Neuquén, la ciudad que domó los médanos

En 1911 se encaró el primer proyecto de nivelación de la ciudad para facilitar las construcciones. Fue encargada al ingeniero Salade, a quien le pagaron 1.500 pesos.

Carlos Bouquet Roldán fue el primero en diseñar la capital de Neuquén. En una hoja de papel dibujó las cuatro diagonales como punto de partida para la futura urbanización. Pensó que los “muertos estarían cerca del sol y los vivos cerca del agua”. La estación del tren y las primeras construcciones comenzaron a ocupar la zona del Bajo neuquino.

Pero fue en 1911 cuando desde el Concejo Municipal se evidenció la necesidad de encarar una obra de magnitud que tenía como objetivo nada más ni nada menos que domar la barda y los médanos. Y así se produjo la primera nivelación de la ciudad.

“En septiembre y octubre de 1911 se llevó adelante la primera nivelación y replanteo del radio urbano. La intención era facilitar las construcciones de edificios, preparando los perfiles longitudinales de las calles para planificar arreglos y pendientes que deberían tener. Esto consolidó el diseño del pueblo que había pensando el entonces gobernador Carlos Bouquet Roldán”, relatan las crónicas que se guardan en el Museo Paraje Confluencia de la capital neuquina.
Para tamaña hazaña la municipalidad contrató los servicios del ingeniero Carlos Salade, a quien se le pagó 1.500 pesos de honorarios.

Pero eran tiempos de escasos recursos y una vez más fue la Sociedad Nueva España la que aportó el dinero para solventar los gastos de nivelación. La sociedad estaba integrada por terratenientes, entre ellos Casimiro Gómez, quienes eran dueños de casi la totalidad de las tierras de la capital.

Los archivos históricos revelan que cuando comenzaron los trabajos, se tomó como punto inicial de referencia la estación del ferrocarril, “exactamente entre los rieles de la vía principal”.

Realizadas las mediciones, se pudo establecer un desnivel de 9,60 metros desde ese punto y la ubicación del chalet de la gobernación, el famoso Chateaux Gris. Los trabajos para llevar adelante la nivelación fueron realizándose en varias etapas, contando con el trabajo de empleados municipales, vecinos y los presos de la cárcel U9”, describen los documentos históricos.

Años después, la información registrada por Salade sobre la primera nivelación fue constatada por estudios que se realizaron para iniciar las primeras obras de pavimentación y obras complementarias que fueron necesarias para ampliar el radio urbano de la ciudad de Neuquén.

Fueron los primeros trabajos para domar un zona agreste y repleta de médanos, un paso previo a lo que décadas después se convertiría en una gran ciudad que solo mantiene parte de sus bardas en el norte.


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