Mundialito: El Nene Travesino, formador de valores y de buen fútbol

El Mundialito deja historias más que interesantes en la cancha, pero también a los costados. Y la presencia del histórico Ángel “Nene” Travesino en el banco de Los Nenes es una de ellas.

Charlamos con el ex jugador, hoy DT de inferiores y formador, para conocer como se vive en su óptica este certamen infantil.

P – Desde tu lugar de formador, ¿qué importancia tiene este torneo para vos y los chicos?

R – Al Mundialito lo conozco desde que inició. Prácticamente estaba dejando el fútbol cuando fue la primera edición. A veces hay años mejores o peores, pero siempre es un evento importante, tanto para Deportivo Roca como para la ciudad en general. Para los pibes es fundamental, porque a lo mejor trabajan todo el año pensando en el Mundialito. Y es también una vidriera. El trofeo, el título, es para unos pocos equipos; lo importante es el entusiasmo que le brinda a todos los chicos.

P – ¿Cómo se combate contra la presión de algunos padres?

R – Gracias a Dios en mi escuelita encaramos valores diferentes. Los chicos juegan al fútbol, pero la finalidad no es sacar jugadores. Me inclino más por el tema de que sean buenos más allá de como jueguen. Los pibes en edad de Mundialito están entrando en una etapa complicada de sus vidas. Yo veo esto de la presión, y no me gusta, me pone mal. No son todos los padres, pero siempre aparece algún desatado que empieza a despotricar a los gritos y ese contagia a otro, y ahí se va armando una cadena. Hay equipos que buscan competitividad en chicos que a esa edad tienen que pensar en otra cosa. Y los padres se enganchan en eso también. Quizás lo toman como una enseñanza, pero es algo feo. Me ha pasado de tener padres que se exaltaban y les he tenido que llamar la atención.

P – ¿Qué te llevó a elegir el rol de formador por encima de la dirección técnica a mayores?

R – Yo soy técnico nacional de fútbol recibido, incluso fui profesor en una escuela de DT. Después por distancias no pude continuar, pero quedé enganchado con el tema de la docencia. En el 2000 empecé con un grupito chiquito, y de a poco fue creciendo y me fui armando. Me pasó, como hasta el día de hoy, que jamás tuve la intención de ser la mejor escuelita ni de tener una cantidad inmensa de chicos que después no podés manejar. Acá los chicos no son súper futboleros, lo toman como una actividad más. Entonces lo que buscamos es formarlos y después ir acompañándolos, sacando lo mejor de ellos. Así me fui dedicando a esto, siempre con los valores del estudio y la educación.

P – Pero tuviste un paso como DT en equipos…

R- Dirigí inferiores y categorías grandes, incluso Tercera, en Deportivo Roca. Y siempre salí campeón en esas experiencias. Lo hice para conocer la movida, pero nunca me interesó demasiado. Hoy para dirigir un equipo de Primera tenés que tener otra responsabilidad, conocer el medio, saber el nivel de los otros equipos… a mi lo que me queda es el recuerdo de los chicos que tuve. Para dirigir mayores tenés que tomar determinaciones dolorosas. Ahí jugás con 11 y llevas 5 o 6 suplentes y listo; y los planteles tienen 30 chicos, entonces dejás la mitad afuera. Y tenés el riesgo de equivocarte, obviamente. Como no son cosas de mi agrado, fui dejando. Por eso mismo me quedo con mi escuelita, y se que si sacamos buenos resultados es porque los chicos juegan como les gusta, como se divierten. Ellos buscan jugar al fútbol, hacer pases, mostrar un buen juego más allá del marcador. Capaz no lo hacen perfecto, pero le ponen empeño y lo intentan siempre. Y eso es lo bueno.

“Hay equipos que buscan un nivel competitivo a una edad en la que los chicos deben pensar en otra cosa, divertirse, aprender”

afirmó el Nene, en relación a la presión que muchas veces cae sobre los niños.

Una carrera entera desde la línea de cal