Crecen las protestas en Irán por la muerte de una mujer detenida y el gobierno bloqueó las redes

Ya son más de 17 los fallecidos por las manifestaciones callejeras. La joven había sido demorada por un mal uso del velo islámico.

La TV estatal de Irán dijo que 17 personas murieron en seis días de protestas por el fallecimiento de una joven detenida por llevar mal el velo islámico, y mientras el gobierno aseguró que su muerte «será investigada», bloqueó Instagram y WhatsApp en un intento por contener las manifestaciones, las más importantes desde 2019.

Una ONG elevó también hoy a 31 la cifra de muertos en enfrentamientos y represión de las protestas por la muerte de Mahsa Amini, que son las más graves desde una ola de manifestaciones en 2019 y 2020 por un brusco aumento del precio de los combustibles, que culminaron con 230 fallecidos.

El Gobierno de clérigos musulmanes no electos de Irán trató de deslegitimar las protestas y ha argumentado que son acciones contra la seguridad nacional de grupos opositores instigados por países hostiles.

Sin embargo, el presidente de Irán Ebrahim Raisi dijo hoy por primera vez que se investigará la muerte de la joven. «Ciertamente, será investigada», dijo Raisi a periodistas en las Naciones Unidas e indicó que informes oficiales no dan cuenta de abusos de la policía.

En una conferencia de prensa en Nueva York, donde asistió a la Asamblea General de la ONU, el líder iraní repitió la conclusión de un forense de que Mahsa Amini no fue golpeada. «Pero no quiero apresurarme a llegar a una conclusión», matizó Raisi, según recogió la agencia de noticias AFP.

«Si hay una parte culpable, ciertamente debe investigarse. Me comuniqué con la familia de la fallecida apenas pude y les aseguré personalmente que continuaremos investigando el incidente con firmeza», señaló.

Raisi no respondió a una pregunta sobre el fallecimiento de al menos 17 personas durante disturbios producidos tras la muerte de Amini la semana pasada, pero dijo que aceptaba las protestas pacíficas. «Debemos diferenciar entre manifestantes y vandalismo», afirmó.

Los Guardianes de la Revolución, por su parte, denunciaron una «guerra mediática a ultranza» y afirmaron que se trata de una «conspiración condenada al fracaso».

Amini, de 22 años, murió la semana pasada luego de colapsar en una comisaría de Teherán, la capital, a donde había sido llevada detenida por la policía de la moral por llevar mal puesto el velo islámico con que las mujeres deben usar para cubrirse la cabeza y el pecho.

La chica fue llevada a un hospital al que ingresó en coma y falleció tres días después, el viernes pasado, lo que suscitó duras condenas en el mundo y de grupos de derechos humanos, que denunciaron la represión «brutal» contra los manifestantes.

Según denunciantes, Amini recibió un golpe mortal en la cabeza, pero las autoridades iraníes lo desmintieron y anunciaron la apertura de una investigación.

En señal de protesta y solidaridad con Amini y su familia, decenas de mujeres subieron a Internet videos de ellas mismas cortándose el pelo, algo prohibido en Irán a las mujeres.

Hasta el momento, el Gobierno no dio una cifra oficial de muertes, por lo que el número dado por la TV estatal es lo más cercano a uno oficial.

«Diecisiete personas, incluyendo manifestantes y policías, perdieron la vida en los acontecimientos de los últimos días», dijo un presentador de noticias de la TV estatal, que no brindó más detalles, pero anticipó que se esperaban para más tarde «estadísticas oficiales».

En Oslo, Noruega, una ONG de iraníes en el exilio llamada Derechos Humanos de Irán (IHR) dijo hoy que las muertes en las protestas por Amini ya suman al menos 31.

«El pueblo de Irán ha salido a las calles para lograr sus derechos fundamentales y su dignidad humana y el Gobierno está respondiendo a su protesta pacífica con balas», manifestó su director Mahmood Amiry-Moghaddam en un comunicado.

El anuncio del fallecimiento de Amini, el viernes pasado, hizo estallar la indignación popular y las manifestaciones cuya magnitud fue profusamente difundida en redes sociales, así como la represión policial.

Desde el inicio de las protestas, las conexiones de Internet se ralentizaron, y las autoridades bloquearon hoy el acceso a Instagram y WhatsApp. «Por decisión de las autoridades, no es más posible acceder en Irán a Instagram desde la noche del miércoles y el acceso a WhatsApp también está interrumpido», informó la agencia de noticias iraní Fars.

La medida fue tomada a causa «de las acciones realizadas por los contrarrevolucionarios contra la seguridad nacional mediante esas redes sociales», agregó Fars.

Instagram y WhatsApp son las aplicaciones más usadas por los iraníes tras el bloqueo los últimos años de otras plataformas como YouTube, Facebook, Telegram, Twitter y Tiktok, mientras que el acceso a Internet está en gran medida filtrado o restringido por las autoridades.

En el sur de Irán, videos aparentemente captados ayer muestran a los manifestantes quemando un retrato inmenso del general Qassem Soleimani, un símbolo del Gobierno iraní, muerto en un ataque estadounidense en Irak en enero de 2020.

«¡No al velo, no al turbante, sí a la libertad y a la igualdad!», gritaron los manifestantes en Teherán, que consideran que «el velo debe ser una opción y no una imposición», en consignas que tuvieron eco en actos de solidaridad en Nueva York o Estambul.

Las mujeres en Irán deben cubrirse los cabellos y no tienen derecho de usar abrigos cortos arriba de las rodillas, pantalones ajustados o jeans con agujeros.


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