El nuevo mundo y nuestra colonia

Dario Tropeano

* Abogado. Docente de la Facultad de Economía UNco

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Puede resultar reparador conocer un poco que pasa en el nuevo mundo, siquiera para mirar, de lejos, el proceso de integración y crecimiento económico que sucede por sobre la decadencia de occidente. Hace más de 15 años hemos señalado en esta columna que otra realidad mundial existía por sobre nuestras cabezas turbo-machacadas con Miami, Disney y Europa (“El Tío Sam no ha muerto “2/12/2008) .

En el 2021 la consultora McKinsey informaba que China era el País más rico del mundo, responsable del crecimiento en dos décadas del 50% de la economía global ( www.mckinsey.com/industries/financial-service). Bajo esa posición comenzó a desarrollar el proyecto ruta y franja de la seda, emulando las rutas comerciales terrestres y marítimas abiertas por China en el siglo I antes de Cristo.

Bajo esa idea comenzaron a tejerse alianzas e instituciones comerciales entre países de Eurasia, África, Oriente medio, entrelazados con países Latinoamericanos conducidos por Brasil. China ha financiado centenas de proyectos de infraestructura en decenas de países que cambia por materia prima, dado que necesita asegurarse mantener su industria de escala global y alimentar a una población de más de 1.300 millones de habitantes, ejecutando el proyecto más asombroso de inclusión social en apenas 50 años, único en la historia de la humanidad. Modelo político y social definido, disciplina, trabajo extremo, valores tradicionales, son los ejes de un proyecto soberano exitoso; su propia modelo Nacional.

Los países del nuevo mundo se une a través de nuevas e intrincadas rutas por el Himalaya de china y Paquistán, centros logísticos en Mongolia, Rusia y China , carreteras en Sri Lanka, puertos y aeropuertos en el África, inversiones en energía con nuevas refinerías en Irán e Irak, plantas de gas en Afganistán, redes logísticas terrestres y marítimas que vinculan China, Vietnam, Malasia y el medio Oriente (sabían que Arabia Saudita disminuye su vinculación histórica con Occidente y comercia su petróleo en oro y yuanes con China mientras desarrollan emprendimientos conjuntos en energía).

La India vincula industrias con Rusia y se transforma en su principal comprador de energía junto China, que construye nuevas líneas férreas para transportar acelerar el comercio con el gigante euroasiático. Una reciente encuesta mundial (visual capitalist.com) de finales del 2023 encontró que en 8 de los primeros 10 más optimistas respecto del futuro económico de sus países se encuentra en lo que llámanos el nuevo mundo

Como nota característica el proceso incluye la desdolarización: los naciones comienzan comerciar en sus propias monedas los productos exportados, disminuyendo sus tenencias y dependencia del dólar para lograr una completa independencia de las fluctuaciones de monedas altamente comprometidas (el dólar y el euro) basadas exclusivamente en la extorsión del dominio militar y los acuerdos de Bretton Woods de 1945 donde el dólar paso a gobernar todos los mercados de Occidente. La emisión alocada del dólar sin respaldo, basada en la pura confianza del país emisor como la gran potencia global ha perdido sustancialmente su valor (la desvalorización actual cada año supera el 12% dada la inflación REAL en aquel país) lo cual se advierte en los reducidos plazos de vencimiento de los títulos públicos adquiridos por los inversores internacionales que emiten los EE. UU. Es un claro problema de confianza.

El “Nuevo banco de Desarrollo de los Brics” (miren el nombre y compárenlo con el FMI y el Banco Mundial) con sede en Shangai otorga créditos para el desarrollo sostenible a sus miembros y se encuentran en evaluación financiamiento por US$ 33.000 millones dólares a distintos Países integrantes del grupo. Hay filas de países que esperan ingresar a los Brics luego de las recientes incorporaciones, después de más de 7 años sin nuevos miembros. Argentina fue aceptada en el 2023 con ayuda de Brasil y China y apuraba un crédito del Banco Brics para infraestructura ferroviaria, pero…oh ¡sorpresa mundial ! el nuevo personaje presidente decidió rechazar el ingreso y afirmar que nuestros aliados son los EE. UU. e Israel (que conduce actualmente un genocidio en Gaza, reconocido por las organizaciones globales de derechos humanos, y muchos países).

Como siempre decimos la Argentina es un súper país empobrecido que hoy transita intencionalmente un proceso de clara matriz colonial (ahora parece que importaremos alimentos y medicamentos) donde ha desaparecido la palabra producción y trabajo y el negocio financiero de un grupito parece ser el núcleo del experimento.

Política y económicamente Argentina es una colonia, dependiente incluso de nuestros colonizadores (Reino unido que ha extendido la zona económica exclusiva de las islas Malvinas) y nuestra canciller no ha hecho otra cosa que invitar al canciller británico a visitar Buenas Aires. Hemos superado una barrera de dignidad como país, donde los líderes mundiales se ríen en privado del personaje adoptado. Es una lástima la pérdida de una nueva oportunidad histórica, en un proceso que no tiene posibilidad alguna de terminar bien para la absoluta mayoría de los argentinos .


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