Pasan los días y el transporte urbano, en Roca, sigue paralizado y sin horizonte

Desde el gremio exigen que se contrate a más de 80 empleados que prestaba servicios en la firma 18 de Mayo. Extraoficialmente, uno de los empresarios interesados aseguró que el futuro es muy incierto.

Pasaron exactamente 48 días desde que los choferes de la empresa 18 de Mayo subieron por última vez a un colectivo a realizar un recorrido por los barrios de Roca. Desde ese día, miles de vecinos -en su mayoría de las zonas más alejadas del casco céntrico- quedaron si uno de los servicios esenciales para movilizarse.

Tal vez el contexto de la pandemia camufló la falta de transporte pero el problema sigue latente y por ahora las soluciones no parecen estar al alcance de la mano.

Desde el gremio UTA aseguran que el principal objetivo es mantener la fuente de trabajo de los más de 80 trabajadores de la empresa 18 de Mayo. «La empresa que llegue a Roca tiene que volver a tomar a los trabajadores. No podemos permitir que se queden sin su principal fuente de ingreso», remarcó Ángel Rubio, quien aclaró que es consciente del contexto que atraviesa la ciudad por la pandemia pero sostuvo que los empleados no tienen la culpa de esta situación.

Para el dirigente, debe ser una obligación que la empresa que tome el servicio -según el municipio hay tres en puja: Pehuenche, Vía Bariloche y Autobuses Santa Fe– pueda contener a los trabajadores que están sin ingresos y sin trabajo. «O los tienen que tomar o la empresa 18 de Mayo los tiene que indemnizar pero una respuesta le tienen quedar«, dijo de manera enfática, y reconoció los esfuerzos del Ejecutivo municipal en buscar una solución a la situación de los trabajadores.

Un referente de una de las empresas de transporte interesada en el servicio, en Roca, expresó en diálogo con este medio que resulta «muy difícil» asumir una inversión de este tipo en este contexto, y más si se tiene en cuenta la irregular entrega del subsidio que vienen realizando Nación y provincia. Tampoco dejó de observar la situación de los trabajadores de la empresa local a quienes debería tomar en medio de una situación «crítica» para el transporte.

Y si bien aseguró que hubo avances, todavía no existen definiciones concretas sobre el rumbo que tomará el transporte público en la ciudad que, en épocas normales, trasladaba un promedio de 10.000 personas por día.

La intendenta María Emilia Soria sabe que apenas Roca se comience a salir del aislamiento, el transporte se volverá un problema aún mayor y que deberá resolver en un muy corto plazo. «Sin definiciones todavía», fue la respuesta que esta mañana dio un funcionario municipal sobre el tema del transporte público.

Poco movimiento mucho reclamo

Si bien el movimiento no se compara con una jornada de semana fuera de la pandemia, ya son cientos los vecinos de Roca que hoy no cuentan con un medio de transporte.

Una persona que trabaja en un comercio del casco céntrico recorre todos los días 12 cuadras caminando y el resto del trayecto lo completa en taxi. «Es para abaratar los costos», asegura pero también para combatir las bajas temperaturas que asoman en pleno invierno.

Ese recorrido le cuesta 125 pesos. Con ese dinero, en épocas normales, le hubiera alcanzado para comprar casi cuatro boletos de la sección 1 que salía $34 o uno menos en la sección 2 que costaba 35,92.

A medida que el escenario se aleja del caso céntrico, los costos son mayores para los usuarios que hoy pagan 700 pesos por venir desde Paso Córdoba al centro de la ciudad. Hasta hace un mes y medio, por ese recorrido se abonaban 43,99 pesos.


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