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Clubes ¿asociaciones civiles o sociedades anónimas deportivas?
El resquemor tiene su sustento en la aparición de arribistas que pretenden hacer un negocio a través de una de las empresas más emotivas existentes, el fútbol.
El gobierno nacional en su extenso DNU 70/2023 ha incorporado la posibilidad de que instituciones deportivas puedan convertirse en sociedades anónimas (SAD).
Así reza el punto 27 de las 30 reformas que privilegió el presidente Javier Milei, en la presentación de su megadecreto.
En el Artículo 334 se modificó la Ley del deporte incluyendo para ello a personas jurídicas que tengan por objeto la práctica, desarrollo, organización o reglamentación del deporte y la actividad física.
En la actualidad todos los clubes que participan de la AFA son Asociaciones civiles sin fines de lucro, donde el control mayoritario está en manos de los socios.
Diferente a lo que sucede en Chile, Brasil o Uruguay donde ya existen algunas entidades, incorporadas a este tipo de sociedades.
En nuestro país son recordadas algunas aproximaciones a este sistema, como en 1981 con el Loma Negra de Olavarría de la mano de Amalia Lacroze de Fortabat. El de Defensa y Justicia en 1988, Siderca de Campana con Villa Dàlmine en 1990 o Deportivo Mandiyú de Corrientes en 1991 quien llegó a contratar como técnico a Diego Maradona.
En 1994, César Menotti hizo un intento de Gerenciamiento en Alvarado de Mar del Plata en nombre de la empresa “Telemarket” y en 1997 Jorge Solari gerenció a Aldosivi, sin mayor éxito.
Tampoco fueron auspiciosas las experiencias de “Blanquiceleste” en Racing, o las de Quilmes, Ferro Carril Oeste, Chaco For Ever, Talleres de Córdoba y Juventud Unida de San Luis.
A nivel internacional, hoy el Abu Dhabi United Group que maneja al Manchester City ha incursionado con excelentes resultados en el fútbol inglés -con siete de los últimos diez títulos de Premier League- e internacional, tras haber conseguido la Champions League y recientemente el Mundial de Clubes. A su vez han logrado una muy buena campaña en el fútbol español con el Girona, mantienen una filial en Uruguay con el City Torke y han demostrado interés por un club de la Argentina
Otros casos destacables son el del Newcastle, Chelsea y Tottenham en Inglaterra y el Milan, el Inter y la Juventus en Italia.
Más allá de que la manera con que se pretende introducir la reforma en nuestro país está en ciernes, ya que es discutible la necesidad y urgencia invocada; quizás la cuestión que más resistencia genere es la posibilidad de que incursionen en los clubes, empresas que usufructúen sus posibles ganancias y no reparen ni en la función social, ni en ninguno de los otros deportes, que, por lo general en ambas ramas, representan a las instituciones deportivas.
Esta finalidad cuando es noble, impide que el poder le sea quitado a los socios y posibilita que las entidades se encuentren al servicio de su comunidad, que asume al club como parte de su identidad cultural.
El resquemor se cimienta entonces, en la aparición de arribistas que pretenden hacer un negocio a través de una de las empresas más emotivas existentes, el fútbol.
Por el contrario, quienes auspician las SAD entienden que se puede eficientizar la administración de los clubes, obteniendo un lucro a su favor e impidiendo que los mismos sean utilizados como trampolines políticos, escuelas de fuerzas de choque o plataformas para proyectos extradeportivos.
La utilización de un sistema u otro depende en gran parte de cómo y quienes administren, siendo quizás el mejor modelo a seguir ante esta duda, el que aplica la Bundesliga.
En efecto, desde octubre de 1998, la DFB permitió a los clubes convertir sus equipos de fútbol en sociedades anónimas públicas o privadas, abriendo la posibilidad a mejorar la parte financiera.
Sin embargo, el 50+1 (la mitad más uno), asegura a los socios preservar la mayoría de los derechos de voto.
El tema en tratamiento, recuerda una curiosa anécdota, que tuvo por protagonista al por entonces presidente de la AFA Julio Grondona.
El 20 de Julio de 1998 tras el Mundial de Francia, se reunieron en el predio de Ezeiza para tratar el proyecto de modificación del Estatuto de la entidad que permitiría la posibilidad de incorporación de las SAD a propuesta del por entonces presidente de Boca Mauricio Macri.
Entre otros puntos la reforma preveía la venta de derechos de televisación, el marketing y los auspicios para la Selección Nacional, joyas hasta hoy muy caras, para los Popes de la casa madre de calle Viamonte.
El mentor del “Todo pasa”, luego de escuchar la moción, sometió -como nunca- la misma a votación. Fue allí cuando se vieron 24 manos en contrario en alto, lapidando cualquier avance sobre el tema.
Cuenta la historia que Grondona, poniéndose de pie y mirando a Macri con simulada cara de consternación, se le ocurrió decir: “ Perdimo’ Mauricio…”.
*Abogado. Prof. Nac. de Educación Física. Docente Universitario. angrimanmarcelo@gmail.com
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