Con un picadito en Casa de Gobierno pidieron tarjeta roja a las adicciones

El domingo próximo se juega el último partido del mundial Rusia 2018, en Moscú. Con la misma épica, pero a 14.419 kilómetros de distancia, en Neuquén capital, un grupo de chicas protagonizaron un picadito en la esquina de Roca y Rioja, con batucada de fondo y bajo la mirada de los dos policías que custodiaban la puerta de Casa de Gobierno, para reclamarle al Estado provincial que intervenga en la atención de personas con consumo problemático de sustancias.

Que lo hayan encabezado las jóvenes no es azaroso: plantean que los dispositivos de internación para mujeres en el ámbito de salud pública son insuficientes.

La actividad de visibilización fue organizada por el movimiento “Ni un pibe menos por la droga”, motorizado por organizaciones populares de base en todo el país. En la región se sumó la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) y la Pastoral Social.

“Es una actividad en la que le venimos a reclamar al gobierno una urgente intervención para declarar la emergencia en adicciones, ya que desde hace un tiempo largo que si bien el gobierno, y nosotros lo hemos aplaudido, ha hecho capacitación, prevención en distintas áreas, no así se está viendo esto en lo que tiene que ver con la salud, en lo que tiene que ver con la atención inmediata”, dijo Juan Ramírez, integrante del servicio de Atención y Prevención de Adicciones de la UNCo.

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Agregó: “ya que el gobernador Gutiérrez (Omar) se ha puesto la camiseta en el tema del narcotráfico, en el tema de hacer las capacitaciones, le venimos a solicitar que profundice en cuanto a la atención.”

De acuerdo al mapeo publicado en la página web del Observatorio Argentino de Drogas del Sedronar, la prevalencia de mes o consumo actual de alcohol en Neuquén es uno de los más altos del país: 62,1% en la población de 12 a 65 años en 2017.

El psiquiatra y jefe del servicio de salud mental del hospital Heller, Juan José Sáez, que tiene guardia de 24 horas, confirmó estos datos. El alcohol ocupa el podio, le sigue la marihuana y la cocaína.

“Nosotros que laburamos en los barrios lo vemos todos los días, los pibes se nos están muriendo, se nos están yendo y cada vez recayendo más. No hay un centro donde los podes mandar para rehabilitarse tanto a los hombres y mucho menos a las mujeres”, afirmó Soledad Urrutia de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP).

Natalia tiene 35 años y fue una de las pibas que se calzó sus botines fucsias para jugar. Antes de empezar el partido tiró un centro: “Yo creo que es algo lindo para los chicos, para darles un ejemplo de que de la droga se puede salir, de que no anden tanto en la calle, y que es lindo compartir el fútbol.”

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