio líquido que obstruye las vías aéreas causando hipoxia) pasando por etapas de pánico, desesperación y sumergimiento que es un proceso típico de un ahogamiento. Todo esto está estudiado y, lo que se sabe, es que si esa persona no tiene asistencia rápidamente se va a hundir en un rango de dos minutos. Eso es lo que se ve en el video”, explicó el especialista en rescate.

En esa línea, dijo que uno de los puntos que hay que analizar es quién hizo el pedido de auxilio, es decir, cuándo se disparó el llamado de emergencia al 106 y también  cuánto se demoró la Prefectura en llegar hasta el lugar.

«Los problemas que pudieron tener: el reflejo del agua. Corriente no había, oleaje tampoco, viento menos. Factores a favor que tenían para rescatar a la persona: el frío del agua, que retrasa la hipoxia, que es la falta de oxígeno en los tejidos, principalmente en el cerebro”, analizó en la entrevista al medio nacional.

También se refirió a la característica del Lago Lácar, que es de aguas frías y cuánto tiempo una persona puede permanecer sumergida con vida.

«Hay personas que se encontraron bajo el agua y que pudieron ser reanimadas. Se trata de una reanimación especial, no es la reanimación hecha por legos con solo manos que uno ve en las películas donde lo sacan del agua y la persona escupe agua y está. Es algo más complejo que se inicia con RCP preoapitalario con aporte de oxígeno y se termina en la sala de terapia de cuidados intensivos avanzados dentro del hospital. Se hace algo que se llama un ‘tratamiento avanzado del trauma’. A una persona con hipotermia, como sería este caso, se ahorra el oxígeno que podrían consumir todas las células y se van al cerebro para protegerlo. Por eso se retrasa el proceso del ahogamiento. Todo el cuerpo se sacrifica por el cerebro. Esa vasoconstricción en el agua hace que vaya toda la sangre y oxígeno al cerebro”.


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