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Bariloche crece sin pausa y pone en jaque la demanda por servicios esenciales: sin agua, luz ni gas

La construcción de edificios y viviendas no se detiene en esta ciudad, pero no va acompañada de las obras necesarias para garantizar los servicios de gas. Las nuevas conexiones están frenadas desde julio del año pasado. El consumo de energía crece y falta una planta de agua clave.

Bariloche se expande a un ritmo sostenido. Sin embargo, parte de ese crecimiento urbanístico impulsado, en gran parte por la industria inmobiliaria y la necesidad de acceder a la vivienda propia, no va acompañado de las obras para garantizar los servicios esenciales.

Julian Balderrama se mudó hace un año con su señora y una hija a su casa en el barrio Valle Azul de esta ciudad, porque alquilaba. Pero no tiene gas natural.

“Estuvimos tardando la mudaza porque nuestro temor era el invierno”, explicó. “Vivir con leña y gas envasado es mucho más caro que el gas natural y significa un esfuerzo en la época invernal”, explicó.

“Tengo una hija pequeña, Juanita, y no podemos no tener garrafas o un tubo de gas de 45 kilos que este año subió un montón todos los meses practicamente. Y esta temporada que en noviembre seguimos teniendo nieve y se dificulta”, señaló. Afirmó que cargar un tubo de 45 kilos cuesta unos 25.000 pesos y dura en invierno alrededor de 15 días.

La misma situación viven cerca de un centenar de familias de ese sector. “El crecimiento del barrio es impresionante”, señaló Julián. “La gente por cuestiones de alquiler está tratando de construir y mudarse con su familia”, indicó.

A poca distancia, se ubica el barrio Villa Lago Gutiérrez. Sus habitantes desde hace años reclaman acceder a ese servicio esencial, en la zona cordillerana donde el frío es moneda corriente.

La construcción privada es la más activa en Bariloche pero con escaso personal. Foto: Marcelo Martinez

La falta de agua en verano


En los barrios Frutillar, Nahuel Hue y Malvinas es habitual los problemas con la provisión de agua potable, sobre todo, en verano. Faltan pocas semanas para el inicio de la temporada estival y es probable que la falta del vital elemento se repita, porque no hubo ningún avance en la construcción de la toma de agua en el lago Gutiérrez y el acueducto comprometido por el Gobierno de Río Negro para resolver el problema.

Desde ARSA informaron que hoy tienen 38.734 usuarios en Bariloche, mientras que en 2017 había 34.523, lo que representa un incremento del orden del 12% en menos de 6 años.

Comentaron que en tema de factibilidades “la gran mayoría está condicionada a la obra del plan director de agua potable y a la del lago Gutiérrez, ambas financiadas desde Nación a través del Enohsa. “En las zonas ya servidas si se están dando factibilidades, pero fuera de ello no se están dando habilitaciones de nuevas conexiones”, explicaron desde la empresa.

El acceso al gas natural está restringido desde el 15 de julio del año pasado. Desde entonces, la empresa distribuidora Camuzzi Gas del Sur no incorpora nuervos usuarios porque faltan las obras comprometidas por Nación.


El drama del gas natural


Según fuentes de Camuzzi, tienen alrededor de 1.200 factibilidades condicionadas a la fecha. “Son usuarios con tramites de instalaciones presentados, naturalmente con la factibilidad condicionada a la finalizacion de la obra”, explicaron.

Desde la empresa informaron a Diario RÍO NEGRO que el otorgamiento de nuevas factibilidades “está frenado hasta que no se termine la obra licitada por el Estado nacional”. “Particularmente está faltando la concreción de dos plantas compresoras, una en Gobernador Costa (Chubut) y otra en Senguer, que forman parte necesaria de la obra macro que allí se hizo”, afirmaron.

Manifestaron que esa obra tenía por un lado refuerzos de cañerías, que ya se terminaron, y las plantas compresoras. “Sin esas plantas es imposible sostener la prestación en pleno invierno, si la demanda aumenta”, aseguraron.

“Por ello, se limita el ingreso de usuarios, justamente como medida preventiva para aquellos que hoy sí tienen el servicio, por sobre las futuras conexiones”, explicaron.

Describieron que las plantas compresoras funcionan como una suerte de pulmotor, que le da fuerza o presión al gas para que siga circulando por los caños hasta los centros de consumo. “Sin esas máquinas que otorgan fuerza, el gas no llega. Se cae la presión y aparecen los cortes de suministros en los puntos más alejados de la red urbana, justamente por un aumento de consumo aparejado por nuevos usuarios”, expusieron.

Informaron que las obras fueron licitadas por el Estado argentino y pagadas. “Hoy, están en cabeza de Enarsa que es el comitente de la obra. Las máquinas fueron adjudicadas a la empresa Secco, cuya planta está en Rosario. Santa Fe”, sostuvieron desde Camuzzi. Dijeron que las plantas se compraron y se armaron. Solo resta montarlas en campo.

El asunto es que faltan pocas semanas para que finalice la gestión de gobierno del presidente Alberto Fernández. Y no hay definiciones sobre el asunto. En el medio, la inflación galopante que vive el país complica las cosas, explicaron fuentes que conocen del tema. Y la incertidumbre.

