Jubilados de Bariloche expusieron sus demandas en una “ocupación simbólica” del PAMI
Denunciaron el recorte en la cobertura de medicamentos y descargaron duras críticas contra el gobierno nacional. "La gente se muere en silencio" dijo una de las manifestantes.
Un nutrido grupo de jubilados irrumpió hoy poco antes del mediodía en la sede céntrica del PAMI en esta ciudad con el cuidado de “no entorpecer los trámites”, pero decididos a dejar constancia de las penurias que sufren por sus magros haberes y el reciente recorte en la cobertura de medicamentos.
Hubo críticas severas al presidente Javier Milei y expresiones de enojo e indignación por las políticas aplicadas este año sobre el sector pasivo. “La gente gasta lo poco que tiene en comida y se va quedando sin remedios, en silencio, a nadie le llama la atención”, se lamentó una mujer.
Varios de los referentes señalaron la importancia de buscar acompañamiento de la comunidad y por eso decidieron visibilizar su reclamo. Lo mismo harán la semana próxima en las oficinas de la Cooperativa de Electricidad y de Camuzzi Gas del Sur, donde presentarán petitorios con cientos de firmas para exigir tarifas especiales y suspensión de cortes para los jubilados que no pueden pagar sus facturas.
Una de las manifestantes refirió que el costo de la luz le demanda el 10% de su jubilación y el gas casi otro tanto, de modo que no tiene cómo comprar los remedios. A su lado Margarita Muñoz, jubilada como empleada de comercio, dijo que en su caso debe tomar un anticoagulante de manera permanente. “No puedo pagarlo y no me ofrecen ninguna solución. Voy a buscar el remedio al hospital y cuando tienen me dan, pero es sin ninguna certeza”, refirió.
Fabián Tumino, dirigente de ATE en PAMI encabezó la columna de ocupantes, que se instaló en el amplio salón, rodeado de escritorios de atención al público. Destacó que la medida fue adoptada “entre distintas estrategias definidas en la asamblea de los miércoles”, que los jubilados realizan desde hace varios meses en el Centro Cívico.
Algunos de los testimonios se destacaron por su crudeza, como el de Susana Pérez, residente en Sierra Colorada, quien hoy se presentó en el PAMI en busca de remedios necesarios para su mamá. “Ella tiene diabetes y ahora le salió una úlcera, pero no le cubren ningún remedio. Fui a comprar uno solo y me salió 18.000 pesos. También necesita otros -contó-. Estamos indignados. La gente en el campo se muere de angustia y de tristeza”.
Marcela Cano, jubilada docente, señaló que estaban con la idea para “convocar a todos los sectores, porque lo fundamental es organizarse. La catarsis es necesaria pero hay que pensar formas de lucha colectiva. Nadie se salva solo”.
Enojo general
La ocupación incluyó aplausos a algunos de los relatos y cantos para reafirmar que «el PAMI no se vende, el PAMI se defiende». No faltaron las críticas abiertas al ministro de Economía, Luis Caputo, quien dijo que los jubilados lograron este año ingresos por encima de la inflación y minimizó la cantidad de pobres.
Otra jubilada dio rienda suelta a su disgusto con el presidente Milei. Dijo que “a este maldito, malvado, no le importa la sociedad. Y la juventud ¿qué mira? Mira eso: las idioteces que hace este tipo. Pero si sigue en la presidencia olvidate, esto se muere. Desaparece la salud, la educación pública. Ningún chico va a poder estudiar”.
Las quejas apuntaron especialmente contra la imposibilidad de acceder a los medicamentos por parte de los enfermos oncológicos y otros que enfrentan patologías graves. “Si ganás un peso más que la mínima ya no te los dan con cobertura gratuita, cuando la canasta básica en Bariloche no baja de los 2 millones de pesos”, advirtió Cano.
Susana Oviedo, otra de las mujeres que se movilizó hoy, admitió la dificultad para encontrar apoyo en el resto de la población, como suelen observar en las rondas de los miércoles. Pero dijo entender la situación, porque “el pueblo está un poco triste, muy atacado. Una persona con hijos chicos, que pierde el trabajo, no va a estar acá porque tiene como principal preocupación la de buscarse otro ingreso”.
Un nutrido grupo de jubilados irrumpió hoy poco antes del mediodía en la sede céntrica del PAMI en esta ciudad con el cuidado de “no entorpecer los trámites”, pero decididos a dejar constancia de las penurias que sufren por sus magros haberes y el reciente recorte en la cobertura de medicamentos.
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