Nueva etapa para Torino, el restaurante ícono de la gastronomía de San Martín de los Andes

Después de 12 años los chefs Pablo Buzzo y Nicolás Urquiza se reinventan y Esteban Schniepp queda a cargo del lugar.

Torino bar&bistró de San Martín de los Andes está en su cúspide. Es el restó con ambiente de bodegón más cool de la Patagonia, lleva siete años recibiendo el Certificado de Excelencia y fue durante dos años ganador del Traveler Choise de Tripadvisor, entre tantos logros adquiridos en 12 años de trabajo.

Y esta semana vivirá un gran cambio: el chef Esteban Schniepp queda a cargo de Torino de modo absoluto, tras la decisión de sus dos socios -Pablo Buzzo y Nicolás Urquiza- de retirarse del negocio. Un cambio que moviliza a sus protagonistas, logrado en los mejores términos. Las metas que cada uno de ellos tiene en vista al futuro así los encontró en este momento. Amigos y hermanados por esta cuestión intensa que ofrece la gastronomía, cada uno ofreció un testimonio de sus decisiones a Yo Como.

Pablo Buzzo comentó:

“Llegó el momento y tomé o tomamos la decisión de terminar la etapa de Torino, esa gran e increíble etapa en ese increíble lugar que supimos construir primero junto a Nicolás Urquiza en San Martín de los Andes, mi pueblo al que a o tanto, el que tanto significa para nosotros, ese pueblo donde decidí hace 26 anos empezar a volver de Buenos Aires a desarrollar mi pasión, mi profesión, la cocina. Esa palabra que no solo significa preparar un plato sino que también implica tomar el compromiso de entender un mundo en el que conviven el respeto por los productores, por el producto que nos hace cocinar, por tus colegas que sin saberlo te hacen crecer y por el que permite que todo esto suceda, el cliente, que en muchos aspectos se trasforma en un amigo. Es de esta forma lo vemos y vivimos en Torino”.

“Torino nació hace casi 12 anos de una gran idea junto a Nicolás Urquiza, Matías Venenzi y Alejandro Marchandt -estos dos últimos, dos queridos amigos que se abrieron del proyecto al poco tiempo pero que siguen siendo amigos y en el caso de Ale una gran cocinero que hace mucho por la gastronomía de San Martín de los Andes-. Grande y mucho fue el esfuerzo sobre todo de Nicolás para posicionar y plasmar en el pueblo lo que teníamos en la cabeza, un estilo bien definido que no podía fallar, un estilo que veníamos bajando al pueblo de la montaña de nuestro querido y amado Wine Bar del complejo Paihuen, del que fui responsable de su gastronomía durante 14 anos. Fue justamente ahí donde conocí en el 2002 a Nicolás y a Matías, quienes llegaron un día lluvioso y se sumaron al equipo para poner en marcha el mítico Wine Bar donde cinco años más tarde se suma Esteban Schniepp para formar parte del equipo de cocina”.

Pablo Buzzo junto a Esteban Schniepp, en la cocina de Torino.

“Muchos años batallando juntos, cocinando y divirtiéndonos con temporadas con días larguísimos, con noches increíbles, bajo la nieve o eternas con la luna reflejando el lago, siempre ayudándome y empujando para sacar lo mejor, la excelencia y descubrir juntos la gastronomía de la Patagonia”.

“Abrimos Torino en la calle Perito Moreno, donde había vivido con mucho éxito Raulí, increíble lugar que le dio a San Martín de los Andes mucho brillo en su gastronomía con Luis Echeverrigaray. Después funcionó allí el Radar, otro gran lugar donde Gloria Ocampo y Jinny Fernández Beschted se lucieron en los años 90. Dos años después nos mudamos a una esquina tremenda, en Elordi y Villegas, donde había funcionado “El Moro”, un bar muy famoso en la noche del pueblo, una cosa muy especial de la familia Kraitman, quienes siempre fueron con nosotros eso, una familia y nos acompañaron a crecer, en ese momento. Esteban pasó a ser parte de la sociedad y eso fue fundamental para el crecimiento del lugar; nuevamente el equipo estaba reunido mirando el futuro de la idea, nuevo lugar, misma pasión”.

