ONU denuncia crímenes de lesa humanidad en Siria

Combates cerca de Casa de Gobierno y huida en masa.

AP

AZAZ, Siria (AFP/AP/DPA) – La ONU denunció que el poder y en menor medida los rebeldes cometieron a diario crímenes de guerra en Siria, donde ayer un ataque aéreo devastador causó más de 30 muertos en una ciudad cerca de de Alepo (norte) y los combates se extendieron a pocos metros de la Casa de Gobierno de un régimen muy debilitado y cada vez más aislado internacionalmente.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), el ataque, realizado por un avión del çrégimen que rompió la velocidad del sonido antes de lanzar misiles contra Azaz, ciudad rebelde de 70.000 habitantes cerca de la frontera turca, causó por lo menos 31 muertos y más de 200 heridos.

Los aviones de combate dejaron caer bombas que redujeron a escombros parte de un vecindario pobre e hirieron a decenas de personas, muchas de ellas mujeres y niños que quedaron bajo pilas de escombros. Reporteros de The Associated Press vieron al menos nueve cadáveres poco después de los ataques, incluyendo el de un bebé.

Los bombardeos hicieron que los aterrorizados civiles huyeran para resguardarse. Había tantos heridos que el hospital local cerró sus puertas y pidió a las personas que fueran a la frontera con Turquía que está cerca para que pudieran ser atendidos en otro lado.

Un grupo de personas encontró a un hombre bajo los escombros con la ropa raída y sus extremidades sucias, pero todavía con vida. “¡Dios es grande!’’, exclamaron.

Cerca, una mujer sentada en una pila de ladrillos que una vez fue su hogar, acunaba a un bebé muerto envuelto en ropa sucia. Otros dos cadáveres junto a ella estaban cubiertos con mantas.

“Es una zona civil. Todas estas casas estaban llenas de mujeres y de niños que dormían debido al ayuno del Ramadán. Ni siquiera Israel se atrevería a hacer algo así”, denunció a la AFP Abu Omar, un ingeniero de 50 años.

El ataque en Azaz, a unos 50 kilómetros (30 millas) al norte de Alepo destrozó el sentido de control que los rebeldes buscaron proyectar desde que arrebataron el área al ejército del presidente Bashar Assad el julio.

Precisó que el ataque alcanzó también a once peregrinos chiitas libaneses secuestrados el 22 de mayo en el norte de Siria, y que cuatro de ellos resultaron “gravemente heridos”. El anuncio erróneo de su muerte por parte de medios de prensa libaneses provocó el caos en las zonas chiitas en el sur de Beirut. Hombres armados secuestraron decenas de sirios y vandalizaron sus bienes. Líbano está muy dividido entre simpatizantes y detractores del régimen del presidente Assad. (ver aparte)

En otro frente, los rebeldes sirios llevaron su lucha al fuertemente contolado barrio gubernamental de Damasco, donde atacaron la embajada iraní y al menos tres personas resultaron heridas por un atentado con bomba contra un edificio del Ejército, según la televisión siria.

En la frontera, varias familias, con paquetes de ropa y comida sobre la cabeza, intentaban buscar refugio con Turquía. El número de refugiados sirios en Turquía ha aumentado a más de 61.000 personas, informó ayer el centro para afrontar la crisis humanitaria de las autoridades turcas.

El poblado cercano a Alepo, bombardeado por cazas del gobierno, estaba habitado en su mayoría por mujeres y niños. Hay 31 muertos.


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