Neuquén, un modelo para rearmar


Un reclamo atendible a todas luces y que tuvo señales claras fue: primero, inadvertido; después, negado y; finalmente, subestimado en sus consecuencias.


El conflicto político generado por los “elefantes” de Salud terminó de sacudir el modelo de provincia que practica el actual gobierno del MPN y que le queda cómodo a la oposición. Un reclamo atendible a todas luces y que tuvo señales claras fue: primero, inadvertido; después, negado y; finalmente, subestimado en sus consecuencias. El gobernador Omar Gutiérrez tuvo que caminar sobre sus pasos para intentar detener lo que hasta ayer era un ovillo caro de desenredar.

El Ejecutivo recuperó en los últimos días la voluntad de diálogo y le sumó experiencia política. El esfuerzo seguro fue enorme. También aparecieron los consejos. Es un gobierno que se comunica mal o directamente niega la discusión. Quizá la base de esa impericia esté fundada en la defectuosa capacidad de diagnóstico que ejerce.

También operó la presión externa. El bloqueo a los camiones chilenos que utilizan Cardenal Samoré se convirtió en un tema internacional que puso en funciones a la diplomacia bilateral. Algo similar ocurrió en Vaca Muerta, donde los inversores internacionales -clave para la concreción del proyecto- inundaron los teléfonos locales buscando una explicación.

El gobierno nacional puede excusar su inacción en los graves problemas que enfrenta ante la virulencia de la segunda ola de coronavirus. Sin embargo, como insinuó el secretario de Energía, Darío Martínez, ocho días después de iniciados los quirúrgicos bloqueos petroleros, la situación es grave: la falta de gas en el invierno es un hecho y eso se traduce solo en importación y salida de divisas. Hay estimaciones que advierten que cada siete días de bloqueo debe sumarse un nuevo buque de GNL.

La crisis es fácil de explicar: un sector clave para la pandemia se sintió destratado con el acuerdo salarial firmado por ATE y UPCN. El gobierno no explicó lo acordado e incluso accedió a sintetizar en las actas solo la suba al básico (15%). Luego ignoró todas las señales y el conflicto se masificó al calor del apoyo de la sociedad, que los sigue reconociendo como héroes.

No menos cierto es que se montaron partidos políticos, fundamentalmente la izquierda que aprovechó el terreno fértil, pero también lo hicieron los de centro, los de derecha y hasta la interna nacional de ATE.

El gobierno provincial, a través de la ministra Vanina Merlo, tuvo otra interpretación: dijo que el conflicto tenía elementos desetabilizantes. Es recurrente que el Ejecutivo lea operaciones en cualquier reclamo o crítica. Sin embargo, nunca aclaró si hablaba por fuera o, también, por dentro del MPN.


Neuquén necesita rearmar su modelo de convivencia y, quizá, una forma sea ordenando sus prioridades. La oposición debería sentirse interpelada.


No llama la atención lo sigiloso que suele ser el gabinete de Gutiérrez y tampoco las voces del partido provincial, ante los conflictos porque así es el estilo del gobierno. Pero, sí fue llamativo el silencio del verborrágico sindicato de Petroleros, quizá ocupado en tratar de dar las mismas respuesta que no pudieron dar los gremios del establishment a los autoconvocados.

¿Es justo el pedido de aumento de Salud? Si, pese a que los salarios que se pagan en Neuquén, comparados con otras provincias, suelen estar entre los mejores nominalmente. A esa cuenta hay que restarle el costo de vida de una provincia petrolera. En la cuenta debería entrar también la situación que atraviesa la caja recaudatoria de la Provincia, flanqueada por una economía arrasada por la pandemia y por la inflación.

Este es el mensaje que busca reforzar el Gobierno, a la vez que intentar recuperar la autoridad perdida cuando dijo, más como una excusa que como un argumento válido, no negociar con los autoconvocados por no tener representación gremial legal. Confió que ese ordenamiento iba a llegar de la conducción de los gremios.

El viernes el jefe de fiscales José Gerez reactivó la mediación. El tironeo por el levantamiento de los cortes se mantuvo hasta ayer cuando los autoconvocados se fueron porque no había oferta por fuera de los sumas fijas.

Los daños que dejará este conflicto son difíciles de calcular en ingresos, por la afectación a Vaca Muerta, y en política, para el gobierno y las conducciones de los gremios. Más allá de los responsables, que rendirán cuentas ante sus propios tribunales, Neuquén necesita rearmar su modelo de convivencia y, quizá, una buena forma sea ordenando sus prioridades. En esa premisa debe estar comprometida también la oposición.


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