Piden que no cierre un espacio de salud mental en Bariloche

El dispositivo “Girasoles” se creó en el inicio de la pandemia de covid para cortar la circulación dentro del hospital Ramón Carrillo. Los familiares de los pacientes lo quieren abierto.

El Grupo de Allegados de Personas con Enfermedades Mentales (Gapem) solicitó la continuidad del dispositivo “Girasoles” que se puso en marcha durante la pandemia, para atender a los usuarios del servicio con trastornos psiquiátricos graves -que no pueden ser tratados de manera ambulatoria-.

“Nos preocupa la intención de la dirección del hospital Ramón Carrillo de desmantelar este dispositivo y trasladar a los pacientes a las paupérrimas condiciones de alojamiento y tratamiento en una sala común del nosocomio de la calle Moreno”, plantearon.

Recalcaron que el edificio de Girasoles “es el único dispositivo de estas características en la ciudad, dado que los sanatorios privados de la ciudad no cuentan con servicios de guardia ni internación para salud mental, en infracción de las leyes nacionales”.

Desde la organización se refirieron especialmente a los cuadros psiquiátricos que necesitan tratamientos intensivos de meses o años, como discapacidades intelectuales severas y trastornos de la conducta, casos de demencia avanzada con síntomas psicóticos y agresividad, o algunas formas cronificadas de esquizofrenia, entre otros.

Aclararon que son “personas inimputables que no están en plenitud de sus capacidades mentales, que no siempre pueden tomar decisiones racionales” y que requieren la intervención de terapistas ocupacionales, operadores terapéuticos, médicos psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales y otros profesionales “como así también el alojamiento en dispositivos habitacionales adecuados, a fin de no lastimarse físicamente a sí mismos ni a otras personas”.

Cuando comenzó la pandemia por Covid-19, a fin de limitar la circulación intrahospitalaria, el servicio de internación de salud mental del hospital Ramón Carrillo fue trasladado a la Escuela de Hotelería y en una segunda instancia, tras el reclamo de estudiantes y una denuncia de Gapem ante el Inadi, al edificio donde funcionaba el jardín de infantes Los Girasoles.

Es absurdo pensar que este tipo de pacientes pueden ser atendidos de manera ambulatoria. O sin un dispositivo habitacional”,

Grupo de Allegados de Personas con Enfermedades Mentales.

“Las experiencias en la Escuela de Hotelería y en Girasoles han generado una mejoría en la calidad de atención y la vida de los pacientes allí internados”, manifestaron desde Gapem, la organización conformada por familias, pacientes y profesionales. Y aclararon: “No se requieren conocimientos sobre salud mental para entender que el contexto de una casa rodeada de verde es un espacio más propicio que una sala en hospital”.

Durante muchos años, los pacientes fueron internados en una sala común del hospital Ramón Carrillo, junto a personas con otros padecimientos físicos.

“En muchos casos, los pacientes se resistían al tratamiento, se escapaban e incluso han llegado a poner su vida en peligro, culminando en más de un episodio de suicidio o lesiones físicas. Hace un tiempo, un paciente de salud mental internado en el Hospital Regional trepó al techo y se tiró a la calle”, recordaron desde la institución.

Coincidieron en que un dispositivo habitacional como el de “Girasoles” es “más seguro y propicio” para los tratamientos.

Es absurdo y temerario pensar que este tipo de pacientes pueden ser atendidos de manera ambulatoria. O sin un dispositivo habitacional”, insistieron.

Señalaron que el hospital Ramón Carrillo nunca contó con la infraestructura adecuada para el tratamiento de estos cuadros, como ventanas blindadas ni suficientes espacios terapéuticos intrahospitalarios (salas de estar, de juegos, de terapia ocupacional).

Según una resolución del Ministerio de Salud, recordaron, los pacientes con patologías mentales deben estar alojados en habitaciones con 2 a 3 camas, como máximo.

“En los 30 años de la ley de Salud Mental, el gobierno provincial ha usado la norma para desinvertir y dejar así al desamparo a los enfermos mentales y a sus familias. Incumple con la creación de una red de dispositivos que prevé el modelo de salud mental comunitaria propulsado por las leyes provincial y nacional”, concluyeron desde Gapem.

Recordaron que el hospital Ramón Carrillo fue construido bajo criterios de hace más de 80 años, bajo la época de expansión de Parques Nacionales, y con todas las deficiencias que el paso del tiempo provocó.


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