Mi Bus pide un nuevo aumento del boleto en Bariloche

La empresa concesionaria del transporte urbano presentó una solicitud de revisión tarifaria. Hermetismo en el valor. La última suba fue en julio y hoy cuesta 158 pesos.

 La empresa concesionaria del transporte urbano presentó un nuevo pedido de aumento tarifario, con el propósito de no perder la carrera contra la inflación y cubrirse del incremento de costos, de modo que Bariloche podría llegar a fin de año con un boleto cercano a los 200 pesos.

La tarifa plana es hoy de158 pesos y el último aumento fue aplicado hace menos de cuatro meses. El municipio reconoció que hay una solicitud de la empresa Amancay/Mi Bus para avanzar con un nuevo ajuste tarifario, pero el monto pretendido se mantiene por ahora en estricto secreto.

Ni las fuentes del Ejecutivo municipal, ni los concejales que integran la comisión de seguimiento del transporte aceptaron revelar ese dato. Las consultas a la empresa también resultaron estériles.

En algún momento Bariloche llegó a tener el boleto más caro del país. Pero hoy quedó relegado en relación con otros. En Neuquén -una de las plazas que sirve como referencia- la tarifa plana ya estaba más cara que en esta ciudad (174 pesos) y esta semana fue llevada a 195 pesos.

El gerente de Mi Bus, Juan Pablo Follonier, le había dicho a este medio a comienzos de septiembre que el boleto de 158 pesos estaba “desfasado” porque la inflación superó las previsiones. Dijo por entonces que los costos registraban un aumento constante, incluidos los salarios, combustibles y repuestos, y que “antes de fin de septiembre” la empresa reclamaría una actualización.

La vicejefa de Gabinete municipal, Gabriela Rosemberg, confirmó que Mi Bus ya formalizó la presentación y que se puso en marcha el circuito administrativo previsto para esos casos, incluido el estudio técnico sobre los costos y el llamado a audiencia pública obligatoria, que saldría en los próximos días. Rosember se negó en cambio a precisar el monto del boleto que la concesionaria considera apropiado. La misma reserva esgrimieron los concejales Gerardo del Río y Marcelo Casas.

La empresa Mi Bus tiene autorizada por contrato la potestad de pedir recomposiciones de tarifa con frecuencia semestral, pero en este caso acortó los plazos, porque la solicitud anterior entró al municipio el 21 de abril. El intervalo fue de cinco meses.

El último aumento autorizado por el intendente Gustavo Gennuso fue del 37,4% y entró en vigencia el último 17 de junio. Ya había autorizado otros dos aumentos en agosto de 2022 (cuando el boleto subió de 62 a 96 pesos) y el 1 de enero, cuando saltó a 115 pesos. De modo que en el período junio 2022/junio 2023 el boleto acumuló aumentos por 154,8%.

Las subas en el costo del transporte fueron cuestionadas por juntas vecinales y organizaciones de usuarios en cada audiencia pública, pero el Ejecutivo no les hizo lugar. Gennuso, cada vez que fue consultado por el tema, habló de los costos de prestación del servicio, pero reconoció que los subsidios tienen un peso creciente y que en la fijación de la tarifa hay un componente “político”.

En el último ajuste la empresa había solicitado un boleto de 161,98 pesos y el reconocimiento del municipio fue algo menor (158 pesos). Pero el aumento fue más considerable para las líneas especiales como la 72, que va al aeropuerto, que tiene un boleto de 320 pesos (resultado de un aumento del 46,1%)y también para el tramo centro Catedral (línea 55), que aumentó un 44,7% para quedar en 510 pesos.


Una historia con muchas aristas


La empresa Mi Bus hizo saber semanas atrás que la revisión semestral que le concede el contrato para actualizar tarifas ya no le resulta funcional, dado el aumento constante de costos, y pretende acortar esos plazos, lo cual demandaría una nueva ordenanza.

El concejal Casas reconoció que hay un planteo forman en esa línea y que el Ejecutivo hay predisposición para atender las razones de la empresa, pero en el Concejo no ingresó proyecto alguno para cambiar los plazos como pretende Mibus.

En otras ocasiones (por ejemplo durante la pandemia) la concesionaria solicitó aumentos con frecuencia anual y el intendente le concedió correcciones tarifarias por tramos. Es decir que a partir de un solo proceso de revisión el Ejecutivo acconvalidada incrementos del boleto en dos etapas, por ejemplo uno inmediato y otro a los cuatro meses.

Debido al alto costo del transporte público y a su impacto en la economía de los barilochenses, la oposición en el Concejo municipal promovió hace un par de meses una ordenanza para desdoblar la tarifa a fin de que los residentes paguen un boleto más barato que el turismo. Pero Gennuso la vetó y no alcanzaron los votos para insistir con esa modificación.


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