Para la acusación el policía «decidió apuntarle a Godoy», la defensa pidió el sobreseimiento

Hoy se realizó la jornada de alegatos. El lunes 27 el tribunal dará su veredicto. El efectivo está imputado por lesiones graves.

La fiscalía y la querella le pidieron hoy al tribunal -integrado por Mauricio Zabala, Fernando Zvilling y Gustavo Ravizzoli- que declare responsable al policía Sergio Palominos por las lesiones graves que sufrió el exlegislador del PTS-FIT y obrero ceramista, Raúl Godoy, el 8 de diciembre de 2017, durante el desalojo de la maderera MAM. Sostuvieron que el efectivo «decidió» dispararle por la espalda. La defensa solicitó el sobreseimiento. El lunes 27 se conocerá el veredicto.

Godoy llegó ese día a la empresa ubicada en Parque Industrial, alrededor de las 7, se presentó como diputado y pidió hablar con el jefe del operativo. Parte del personal de MAM había sido despedido hacía cinco meses y ocupaba las instalaciones a la espera de una solución. Por orden judicial se había determinado que durante el feriado la policía iba a desocupar la fábrica.

En ese contexto fue que Godoy recibió un disparo en su tobillo izquierdo, que le produjo una fractura de peroné. Para la fiscal Paula González fue Palominos, que cumplía funciones en el lugar, el tirador. Ocurrió a las 7.36, con una escopeta 1270. Mencionó que no había un gran número de manifestantes, como se observó en los videos que aportó la propia policía y que se expusieron en las cuatro jornadas de juicio. Antes del disparo, dijo, escuchó la frase: «a vos te vamos a sacar de servicio».

Fueron once tiros en siete segundos y el último fue el que lo lesionó. La fiscal remarcó que todos los efectivos dispararon al aire, salvo Palominos que «tomó la decisión de apuntarle a Godoy». Afirmó que fue un accionar «desproporcionado» y que lo ejecutó cuando «no estaba en juego la vida y la integridad de nadie.»

González planteó que todos los peritos concluyeron que la persona que tenía más probabilidades de haber efectuado el disparo había sido el imputado, quien, eligió, aseguró, dar un tiro a menos de tres metros, «directo», «prohibido» y que puede causar «daños irreversibles.» Sumó que el médico forense que lo examinó declaró que la herida era compatible con la de una posta de goma.

Le solicitó al tribunal que lo declare responsable por las lesiones graves, agravadas por haber sido cometido por un funcionario policial, en abuso de sus funciones, por alevosía, porque el disparo fue por la espalda, y por el uso de arma de fuego.

La fiscal González, la asistente Noelia Stillger, el abogado querellante Mariano Pedrero, junto a su colega, Natalia Hormazábal y Raúl Godoy. Foto Florencia Salto.

La abogada querellante Natalia Hormazábal precisó que el desalojo fue entre las 7 y las 7.15, y que a la hora que llegó Godoy, la policía ya tenía «el control de la fábrica». «Ese operativo estaba concluido», subrayó. Indicó que nadie quiso entrar a la empresa, sino saber en qué situación se encontraban las cinco personas detenidas.

Manifestó, al igual que la fiscal, que no hay «justificación alguna» para el accionar de Palominos, y que él disparó cuando Godoy estaba de espaldas, leventemente lateralizado. Sostuvo que el ingreso de la víctima al hospital Castro Rendón fue a las 8.20 y que la lesión lo afectó en el desenvolvimiento de su trabajo.

Su colega, Mariano Pedrero, le requirió al tribunal que declare responsable al efectivo, por la misma calificación, en «honor a los trabajadores de MAM, a sus familias» y a las «víctimas de la represión policial». «Lamentablemente vemos como la policía actúa con impunidad y dispara a los manifestantes», agregó. Defendió el ejercicio del «derecho a la protesta contra la injusticia o por la desigualdad.»

El defensor Rubén Casas sostuvo que Palominos ejecutó una «orden lícita», al referirse al desalojo. Mencionó que la lesión de Godoy no lo afectó en su actividad legislativa, ya que presentó dos proyectos de ley después del hecho. Hizo énfasis en que la acusación no pudo secuestrar el arma involucrada y por ende «no se puede decir que se usó una escopeta».

Nahuel Urra, también defensor, remarcó la «orfandad probatoria» y le hizo un fuerte reproche a la fiscalía por no cumplir su «deber de objetividad». «Este señor», dijo, señalando al imputado, que siempre se mantuvo sentado de costado a la acusación, y mirando a sus defensores, «es un testigo».

El lunes se dará el veredicto. Luego el tribunal entregará los fundamentos de la sentencia, y en caso de que lo encuentren culpable, se fijará la audiencia para la imposición de pena.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios