Pasta con salsa de tomates y berenjenas

La comida casera siempre tiene ese toque especial, único. Por eso Edith Sánchez (@edithsanchezok) nos anima con este plato.

La salsa de tomates es simple: proceso tomates frescos sin piel que cocino durante unos 40 minutos en aceite de oliva junto a un par de dientes de ajo aplastados dentro de su camisa. El tomate va tomando densidad con el calor del fuego. Solo lleva sal y pimienta.


En una sartén chica, frío unas cuantas hojas de albahaca bien lavadas y secas. Hay que retirarlas con cuidado y ponerlas a escurrir en papel absorbente, ya que se rompen con facilidad. Esta cocción las deja crujientes y de un verde increíble para decorar además de entregar infinito sabor al plato.

En la misma sartén, podes freír las berenjenas. A éstas, hay que cortarlas en láminas finas y luego en cuartos. Elegí una berenjena de esas que brillan y son de color entre negro y violeta. Hay que salarla apenas, y dejarla un rato a soltar su agua. Las rebocé en harina. Se dejaron freír sin prisa hasta quedar sequitas y crocantes.


Con toda la previa armada, elegí una pasta corta: un paquete de rigattonis que herví en abundante agua salada durante 12 minutos para sacarlos al dente. Los reuní con la salsa en la sartén donde ella seguía concentrando su sabor. Los dejé unirse durante dos minutos y los serví en platos hondos. La lluvia de berenjenas y albahaca llegó al final, justo antes de ser puestos sobre la mesa.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios