Arabela Carreras gastó en la campaña de Bariloche más que todos sus competidores juntos

Los partidos políticos que participaron de las elecciones municipales rindieron sus gastos. La gobernadora tuvo un presupuesto desproporcionado respecto del resto de los candidatos. ¿Quiénes fueron los aportantes?

El duro revés que sufrió la exgobernadora Arabela Carreras hace tres meses en su intento de convertirse en intendenta de Bariloche quedó más expuesto aun al repasar y comparar los gastos electorales, según los cuales invirtió en su campaña más que la sumatoria de todos sus competidores.

Carreras compitió con la boleta de Juntos Somos Río Negro, cuya rendición de gastos declara desembolsos por 14.796.000 pesos. Muy por detrás, quedó en segundo lugar la fracción del peronismo enrolada en Nos Une Río Negro, con Ramón Chiocconi como candidato, que gastó 4.214.700 pesos. La elección fue ganada por el actual intendente Walter Cortés, del Partido Unión y Libertad, quien declaró gastos por 2.020.000 pesos.

Bloqueada su chance de ir por la reelección en la provincia, Carreras apostó todo su capital político en la candidatura a intendente de esta ciudad y no le fue bien. Otra lectura posible de las rendiciones presentadas en la post elección es la que surge de cruzar el volumen del desembolso partidario en cada caso con los votos cosechados. Ahí el impacto es más elocuente.

Carreras obtuvo 10.111 votos (un magro 15,2% del total) y cada uno le costó 1.463 pesos. La misma ecuación resultó mucho más favorable para Cortés porque se impuso en la elección con 12.977 sufragios (el 19,6%) y terminó por invertir apenas 155 pesos por votante.

Las elecciones se realizaron el 3 de septiembre y contra la mayoría de los pronósticos la entonces gobernadora no pudo acceder a la intendencia de Bariloche. En las calles y también en los medios de comunicación se notó que su despliegue publicitario fue por lejos el de mayor envergadura. Esa impresión fue confirmada por los informes económicos de campaña que recibió la Junta Electoral Municipal.

De los 12 partidos y alianzas que compitieron en los comicios un total de 11 los presentaron en tiempo y forma (60 días es el plazo) y solo faltó el de Unidad Popular, cuyo candidato a intendente fue Luis Suero. Desde la Junta explicaron que muy probablemente realizó su rendición en la Justicia Electoral en Viedma, pero no lo hizo en Bariloche.

La exigencia de la rendición contable está normada en el Código Electoral Municipal, pero la Junta no tiene facultad de sancionar a los incumplidores. Distinto es el riesgo que corren las agrupaciones políticas si no retiran la cartelería y pasacalles callejeros en los 30 días posteriores a la elección, ya que en ese caso pueden ser multados por la secretaría de Fiscalización.


Uno a uno, los gastos de los partidos


Según los informes la campaña Carreras encabezó la tabla de gastos con 14,79 millones de pesos, seguida por Chiocconi con 4,21 millones, Andrea Galaverna (Incluyendo Bariloche) con 2,05 millones y Walter Cortés con 2,02 millones.

Debajo aparecen en el listado la UCR con Marcelo Ponce com candidato (que terminó último) con 675.000 pesos, Carlos Aristegui (Juntos por el Cambio) con 614.000 pesos, Facundo Blanco Villalba (Primero Río Negro) con 595.000, Norberto Rodríguez (Participación Vecinal) con 552.000, Armando Aligia (Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad) con 530.000, Lihue Bariggi (Seamos Futuro) con 325.000 y Pablo Chamatrópulos (Sumamos por Bariloche) con 303.000 pesos.


Desproporción en los gastos


El dato llamativo es que el gasto de Carreras supera por casi 3 millones de pesos el que acumularon en conjunto los otros 10 candidatos. Una asimetría de recursos que no se tradujo ni por asomo en las urnas.

La inversión promedio por elector también da cuenta de las distintas capacidades económicas de cada fuerza política. A la candidata de JSRN cada voto le costó 1.463 pesos. Tampoco tuvieron una ecuación favorable el radical Marcelo Ponce (680 pesos por voto), ni el peronista Ramón Chiocconi (674 pesos por voto). Andrea Galaverna, la candidata postulada por otras fracciones del peronismo desembolsó 304 pesos por voto.

El ganador de los comicios, Walter Cortés, gastó solo 155 pesos por cada voto cosechado. Y otros con peores resultados, tuvieron una gasto promedio parecido. Aristegui (JxC) invirtió 122 pesos por voto y Blanco Villalba (Primero Río Negro) 138 pesos por voto.

Más pobre en relación con el gasto fue el desempeño electoral del Frente de Izquierda, que invirtió en la campaña municipal un promedio de 521 pesos por voto. Mientras que al vecinalista Norberto Rodríguez (Pave) cada voto le demandó 369 pesos.

Las campañas más baratas fueron las del exconcejal Pablo Chamatrópulos (Sumamos), a razón de 109 pesos por voto, y la de Lihue Bariggi (Seamos Futuro): 11 pesos/voto.


En qué gastaron


El grueso del gasto en todos los casos fue la folletería, la confección de carteles, la contratación de avisos en televisión, en radio, medios gráficos y digitales. Carreras, por ejemplo, solo en televisión gastó 3,6 millones de pesos. Además en su rendición aparece 1.160.000 pesos para un locro (sin facturas que lo demuestren) y 500 mil para “impresión de lonas”.

Los detalles y la documentación presentada por cada partido son muy desiguales, pero aparecen algunas singularidades, como los “75.421 pesos en refrigerio/reuniones” que declaró Seamos Futuro y los 3 millones de pesos en “publicidad en redes” que gastó Nos Une Río Negro, alrededor del 70% de su presupuesto.

Las carpetas no se rigieron con los mismos criterios. La de Nos Une Rio Negro fue de las más completas, ya que agregaron hasta copia del DNI y comprobante de transferencias bancarias de cada aportante. También fue muy puntillosa y abultada la rendición del radicalismo.

En cambio el PUL omitió cualquier detalle, Sumamos por Bariloche no tiene detalle de los ingresos y el Frente de Izquierda también ofrece información muy limitada.


El origen del dinero para la campaña de Bariloche


Si bien la regulación es poco específica, los partidos políticos están obligados no solo a informar y justificar el gasto electoral sino a identificar los aportes recibidos para el fondo de campaña. Algunos le agregan la certificación de un contador matriculado, casi como un balance. Otros eluden esa formalidad, sin mayores consecuencias.

En un enorme porcentaje todos los partidos declararon haberse nutrido de donaciones personales (no de empresas ni organizaciones) y una buena parte de ese dinero provino del bolsillo de los propios candidatos o de otros dirigentes partidarios.

En el listado de aportantes a la campaña de Carreras figuran por ejemplo el actual diputado nacional Agustín Domingo con 400 mil pesos, el secretario de Turismo de Río Negro Marcos Barberis con 200 mil, el empresario de turismo y expresidente de Tren Rionegrino Daniel García con 600 mil, Ignacio Menegozzi con 400 mil, Fabián Zampini (esposo de Carreras) con 600 mil, el gerente de la Cámara de Comercio Claudio Cabaleiro con 600 mil, los candidatos a concejales Juan Pablo Ferrari con 200 mil y Glenda Cohen con 100 mil, el empresario Enrique Vitale con 500 mil y también la firma del rubro turístico Patagonia Active con 600 mil pesos.

Chiocconi fue el principal aportante a su propia campaña a intendente con 500 mil pesos y detrás suyo aparecen también otros referentes políticos como Tolkeyén Autelitano, Ana Marks, Laura de la Rosa y Joaquín Collazo.

En la declaración del PUL (cuya rendición es de apenas un par de hojas, sin ninguna documentación respaldatoria) los principales aportantes son el intendente Cortés con 450 mil pesos, el presidente del Concejo Deliberante Gerardo del Río con la misma cifra. El abogado Martín Domínguez con 375 mil, el dirigente del gremio mercantil Alberto Arabarco con 30 mil, el vocal electo del Tribunal de Contralor Esteban Romero con 370 mil y el empresario de transporte y concejal electo Tomás Hercigonja con 200 mil.

Las referencias más curiosas son las de Juntos por el Cambio, que tuvo como fondo de campaña una suma de 614 mil pesos, aportada en su totalidad por el candidato a intendente Carlos Aristegui. El Frente de Izquierda declara aportes “en especies” (por afiches y carteles) y aportes partidarios como el del PO por 150 mil pesos. El radicalismo también es de los únicos que junto a los aportes personales identificó un modesto agregado de 12.500 pesos como “fondos del partido”.


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