Carlos III, el nuevo rey: una personalidad incomprendida y poco querida por los británicos

Llegó a la corona a los 73 años. La separación y muerte de la princesa Diana marcaron su vida. La ceremonia de coronación será en las próximas semanas.

Tras toda una vida de espera, el príncipe Carlos, de 73 años, personalidad incomprendida y poco querida por los británicos, se convirtió por fin en rey a una edad generalmente más propicia a la jubilación que a las grandes reformas.


Poniendo fin a una espera récord en la historia de la monarquía británica, ascendió al trono de inmediato tras la muerte de su madre, de acuerdo con la antigua máxima latina «Rex nunquam moritur» (el rey nunca muere).


El nuevo rey eligió como nombre Carlos III. Después de pasar décadas como Carlos, el nuevo rey ha elegido su propio nombre, tal como lo hizo su madre.

Su coronación, en una ceremonia única en Europa, tendrá lugar, en el mejor de los casos, dentro de unas semanas, una vez pasado el trauma de la muerte de Isabel II.


Ella misma fue coronada en la Abadía de Westminster el 2 de junio de 1953 ante más de 8.200 invitados, 16 meses después de ser proclamada reina.

Camila, reina consorte


La de su madre fue la última coronación «imperial», señala Morris, según el cual Carlos podría preferir una ceremonia «más rápida y pequeña».


Su segunda esposa, Camila, se convirtió automáticamente el jueves en reina consorte, por deseo expreso de Isabel II, que así lo manifestó durante un discurso en febrero de 2022 con motivo de sus 70 años de reinado.

Carlos y Camila, la reina consorte.


Sin embargo, debido a la trágica muerte de Diana, primera esposa de Carlos, el trato dado a Camila era sensible para muchos británicos hasta el punto que tras casarse con él en 2005, ella misma decidió no tomar el título de princesa de Gales.


Ahora, el nuevo rey toma las riendas de una institución con un papel disminuido en el mundo, en un momento y con una edad que suponen un doble desafío para este príncipe de personalidad singular, mucho menos popular que su madre.


Desde sus primeros compromisos oficiales en la década de 1970, el papel del príncipe de Gales había sido hasta ahora «de apoyo», recibiendo a dignatarios, asistiendo a cenas de Estado y viajando a un centenar de países en su nombre, especialmente a medida que Isabel II, fallecida a los 96 años, se hacía mayor y de salud más frágil.


Pero el mundo lo conoce sobre todo por el naufragio de su matrimonio con la princesa Diana, que le hizo bastante daño en los años 1990.


Sin embargo, Carlos es un hombre de pasiones que ha aprovechado al máximo esta larga espera como pionero en la defensa del medio ambiente, amante de la medicina alternativa, entusiasta del urbanismo sostenible y jardinero inspirado que habla con sus árboles.


Desde 2007, publica su «huella ecológica» (un total de 3.133 toneladas de CO2 en 2020 frente a las 5.070 de 2019).


Es presidente o benefactor de más de 420 organizaciones benéficas, la principal de las cuales es Prince’s Trust, que ha ayudado a más de un millón de jóvenes con dificultades desde su creación en 1976.

Sólo tenía 54% de opiniones favorables en agosto de 2021, según una encuesta de YouGov, muy por detrás de la reina (80%), su hijo el príncipe Guillermo (78%), su nuera Catalina (75%) y su hermana la princesa Ana (65%).


Desde la muerte de su padre, Felipe, en abril de 2021, y mientras la reina estaba menos presente por motivos de salud, Carlos estrechó el círculo real a su entorno más cercano: Camila, Guillermo y su hermano menor Eduardo.


Adherido a los criterios de
Journalism Trust Initiative
<span>Adherido a los criterios de <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Nuestras directrices editoriales

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios