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Destinan $722 millones para premiar a chacareros que produzcan manzanas sin gusanos

Bajó la cantidad de productores que se anotaron para recibir el subsidio pero se quintuplicó el monto a repartir para adquirir difusores.

El gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, firmó un decreto que habilitó la distribución de $722.672.720 en aportes no reintegrables para el Programa de Promoción de la Sanidad y Calidad Frutihortícola. Este programa benefició a 98 productores frutícolas con una superficie total de 1.676,54 hectáreas.

Su creación se originó a partir de la ley 3293, que estableció incentivos para los productores que alcanzaron los estándares sanitarios requeridos por mercados de exportación.

La normativa promovió el mejoramiento de la salud de los cultivos y fomentó las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). La responsabilidad de la aplicación del programa quedó en manos de la subsecretaría de Producción.

El financiamiento provino del Fondo de Promoción Frutihortícola, el cual destina recursos anualmente para apoyar a los productores. En temporadas anteriores, en 2021-2022, participaron 106 productores con una superficie de 1.717,39 hectáreas, recibiendo un total de $62.831.225

Durante el período 2022−2023, el beneficio llegó a 128 productores que se distribuyeron $160.503.229,25.

El problema de la carpocapsa, una plaga que amenaza la producción de manzanas y peras, llevó a la implementación de medidas de control, que incluyeron el uso de emisores de feromona, con un costo de $287.308 por hectárea. Este monto se obtuvo al observar que es el valor mínimo que cotizaron los tres principales proveedores de la Dirección Provincial de Producción Agraria y Sanidad Vegetal.

Este enfoque se enmarcó dentro del esfuerzo por mejorar la calidad de los cultivos, porque disminuye la cantidad de aplicaciones con pesticida.

El monto otorgado a los productores se determinó según el grado de cumplimiento de los estándares sanitarios establecidos. El Centro Pyme, organismo encargado de gestionar los fondos, se comprometió a realizar los pagos correspondientes a los beneficiarios para apoyar “el desarrollo del sector frutal en Neuquén”.

Una plaga difícil de combatir


La carpocapsa (Cydia pomonella), también conocida con el nombre de gusano o polilla de la pera y la manzana, es la principal plaga del manzano, peral, nogal y membrillero. El insecto, pertenece al grupo de polillas y produce daños irreversibles sobre la fruta debido a que las larvas (estado juvenil del insecto) se alimentan en el interior de la misma alcanzando las semillas.

En nuestro país, es una plaga presente bajo control oficial, que provoca pérdidas directas sobre la economía regional (cantidad y calidad de fruta, incremento de costos para su control, etcétera), sino que también impone limitaciones para el acceso a nuevos mercados.

Los daños en la fruta, se visualizan en un comienzo como un orificio rodeado por una especie de “aserrín” característico en la parte externa del fruto. Este es muy pequeño y de color claro cuando la larva hace pocos días que ha penetrado el fruto y se va haciendo más voluminoso y más oscuro a medida que la larva va creciendo. Su incidencia constituye una de las principales limitaciones en la cantidad y calidad de la fruta obtenida.

Según el Senasa, en el año 2002, se desarrolló un Programa Fitosanitario Obligatorio (POF), el que incorporó prácticas de manejo básico del monte frutal para el control de Carpocapsa en Río Negro y Neuquén, con el objeto de bajar la incidencia de la plaga y contar con el amparo de una normativa.

Datos

$ 287.308
Por cada hectárea se entregar $287.308 que es el precio más bajo que cobraron los proveedores.

En julio de 2002, el gobierno de la República Federativa de Brasil cerró la importación de frutas de pepita procedente de Argentina y declaró a la Carpocapsa Plaga Cuarentenaria A2(1) para su país.

Luego de negociaciones con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Abastecimiento (MAPA) de Brasil, Senasa negoció que se autorizara el envío de peras, manzanas y membrillos producidos en Argentina, bajo un estricto régimen de inspección sanitaria, implementándose así un Sistema de Mitigación de Riesgo (SMR), específico para estas frutas.

Diez años después, Neuquén aprobó el aportes no reintegrable para productores/as que demuestren la calidad de sus productos en relación con un protocolo de estatus sanitario y el cumplimiento de Buenas Prácticas Agrícolas, según leyes nacionales vigentes.

Estos requisitos se verifican año a año y chacra por chacra, mediante las auditorías cada temporada. Esta ley establece también aportes diferenciales a empresas a cargo de mujeres, y en actividades productivas lideradas por mujeres.


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