Nueva ley de movilidad jubilatoria y crecimiento


En una fórmula atada a la inflación, la lógica es que los jubilados y jubiladas no pierdan, que los ju bilados también sean partícipes de la ganancia.


La Ley de Movilidad Jubilatoria que aprobamos en el plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Previsión y Seguridad Social recupera los principales puntos que tuvo la Ley 26417, que estuvo en vigencia entre los años 2008 y 2017. A diferencia de la que impulso el gobierno de Mauricio Macri en el 2017 y que tuvo vigencia hasta el 2019, aquella ley permitió que los haberes previsionales crecieran un 25% por encima del proceso inflacionario, mientras que la ley de Macri les hizo perder casi 20 puntos de poder adquisitivo en solo dos años.

El proyecto que estamos impulsando utiliza para el cálculo dos elementos, el índice de salarios Ripte, del Ministerio de Trabajo, y la recaudación de recursos de la seguridad social. En este punto, hay que diferenciar la ley que impulsa el gobierno con la que tuvo vigencia en los dos últimos años del gobierno de Cambiemos, que tomaba un 70% de la inflación y un 30% de la recaudación.

Aspiramos con esta medida desindexar el desarrollo de los ingresos de los jubilados del proceso inflacionario y anclarlo en un proceso de crecimiento económico, que ya está demostrando sus primeros indicadores. Esta ley la tenemos que analizar en el marco de un contexto, que es el contexto de la inevitable recuperación económica en la Argentina y que se va a dar lógicamente el año próximo, porque está previsto en el Presupuesto un crecimiento del 5,5% del PBI -que algunos consideran más que pesimista porque se prevé que vamos a crecer más-. Anclar las jubilaciones a la recaudación y al índice de salarios tiene que ver con la enorme expectativa que tenemos respecto a la generación de empleo y a la reactivación de la industria y del consumo en la Argentina, por eso hay que entenderla como parte de un proyecto político y de un modelo distributivo.

No se puede analizar en abstracto porque estamos en una estrategia de ordenamiento macroeconómico para generar las mejores condiciones para una recuperación económica, que va a tener al Estado nacional como protagonista en la inversión y como protagonista en la generación de condiciones para que el Estado regule que esa recuperación económica no sea, como dijo Cristina, para tres o cuatro vivos, sino que tenga un efecto redistributivo.

Esta fórmula va en ese sentido. En una fórmula atada a la inflación, la lógica es solamente que los jubilados y jubiladas no pierdan, en una lógica atada al crecimiento, la lógica es que los jubilados también sean partícipes de la ganancia. Es una fórmula que atada al crecimiento va a traer grandes ventajas y va a volver a poner en el centro a los jubilados y jubiladas, al igual que lo vienen siendo otras medidas en materia económica, como los medicamentos gratuitos de PAMI, como el congelamiento de tarifas, y hay un enorme desafío en encontrar mecanismos que regulen el precio de los alimentos para también contribuir a ese equilibrio que se necesita y por el cual vamos a trabajar.

Es una modalidad de cálculo que demostró que es exitosa porque entre el 2008 y 2015 permitió que los haberes de jubilados y jubiladas estuvieran 25 puntos por encima del proceso inflacionario, a diferencia de la fórmula del macrismo, que incorporando a la inflación como una de las variables en dos años le hizo perder 20 puntos de poder adquisitivo a los jubilados y jubiladas.

No comparte la mirada que impulsa Juntos por el Cambio, que pretende que los jubilados no pierdan y por eso pretende incorporar el parámetro del proceso inflacionario. Nosotros no solamente no queremos que pierdan, sino que queremos que nuestros jubilados ganen y por eso ponemos el cálculo de la ley en el marco del proceso de crecimiento.

Sin el reordenamiento macroeconómico que ha tenido como eje la reestructuración de deuda, la reestructuración del sistema previsional y la necesaria discusión respecto al modelo tarifario en la Argentina y al control de precios va a ser muy difícil que medidas de estas características tengan impacto.

Somos muy optimistas, esta es una medida pensada para nuestros jubilados y jubiladas como una herramienta de inclusión social y es una medida que va a permitir no solamente hacerlos partícipes a nuestros adultos mayores del proceso de crecimiento económico y en ese sentido, como lo dijo la expresidenta Cristina Fernández hace unos días, que sean protagonistas de la distribución, que las ganancias no se las queden tres o cuatro vivos, sino que también brindamos sustentabilidad, sostenibilidad y previsibilidad a nuestro sistema previsional argentino.

En este proceso virtuoso de crecimiento hay que tomar muy en cuenta el impacto que tienen los más de 18 millones de personas que son parte del sistema de previsión y seguridad social en la Argentina. Nuestro país tiene el sistema de previsión social más abarcativo en Latinoamérica, casi el 91% de la población mayor a 60/65 años está incluida y la seguridad social en su conjunto llegó al 94% de los destinatarios en el marco y en el contexto de pandemia.

Esta ley tiene un impacto importante en la provincia de Neuquén porque hay aproximadamente 80.000 jubilados, jubiladas, pensionadas y pensionados que van a recibir el impacto de esta medida, que tiene como base lo sucedido este año, el año más crítico de la historia económica conocida, en el que las jubilaciones más bajas crecieron un 35% promedio con aumentos trimestrales, como los que se impulsan en la nueva ley.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios