Trump, el peronista

Se trata de la agonía de un imperio que intenta sobrevivir como país. Ello en tanto de continuar así su incumplimiento de pagos (default ) resultaría inevitable.

El escándalo mediático se ha desatado, para el gozo de las grandes masas mundiales . El Presidente de los EE.UU. anunció hace unos días “el día de la liberación”, mediante el cual se anuncia la aplicación de aranceles recíprocos. Ello quiere decir que los EE.UU. aplican el mismo porcentaje de aranceles a cada producto que otros países le aplican a ellos. En materia de derecho internacional, el principio de reciprocidad importa un trato semejante entre un estado y otro y surge de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas del año 1964 .

Dispone la norma que todo Estado no puede realizar actos discriminatorios que afecten a otros. Desde este punto de vista, nada de anormal tiene la medida adoptada por los EE.UU. , con excepción que ella significa el enterramiento del modelo de globalización financiera y comercial neoliberal impuesto ( justamente por los EE.UU. e Inglaterra ) al resto del mundo en la década de 1970. Su principal difusora, la primer ministro inglés Margaret Thacher es cobijada en el escritorio del presidente Argentina mientras este último afirma que espera los kelpers voten ser Argentinos. Los muertes del General Belgrano descasan en el fondo del mar y las tumbas de jóvenes argentinos en las Islas Malvinas.

Aquel sistema de globalización eliminó barreras comerciales y permitió trasladar fundamentalmente a China millones de puestos de trabajo de compañías multinacionales de los EE.UU. y Europa , ya que los costos laborales era casi diez veces menos. Cientos de miles de empresas y líneas de producción desaparecieron con millones de desempleados .

Los déficit fiscales de los EE.UU. se acrecentaron exponencialmente, mientras sus gastos militares y guerras de conquista en todo el mundo abultaban los mismos. Imprimiendo sin cesar dólares sin respaldo ( la moneda del comercio impuesta desde la segunda guerra mundial) el mundo fue financiando esos déficit (cada dólar que poseemos financia gratuitamente a los EE.UU. y se devalúa anualmente entre un 11 y 12 % ).

La crisis sistémica representó una emisión masiva de mas de 3 billones de dólares para salvar a bancos, fondos de inversión y compañías de seguros y ello desbarrancó definitivamente al dólar , que viene agonizando y generando un déficit fiscal a los EE.UU. de casi 2 billones anualmente . Todo ello ha venido siendo explicado desde estas páginas hace casi 17 años (“El Tío Sam no ha Muerto “ 2/12/2008) .

Hoy esa ecuación cambia, porque el “grupo Trump “(reiteramos representa un proyecto económico social diferente al que prevaleció hasta ahora). Escuchando atentamente su discurso del día 2/4/25 donde anunció el Hollywoodense “día de la liberación”, vi cómo subía al estrado de su discurso a un dirigente sindical de la quebrada industria automotriz, le tiraba su gorra y agradecía a la delegación de los trabajadores camiones. Cómo hablaba de la baja del precio de los huevos, el arroz y los combustibles para los consumidores, del renacer de la industria y la pequeña empresa, de la vuelta de los funcionarios calificados a las empresas del estado que se fueron a trabajar al sector privado .

Anunció exenciones impositivas para las personas que adquirieran un auto nuevo y otros productos, afirmando que el mundo se había aprovechado de ellos aplicando aranceles a sus productos .

Se me ocurrió pensar en la independencia económica que pregonaba Perón, el desarrollo de la industria Nacional, el consumo de las clases populares, la elevación de los aranceles para los productos que competían con la industria nacional (que se mantuvo con excepción del menemismo, que justamente implantó la globalización neoliberal que fundió miles de empresas; proceso que viví en forma directa).

Por cierto Trump no es “el bueno de Trump” sino que defiende desde su nacionalismo los intereses de su país y los impone al mundo por fuerza.

Se trata de la agonía de un imperio que intenta sobrevivir como país. Ello en tanto de continuar así su incumplimiento de pagos (default ) resulta inevitable: no lo digo yo , lo dice el empresario Elon Musk a cargo de ejecutar el ajuste estatal.

Lo dijo también en su discurso Trump : “con estas medidas vamos hacer grande a EE.UU. otra vez y vamos a pagar nuestra deuda”. Lo que se busca en realidad es abaratar el precio del dólar facilitando la exportación de sus productos, reduciendo los intereses dentro de los EE.UU. para impulsar el crecimiento y el consumo . Y para ello necesita que los bancos centrales del mundo lo hagan con sus propias monedas debilitándolas ( devaluándolas ), lo que anulará la subida de precios de los bienes que importan los EE.UU. , dado que la exportación no se detendrá aún con aranceles. Trump va a presionar con la venta de su industria bélica mientras extorsiona con el retiro de apoyo militar, buscando además producir y reducir su déficit fiscal.

Necesita seguir vendiendo deuda y postergar el vencimiento de los bonos del tesoro, pero para ello tiene que achicar su déficit fiscal, bajo riesgo que los inversores internacionales se asusten en demasía y vendan sus activos en dólares. Veremos si lo logra.

Mientras tanto la república colonial Argentina cree en la libertad que no existe, esperando su nueva crisis de deuda soberana y lo que viene añadido a ella.

*Abogado. Docente de Concursos y Quiebras facultad de Economía UNCo.


El escándalo mediático se ha desatado, para el gozo de las grandes masas mundiales . El Presidente de los EE.UU. anunció hace unos días “el día de la liberación”, mediante el cual se anuncia la aplicación de aranceles recíprocos. Ello quiere decir que los EE.UU. aplican el mismo porcentaje de aranceles a cada producto que otros países le aplican a ellos. En materia de derecho internacional, el principio de reciprocidad importa un trato semejante entre un estado y otro y surge de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas del año 1964 .

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