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Cómo formar docentes para la escuela real: el valor del acompañamiento situado

La estandarización de la formación basada en capacidades propone un esquema que reduce las instancias de análisis colectivo y limita la posibilidad de que los estudiantes sistematicen su propia práctica.

El contexto actual exige más que otros, prestar atención a las trayectorias escolares reales. En ese sentido, creemos necesaria la creación de dispositivos situados, que inscriban las demandas particulares y que, sobre todo, tengan presente la construcción de la subjetividad de les alumnos. Así es que, desde el Instituto de Formación Docente Continua (IFDC), se inicia este desafío del acompañamiento a las trayectorias de niños que cursan la primaria, de adolescentes que con dificultades permanecen en la secundaria y otros que se plantean de manera crónica la finalización de su secundario, pero no encuentran el modo de lograrlo.

Nació en pandemia, a partir de un llamado telefónico, el Proyecto de Extensión de Acompañamiento a las Trayectorias Escolares. Se lleva adelante en convenio con el Municipio de General Roca, desde el año 2021 y es un pilar fundamental en la construcción de profesionales capaces de intervenir en escenarios reales y diversos. Con el apoyo de nuestros estudiantes, niños, niñas y adolescentes encuentran allí un ámbito apropiado para hacer sus tareas escolares, para leer y buscar ayuda para la resolución de sus dificultades de aprendizaje. 

El Proyecto de Acompañamiento a las Trayectorias Escolares no es solo una práctica más dentro de la formación docente. Su eje central es el reconocimiento de las trayectorias escolares reales de niños, niñas, adolescentes e incluso adultos, las cuales no siempre coinciden con los recorridos ideales que establece el sistema educativo. Como señalan Juliana Frassa y Leticia Muñiz Terra, las trayectorias se configuran en la intersección de tres dimensiones: la estructura de oportunidades del contexto, las disposiciones y capacidades de los sujetos y la variable temporal que define su evolución.

Desde esta perspectiva, el proyecto se enfoca en preguntas que emergen en la práctica docente cotidiana: ¿cómo enseñar operaciones matemáticas a un estudiante de tercer ciclo que aún no domina las básicas? ¿Cómo alfabetizar a quien ha pasado años sin consolidar la lectura y la escritura? Estas no son cuestiones abstractas; son desafíos concretos que los futuros docentes deben aprender a enfrentar en la escuela real.

Sin embargo, la reforma basada en capacidades minimiza la importancia de este tipo de espacios formativos. Al priorizar una estructura rígida de desarrollo progresivo de competencias y descriptores de desempeño, la formación docente se aleja del trabajo situado, del aprendizaje en contexto y de la capacidad de responder a las múltiples realidades escolares.

Otro de los aspectos característicos de este tipo de proyectos es la clave territorial que plantea: el acercamiento a los distintos barrios, por fuera del contexto escolarizado; cuestión que complementa y facilita el acompañamiento, pero sobre todo fortalece y profundiza el proceso de aprendizaje de los futuros docentes, ya que la práctica es uno a uno. Permite ensayar un trabajo de seguimiento intenso de los procesos de aprendizaje de niños y adolescentes.

Si la reforma avanza, estos espacios desaparecerían. La estandarización de la formación basada en capacidades propone un esquema que reduce las instancias de análisis colectivo y limita la posibilidad de que los estudiantes sistematicen su propia práctica. En su lugar, se instala una estructura centrada en la evaluación del desempeño individual, con rúbricas preestablecidas que reducen la formación a modelos de eficacia técnica y retroceden más de 40 años en la perspectiva de enseñanza.

Frente a este panorama, urge visibilizar la pérdida que implica la eliminación de estos espacios de formación. El contexto actual requiere de profesionales capaces de interpretar las realidades escolares, intervenir en ellas y sostener procesos de enseñanza con un compromiso ético y político. 

Hoy, más que nunca, es necesario defender una formación docente comprometida con la posibilidad de formar educadores que piensen, que acompañen y que transformen la escuela desde adentro para construir un país más democrático, justo e inclusivo.

* Psicóloga y Docente de Nivel Superior, docentes de Nivel Superior.


El contexto actual exige más que otros, prestar atención a las trayectorias escolares reales. En ese sentido, creemos necesaria la creación de dispositivos situados, que inscriban las demandas particulares y que, sobre todo, tengan presente la construcción de la subjetividad de les alumnos. Así es que, desde el Instituto de Formación Docente Continua (IFDC), se inicia este desafío del acompañamiento a las trayectorias de niños que cursan la primaria, de adolescentes que con dificultades permanecen en la secundaria y otros que se plantean de manera crónica la finalización de su secundario, pero no encuentran el modo de lograrlo.

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