Pakistán: sangrienta protesta islamista

ISLAMABAD (AP) _ Milicianos armados encerrados en una mezquita en la capital de Pakistán deben rendirse, caso contrario las fuerzas de seguridad tomarán medidas punitivas, advirtió un ministro ayer, después de tiroteos que dejaron un saldo de 12 muertos en dos días.

Tras una reunión del presidente, general Pervez Musharraf, con altos funcionarios, el viceministro del Interior Zafar Warriach dijo que el gobierno había declarado el toque de queda en la zona alrededor de Lal Masjid, la Mezquita Roja. «Les pedimos que se rindan y depongan las armas. No se tomarán medidas contra quienes lo hagan, pero el que haga ostentación de armas y salga (de la mezquita) será recibido con balas'', dijo Warriach. El lunes, las fuerzas de seguridad se enfrentaron con islámicos extremistas en las puertas de la mezquita, algunos de ellos con fusiles automáticos AK-47. La batalla señaló una gran escalada que tiene como centro a la Mezquita Roja, que había desafiado la autoridad del gobierno al secuestrar a civiles chinos y paquistaníes durante una campaña de «moralización» que les exige cumplir leyes islámicas.


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