“Los tres llevábamos adelante la idea de tener una carta que tuviera que ver con nuestra querida Patagonia; ofrecer un gran ambiente con muy buena música y muy buena cocina. Ahora, 12 anos después, nos damos cuenta que se logró, que el objetivo, el sueñoo y el deseo se lograron. Eso nos pone felices, pero también nos hace pensar que llega el momento de pasar a otra etapa, de que los tres vayamos a otro nivel”.

“Tuve la inmensa suerte de estar a cargo de la gastronomía de Paihuen, de tener muchos cocineros que se formaron en esas cocinas; de tener a Ricardo Taddeo apuntalando en mi crecimiento; de tener a Nicolás y a Esteban a mi lado para poder llevar adelante mis sueños. En Paihuen pasé 14 años, entendí junto a Ricardo que mi etapa estaba en su final y que tenía que redoblar mi apuesta y mis sueños, que en ese momento era instalarme en Buenos Aires comenzar a trabajar por la cocina de la Patagonia. Hoy, 12 años después de que naciera Torino, entiendo que estoy en la misma situación. Que aAmo estee lugar como sigo amando el Wine Bar pero que llegó el momento de seguir por otros caminos. Torino va a seguir brillando por que nació para brillar. Esteban Schniep sigue al mando, se queda a cargo de sus fuegos y de su ahora Torino, sigue su sueño y va a ir por buen camino, porque es “su” momento, y lo vamos a acompanar por que queremos estar cerca de él, como el de nuestros proyectos. Lo mismo Nicólas, que tampoco sabe quedarse quieto. Quiero que todos sepan que vamos a seguir trabajando muy duro por la gastronomía de San Martín de los Andes, de Neuquén y de la Patagonia poque en mi caso para eso me levanto todos los días. Estoy muy feliz de haber sido parte de Torino, de haber sido jefe y par de un enorme Nicolás y de un enorme Esteban Schniepp”.

Mucha emoción en este recorrido. Mucha historia. Mucha hermandad intensa.

Esteban Schniepp, quien empieza una nueva etapa en su carrera gastronómica, esta vez al frente de Torino.



El turno de escuchar a Esteban. Inevitablemente nos vamos de nuevo al inicio de todo.

“Conocí a Pablo en octubre del 2004, en el Wine Bar de Paihuen, un domingo a la tarde. El estaba con Candelaria y su primera hija Violeta recién nacida, tenia un mes. Hacía una semana había llegaba a San Martín de los Andes desde Buenos Aires enprendiendo una aventura que marcó mi destino. Un cocinero amigo, asistente de Dolly Irigoyen había venido a cocinar al restaurante Caleuche, que también tenía Paihuen y me dijo que el referente en San Martín era Pablo Buzzo. Lo mismo me habían dicho otros cocineros.Ese mismo día me citó para hacer una prueba: que hiciera una cena con los productos que disponía en la cocina del wine bar. Mucha presión. Les cociné y creo que les gustó porque me ofreció trabajar en un cronograma de eventos para noviembre. Acepté enncantado; en ese entonces estaba obsesionado por trabajar con Pablo y su equipo en ese hermoso lugar que es Paihuen. En diciembre me dijo que hiciera la temporada allí. Así nació todo”.

Le pregunto cómo trabajar todos estos años en Torino. “Divido en dos etapas nuestros años de trabajo. La primera fue la época en que Pablo vivía en San Martín donde compartimos más el día día. Eramos más jóvenes y ambos estábamos en pleno crecimiento. Obvio: él ya me llevaba unas cuantas batallas de distancia y yo soy un poco más joven. Siempre fue un referente para mi, nunca lo vi de igual a igual, siempre fue un hermano mayor. La segunda es cuando comenzamos el proyecto Torino. Arranco como cocinero y al poco tiempo me dieron la oportunidad de asociarme a este sueño que se transformó en realidad. Pablo ya estaba más en Buenos Aires que en San Martín. Cuando nos juntábamos trabajábamos en las cartas y menúes de Torino, comenzamos a potenciar la cocina con cenas de pasos, incorporando productos y siempre buscando transmitir la identidad de nuestra cocina satisfaciendo tanto al publico local como al turista. Una vez que Torino se puso en marcha nunca bajamos la guardia; me seguí capacitando, comencé a viajar cuando Torino me daba un respiro a diferentes eventos gastronómicos tanto en la Patagonia como en el país”.

