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La IA contra la Ciberludopatía: Adolescentes y apuestas deportivas, el nuevo desafío

El aumento de las apuestas deportivas en línea entre adolescentes es preocupante. Han dejado de ser un entretenimiento inofensivo para convertirse en una de las adicciones silenciosas más preocupantes del siglo XXI.

Su popularidad, junto a un fácil acceso a los dispositivos móviles y al anonimato en internet, facilitan su participación. Los menores de edad, ven en ellas una forma rápida de ganar dinero y las perciben como “socialmente aceptables”.

Según datos del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos en Argentina, el 30% de la población mantiene algún tipo de vínculo con el juego. De este porcentaje, el 95% participa de manera recreativa, mientras que el 3,5% son jugadores problemáticos y el 1,5% compulsivos. En total, 19 millones de personas juegan habitualmente, y 7 de cada 100 pueden considerarse adictos.

El impacto en la salud emocional y social de los adolescentes es significativo. Los especialistas en adicciones advierten que las apuestas deportivas en línea generan un alto nivel de dopamina, generando una sensación de placer y euforia que puede derivar en trastornos como ansiedad, depresión, aislamiento social y bajo rendimiento académico. Muchos adolescentes empiezan apostando pequeñas sumas por diversión y utilizando el dinero de sus familias, pero sin darse cuenta terminan enfrentando pérdidas difíciles de asumir. Sin comprender los riesgos de la ludopatía, tienden a la idea errónea de que ganar dinero de forma fácil y rápida es posible.

Los mayores obstáculos, dentro de los entornos digitales, son la insuficiente regulación y las plataformas ilegales, franqueables o “hackeables” que proliferan sin control, lo que fomenta la falsificación de identidades, evadiendo restricciones y demostrando que las políticas actuales no son suficientes. Entonces, ¿cómo proteger a los menores en este escenario tan complejo?

Una protección legal efectiva, no debe limitarse únicamente a restringir el acceso de los menores a los juegos de azar en línea, sino que debe abordar la gravedad del problema desde una perspectiva de salud pública. Si como sociedad buscamos proteger a los menores de 18 años, es fundamental reflexionar sobre qué herramientas pueden utilizarse para prevenir y mitigar sus consecuencias en edades tempranas.

Aquí es donde la inteligencia artificial (IA), emerge como una herramienta clave en la prevención y control de la Ciberludopatía en menores. Su capacidad para analizar datos, permite detectar patrones de comportamiento riesgoso, alertar a padres y tutores, bloquear accesos no autorizados y generar estrategias de concientización más efectivas. Además, mediante el uso de chatbots (programas informáticos interactivos que simulan una conversación humana con un usuario), puede proporcionar información y ayuda en tiempo real a quienes lo necesiten.

Si bien la regulación y la educación, son esenciales para ganar la batalla contra la Ciberludopatía en las infancias, niñeces y adolescencias, en el mundo en que nos encontramos, donde la tecnología avanza constantemente, la IA se vuelve imprescindible. Ya no se puede depender solo de regulaciones y campañas de concientización. Se necesita una respuesta eficaz y adaptada a la era digital.

La IA no solo es una aliada, sino una necesidad urgente en la protección de los más vulnerables, una herramienta de prevención sin reemplazo.

(*) abogada y miembro del Instituto de Derecho e I.A del Colegio de Abogados y Procuradores de Neuquén, dirigido por la doctora Vanesa Ruiz.


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