La titular de la asociación que agrupa a los matriculados de Bariloche, Patricia Carriqueo, dijo que la «última información que tenemos es la que hicimos pública hace más de una mes, dónde había 2.000 conexiones pendientes y 3.000 ya sin factibilidad. Es decir, 5000 futuros usuarios sin gas».

Habrá un corte general este fin de semana en Bariloche. Foto: archivo

El consumo de energía sube


En el caso del aumento de la demanda de electricidad el panorama es parecido, pero no tan complejo como el gas.

Desde la Cooperativa de Electricidad Bariloche (CEB) comunicaron que en los dos años últimos hubo un fuerte aumento de la demandada vinculada a la explosición de la actividad turística tras la pandemia causada por el covid-19.

Indicaron que el consumo entre 2021 y 2022 se incrementó en un 7,3%. Pero observaron que en 2021 recién comenzaba reactivarse el turismo.

De todos modos, indicaron que por lo menos en la última década la demanda de potencia subió cerca del 3,7%, lo que está relacionado en forma directa con el crecimiento de la ciudad. Además, en muchas viviendas o edificios nuevos, sus moradores tienen que recurrir a equipos a electricidad para calefacionarse por la restricción para acceder al gas natural.

Pero también aumenta el número de usuarios. En septiembre pasado hubo 184 altas de servicio y 56 bajas, mientras que en octubre fueron 181 altas y 56 bajas.

Los proyectos de construcción se tramitan en el área de Obras Particulares del municipio donde hay demoras. Archivo

Bariloche, un imán para las inversiones inmobiliarias


“Las empresas de servicios van atrás de la demanda”, opinó el secretario de Ambiente y Desarrollo Urbano municipal, Claudio Otano.

“En estos diez meses que llevo en la secretaría veo una permanente demanda por servicios y se ve una gran inversión”, sostuvo.

Indicó que hay alrededor de 4.000 expedientes que ingresan en la ventanilla de Gestión de Obras Particulares (GOP) del municipio. Son los proyectos que los profesionales presentan y que van desde una vivienda familiar, un hotel o un desarrollo inmobiliario.

Explicó que son expedientes digitales y que ese número se mantiene estable. “Algunos salen aprobados y otros se retrasan porque al profesional le falta presentar alguna documentación”, comentó.

Dijo que el mayor problema que se observa es “una importante escasez de gas natural”. Comentó que esa situación genera que el propietario no sabe si al momento de terminar la obra tendrá que esperar si hay gas o no”.

“Y con la energía eléctrica es posible que empiece a transcurrir el mismo camino”, evaluó, en el sentido de que la demanda crece en forma sostenida.

Indicó que varias de las obras de infraestructura que necesita la ciudad dependen de otras empresas o de inversiones importantes de Nación. Y señaló que por lo general no acompañan la demanda por servicios. “Tampoco es sencillo ejecutar las obras con un clima inflacionario que tenemos. Eso también atrasa”, advirtió.

Otano señaló que Bariloche “no deja de ser un imán para las inversiones inmobiliarias”. Destacó los edificios y obras de departamentos en construcción que se observan en varios puntos de la ciudad.

Admitió que, gran parte de esos departamentos, “se vuelcan después a la oferta turística”. Por eso, se pronunció a favor de promover loteos. Recordó la grave crisis habitacional que enfrentan miles de familias y personas.

Opinó que en algún momento la oferta de alojamiento turístico va a quedar saturada y “va a dejar de ser un negocio”, y es probable que muchos de esos departamentos se vuelquen a alquileres permanentes.

El secretario de Ambiente y Desarrollo recordó que en Bariloche “salvo que sea heredero de una fortuna o tener un ahorro considerable” se puede acceder a un terreno, “porque casi no hay posibilidades”, porque están valuados en decenas de miles de dólares.


Tres obras clave que dependen de Nación


tres obras son clave para garantizar los servicios esenciales por el crecimiento de Bariloche en los próximos años.

Para resolver la falta de gas natural, la ejecución de dos plantas compresoras en Gobernador Costa, Chubut, y en Senguer.

La obra de la planta de agua en el lago Gutiérrez y la construcción del acueducto para abastecer a los barrios de la zona pampa de Buenuleo.

Y la segunda línea de alta tensión de 132 kV identificada como Alipiba II que permitirá cubrir la demanda de los próximos años y conectar a Villa La Angostura al sistema energético nacional.

Las tres obras dependen del financiamiento de Nación porque demandan inversiones millonarias que la Provincia de Río Negro no puede afrontar.

Desde el Ministerio de Obras y Servicios Públicos, que conduce Carlos Valeri, informaron ayer que la construcción de la planta de agua y el acueducto está “aprobada, y en espera de financiamiento para llamar a licitación”.

En abril del año pasado, Valeri afirmó que el ministro de Obras Públicas del gobierno nacional, Gabriel Katopodis, había comprometido financiamiento para esa obra que abastecerá de agua potable a unos 65.000 habitantes de Bariloche.

Dijo en esa ocasión que el presupuesto inicial era de 660 millones de pesos, pero todo quedó ahí. Desde Nación no hubo avances.

La segunda línea de 123 kV, que se proyecta desde Alicurá hasta Bariloche, demandará una inversión de 75 millones de dólares. Se prevé ejecutarla en 36 meses, según los anuncios oficiales. Ya firmaron los contratos, están avanzando con la ingeniería y armando los obradores, el principal en Pilcaniyeu, y estudios de suelo, informaron fuentes vinculadas a la actividad energética en la región.


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