De ahora en más. “Torino ya es una marca registrado. Estamos por cumplir 12 años y la meta que nos pusimos el primer dia es no parar de crecer nunca y mejorar: esa va a seguir siendo mi filosofia de trabajo. Quiero continuar el estilo, calidad y servicio que es nuestro sello distintivo; buscando satisfacer a nuestros clientes de siempre, brindándoles cada día un producto renovado y de excelencia. El desafio es grande pero me encanta. Es un cambio de etapa en mi vida laboral y lo voy a aprovechar al máximo. Me muevo por los nuevos desafios. Y creo que esta será la tecera etapa en mi relacion laboral con Pablo”.

Pablo, Nicolás y Esteban (de izq. a der).

Tres miradas distintas para un mismo acontecimiento. Nicolás Urquiza dice:

“Torino nació en el WineBar de Paihuen donde Pablo me dio trabajo apenas llegué a San Martín de los Andes, 2002. En esa fecha nació una dupla perfecta , él cocinando cada día mejor y yo trabajando en el salón, juntos creamos un ícono en la primera década del 2000, parada obligada de turistas y residentes. En el 2009 le propuse a Pablo que armemos nuestro propio restaurante junto a Matías: justo se dio que Pablo se fue a Capital a hacerse cargo de la cocina y manejo del restaurante Experiencia del Fin del Mundo, en pleno Palermo Hollywood”.

“Así nació Torino. La primera locación elegida tenía mística. Funcionaron dos de los restaurantes más importantes e históricos de San Martín de los Anres: El Raulí ( Luis Etcheverry Garay ) y El Radal (de la gran Gloria Ocampo, madre de Pablo). Juntamos unos pesos que teníamos y nació Torino con un rejunte de mobiliario, cocinas, vajilla y decoracion ecléptica (principalmente camisetas de fútbol que ligaba de clientes en el Wine Bar. Costó pero nos divertimos mucho. La primera carta fueron tapas, pizzas a la parrilla y foundue de queso. El cocinero elegido fue Esteban Schniepp. A los dos años uno de los socios, Matía,s se retiró del restaurante y ahí fue cuando Esteban compró su parte”.

“Despues de 3 años les propuse cambiar de locación, algo más grande y céntrico. Y el lugar elegido fue otro lugar con mística. Así fue que en diciembre del 2011 inauguramos el nuevo Torino y definitivamente año a año nos fuimos transformando en un clásico, con muy buen ambiente, muy buena atención, un lugar donde cenar era divertido, donde la barra de tragos es imponente y donde muchos djs argentinos nos regalaron noches muy divertidas”.

Las paredes se fueron llenando de joyas invaluables (camisetas de Jordan , Maradona, Francescoli, Ginobili, Batistuta, Pichot, Lucha Aymar, Gallardo. En este momento tienen unas 55 camisetas y muchísimos regalos que le dieron un ambiente de bodegón cool en la Patagonia.

“En esto 11 años vivimos de todo; volcanes, pandemias, crisis… pero siempre salimos adelante. Formamos a más de 100 personas (cocineros, camareros y bartenders). Fuimos el primer trabajo para muchos hijos e hijas de clientes, un legado que viene de Pablo en Paihuen. Vimos cómo fue creciendo San Martín y cómo nuestra clientela fue asimilando los cambios de sabores y propuestas que les fuimos dando. En todos estos años no perdimos jamás esa llama sagrada que tiene ser gastronómico. Pablo se trasnsformó en el cocinero más importante y admirable de la Patagonia y formador de cientos de profesionales que marcan un rumbo de crecimiento en el lugar que ocupan (yo soy uno de ellos)”.

Les anticipé. Mucha emoción y sentimientos encontrados. Pareciera por momentos que dicen lo mismo pero no… pero sí. Pero algo en común manifiestan los tres: sea como sea, lo mejor está por venir.


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