No será el único
Carta Abierta impulsará después del 27 a un hombre que “garantice el proyecto K”.
Arnaldo Paganetti arnaldopaganetti@rionegro.com.ar
Lo que estamos resolviendo, juzgando el pasado, tiene que ver con el futuro de tres personas de carne y hueso como nosotros”. Así se expresaba uno de los jueces del tribunal que examina la conducta de los incriminados en “Manzanas blancas” por el supuesto contrabando de 3.350 kilos de cocaína a España, entre ellos el empacador de Allen Nelson Hinricksen, preso desde hace casi 40 meses. El concepto del magistrado es extensivo al sempiterno complejo escenario político, donde lo que decide la presidenta Cristina Fernández, en el marco de una película K que ya lleva más de una década de vigencia, influirá en el porvenir de 40 millones de argentinos. –¿Es cierta la versión de que Guillermo Moreno será ascendido al Ministerio de Economía y usted volverá a la Jefatura de Gabinete? –preguntó a boca de jarro “Río Negro” al senador Aníbal Fernández mientras acompañaba al jefe de su bancada Miguel Pichetto, de campaña en General Roca. –Verso, es todo verso. Los Kirchner no son de cambiar el gabinete. Nunca lo han hecho, ni cuando gobernaron Santa Cruz ni desde la Rosada. Además, estos rumores nunca ayudan, porque el que entra como papa sale cardenal –afirmó Fernández. –¿Acaso el mensaje de las PASO, del 11 de agosto, no hizo recapacitar a Cristina sobre la necesidad de introducir modificaciones urgentes? –insistió este diario. –¡Pero si en las PASO no pasó nada! Nadie compitió con nadie. Fueron compulsas dentro de un mismo segmento. Podrá ser tomada como una encuesta objetiva y valedera, pero recién ahora están los candidatos. Reforzaremos los lugares donde estamos fuertes y redoblaremos esfuerzos donde salimos mal. –Pero ya hubo una tendencia que tiende a acentuarse… –No hay ninguna tendencia… no jugamos para perder –cortó Aníbal– y ahora todos trabajamos para ganar… ¿o usted cree que UNEN se consolidará en Capital Federal? Las discusiones se zanjarán el 27 y después todo seguirá funcionando de acuerdo con lo que marca la presidenta, que es la que conduce. El ilustrativo diálogo con el senador Aníbal Fernández refleja la tozudez de un sector del oficialismo por seguir aplicando un estilo de gestión, algunas de cuyas características son la intransigencia y la confrontación. Acerca de la reciente reanimación que sufrió el Partido Justicialista bajo la batuta de Daniel Scioli, el legislador aseguró que nunca se cerraron las discusiones y que lo novedoso, con miras al 2015, es que “habrá internas obligatorias para todos los cargos”. ¿Sergio Massa es peronista? “¡Está jugando en su palo, que haga su vida! Es un agente de Magnetto y lleva en sus listas a quienes votaron en contra de medidas populares y a De Mendiguren, que se caga (sic) en los trabajadores y en la movilidad jubilatoria. ¿Quiere más? Integró a tres hombres de Macri… ¡hay que darse cuenta de la truchada!”. Aníbal Fernández no le restó posibilidades a la proyección de Scioli, aunque aclaró que tendrá que lidiar por lo menos con otros dos postulantes, cuyas identidades no han sido reveladas. “Se podrá presentar cualquiera para conquistar la voluntad del electorado”, anticipó. Y en tal sentido ya se abrieron debates en Carta Abierta, el espacio de intelectuales adherente al “modelo” del matrimonio patagónico. Uno de ellos, Eduardo Jozami, hizo hincapié en que aun en un esquema de retroceso electoral en octubre, hacia adelante el kirchnerismo “es una fuerza organizada y militante” que no encuentra equivalente y que, para darle continuidad al actual proyecto, no puede avanzar solo con la nominación de Scioli, pues éste ha manifestado criterios distintos en varios tópicos. Descartó que después de octubre vaya a ocurrir una estampida kirchnerista. “La presidenta va a seguir gobernando. Habrá que discutir qué cosas se pueden cambiar y qué no debería. No debería cambiar de ideas… si hemos llevado adelante una política que ha tendido a profundizar la regulación de la economía, sería un error que la cambiáramos porque no hemos ganado la elección. Uno tiene que escuchar críticas, pensar qué se corrige, pero no puede implicar un cambio de 180 grados”. Desde afuera del movimiento rector de la historia nacional por más de 60 años, Luis Zamora, aspirante a diputado por el trotskismo porteño, observó que en la actual coyuntura “nadie da la vida por nadie. Antes se daba la vida por Perón, hoy nadie despierta ese entusiasmo”, señaló en obvia referencia a las continuas manifestaciones de inconformismo de la sociedad.
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