“Un policía me desalentó a denunciar” contó la chica que evitó un ataque

El jueves por la tarde, Guadalupe Sanz sufrió un ataque a plena luz del día en Roca. Fue cerca de las 18, en la intersección entre Mariano Moreno y 3 de Febrero. Según relató la joven, un hombre en bicicleta la siguió después del cruce de la calle San Juan (ella circulaba por Moreno) con actitud sospechosa. Fue así que Guadalupe se puso en alerta, “a ver si me miraba o estaba en la suya”.

“En ese momento me metí en una calle lateral. Retrocedió con la bici y me siguió. Di la vuelta y me cruzó la bici. Lo putée y empecé a correr y gritar”, contó Guadalupe, que agregó que el agresor le dijo “gritás y te pego un tiro”. Un joven que pasaba por la zona en auto, identificado como Lucio, frenó para ayudarla y la llevó hasta la casa.

Sin embargo, la difícil jornada no terminó ahí para Guadalupe. “Fui a denunciar media hora después de lo que pasó con mi mamá y mi hermana, a quienes llamé apenas llegué a casa. Ellas vinieron desde Allen”, relató a “Río Negro”. Además, contó que en dos comisarías distintas le dijeron que no podían tomarle la denuncia, hasta que recayó en el Destacamento 178 de Bagliani, cerca de las 22:30.

“El policía que me atendió en ese lugar me desalentó a hacer la denuncia: me ponía mil excusas, me decía que no iba a servir para nada, que íbamos a tardar mucho e iba a llegar tarde a casa”, explicó Guadalupe. Al mismo tiempo, afirmó que “durante el proceso, el policía cuestionó constantemente mi relato, y evidentemente no tenía mucha comprensión porque le expliqué lo mismo que expliqué a todos los medios y él entendía lo que quería. Me decía que había dado muchas vueltas, ponía en duda algunas cosas, me cuestionaba la hora…”.

Tras redactar la denuncia, surgió otro inconveniente. Es que Guadalupe presentó su testimonio sobre un intento de violación, pero la denuncia formal presentada en Fiscalía habla de coacción forzada. Según explicó Guadalupe, esto se trató de una cuestión del relato: “yo le explico de forma muy clara al policía lo que pasó, que para mi fue un intento de abuso porque no trató de robarme nada, me abordó directamente. Él después se lo narró a la fiscal y ahí me dijo que era una coacción forzada, que no cabía el intento de abuso porque él no me había tocado en ningún momento ni había mostrado un arma. Ya me han robado otras veces y también me habían querido agredir sexualmente, y sé la diferencia, es otra la manera de actuar”, afirmó.

El viernes comenzó en la misma sintonía, pues desde temprano debió realizar la rueda de reconocimiento. “Vi más de 1800 fotos, no era ninguna de las personas que había ahí”, explicó.

¿Cómo sigue el proceso después de vivir toda esta situación? “La denuncia está vigente, no lo pude identificar. Hoy me llamaron de la oficina de Atención a la Víctima para pedirme que vaya el lunes a ampliar la denuncia y ver si se puede hacer un identikit con Criminalística. Haré eso, pero mucho más no puedo hacer”, deslizó Guadalupe.

Por su parte, afirmó que “en la brigada de investigación me trataron muy bien, el policía que me tomó la denuncia fue el único que se comportó así. No sé donde quedará todo, y por un lado quiero hacer todo lo que esté en mis manos; pero por el otro quiero que se termine todo de una vez para acostarme, cerrar los ojos y olvidarme de este infierno”.

Antes de despedirse, Guadalupe dejó un mensaje: “lo más importante para mi es transmitirles a las mujeres que lo que me salvó fue el coraje. Reaccionar rápido, correr, gritar. No apichonarse ni entregarse. Morir peleando si hace falta. Y a los vecinos, que estén atentos y que cualquier cosa que escuchen salgan enseguida a la calle y se involucren”.