Pesatti agarra la escoba en Viedma: orden y limpieza

El intendente de Viedma apuntó a la responsabilidad individual de los vecinos. Promete inspectores “en todos lados”.

El balance de su primera semana al frente de la intendencia en Viedma, Pedro Pesatti lo resumió con este diagnóstico: hay que mejorar lo más rápido posible la calidad de servicios.

“Nos encontramos con una necesidad muy fuerte de poner orden en una ciudad que manifiesta un desorden generalizado y requiere recuperar ese principio”, deslizó. Y para no dejar dudas, dijo que “se terminó eso de que como vecino puedo hacer lo que a mí se me antoja”.

Consideró como cuestión básica y punto de partida ordenar y limpiar la ciudad “que está sucia por muchas razones”. Apuntó a “las responsabilidades individuales de los vecinos”.

“De acá al 22 de abril (fecha del 241° aniversario de fundación de la capital) tiene que experimentarse una fuerte limpieza. Es como cuando llegás a habitar una casa y antes de ponerte a cocinar tenés que sacar la mugre”, insistió. Y a continuación reveló que a raíz de la falta de medidas de saneamiento, una mujer que vive en un barrio tuvo que ser derivada a un centro de mayor complejidad por el contagio de una rata.

En sus primeras acciones, el flamante jefe comunal encabezó una maratónica sesión de siete horas con su equipo de trabajo. Se fijaron los ejes prioritarios en busca de soluciones graduales para los problemas estructurales de la ciudad.

El presupuesto en números

1.570
millones de pesos será el presupuesto del estado municipal viedmense que tendrá en 2020.
80%
de gastos corrientes, y dentro de ello, el 50% se va en salario de 680 empleados.

En cuanto a la situación social, la intención es concretar un programa de asistencia a sectores vulnerables.

Pesatti adelantó a Río Negro que resulta necesario recuperar “el ciento por ciento del poder de policía”, para lo cual “habrá presencia de inspectores en todos lados”. En ese sentido, ya encargó a sus colaboradores un plan de uso del espacio público para reubicar los carritos de la avenida costanera y reformular los sistemas de transporte, tránsito y estacionamiento.

En cuanto al presupuesto mostró cierta disconformidad, tomando en cuenta que el número final surgió de un acuerdo con las autoridades salientes. “No es ciento por ciento lo que hubiera deseado –apuntó– pero fue producto de la transición con lo cual tenemos que optimizar la recaudación de recursos propios modernizando el sistema de captación de recursos, sin que eso signifique una mayor presión para los contribuyentes”.

Observó que en ese aspecto las anteriores dos gestiones (José Luis Foulkes-Mario Francchioni) le dejaron un “regaló”. Es que las tasas municipales se ubican por debajo de la inflación, incrementándose un 30% contra un salario de los empleados municipales que creció un 50%.


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