Hay baja expectativa externa de que Argentina cumpla con el FMI

En Wasghinton y Wall Street le temen al “vacío de poder” en el Gobierno. El propio Fondo ya advierte que habrá modificaciones porque no se podrá cumplir. En la Rosada preparan un encuentro del Presidente con empresarios y sindicalistas para el martes. Buscan contrarrestar torpedeos desde el kirchnerismo.

Más allá de la celebración del Gobierno por el acuerdo con el FMI, crecen las dudas en Washington y Wall Street respecto a que la Argentina pueda cumplir con las exigencias de la renegociación de la deuda. Son las mismas que planteó la propia titular del organismo de crédito internacional el viernes tras el anuncio del entendimiento: “Los riesgos -de que Argentina incumpla- son excepcionalmente altos”, declaró Cristalina Georgieva. Advirtió de que podrían darse “recalibraciones tempranas y exigió “consenso político” al gobierno.

La feroz interna en el poder, entre un sector del peronismo que sostiene al presidente Alberto Fernández y el torpedeo constante desde kirchnerismo, siembran serias dudas a futuro.

Benjamin Gedan, director del Argentina Project del Wilson Center, instituto de investigación política de EE.UU., opinó que “a medida que las negociaciones se prolongaban, no estaba claro si Argentina evitaría un incumplimiento que podría haber provocado una nueva crisis económica y arrastrado al país a una Siberia financiera”.

“A veces, parecía que el Gobierno estaba considerando seriamente la falta de pago. El FMI es ampliamente rechazado en Argentina y tal vez el Gobierno vio una lucha prolongada como políticamente ventajosa. Afortunadamente, las cabezas más frías prevalecieron”, consideró el especialista en un diálogo revelado por Clarín.

En el FMI están seguros que el pacto acordado es “realista, pragmático y creíble”, mientras que en Washington y Wall Street advierten que es demasiado “light” y lo tildan como un parche para salir del abismo pero que no apunta a solucionar los problemas profundos.

Para intentar revertir la imagen que observan desde el frente externo y generar consensos, en Casa Rosada preparan una cumbre con empresarios y sindicalistas para el martes próximo.

Gedan resalta el apoyo clave del gobierno de Biden y de otras potencias para la aprobación del acuerdo, aunque no ataque las dificultades estructurales. “Los miembros influyentes del directorio del FMI, incluido EE.UU., reconocieron con razón que las reformas ambiciosas son políticamente imposibles en este momento, y nadie quería empujar a la Argentina a un Armageddon financiero”, señala.

Según el experto, “el acuerdo hace poco más que prevenir una catástrofe económica. La ausencia de reformas tributarias, laborales o previsionales, y las dudas sobre el compromiso del Gobierno para lograr los recortes de gastos prometidos, amortiguaron el entusiasmo de los inversionistas y dejarán a la Argentina aún sin poder acceder a los mercados internacionales de capitales”.

El futuro económico de la Argentina es incierto. El FMI ya anticipó que habrá que “recalibrar” el programa acordado y volvió a reclamar consensos.

Los riesgos que marca el Fondo


– Riegos políticos: El staff del FMI advirtió por los “riesgos de implementación, en medio de un panorama social y político complejo y una hostilidad abierta de algunos sectores hacia el Fondo debido a su larga participación en Argentina”.

– Falta de confianza y estabilidad: El Fondo reconoce que el programa puede fallar en generar confianza y fortalecer la estabilidad.

– La guerra en Ucrania: Los riesgos geopolíticos-asociados con la guerra en Ucrania “han aumentado significativamente y podrían tener serias implicaciones para la economía argentina y el diseño del programa”.

– Pandemia, clima financiero y ambiental: Riesgos adicionales a la baja por esos tres factores.

Inflación y unidad: próximos pasos de Alberto Fernández


Una vez cerrado el capítulo de la deuda externa con el Fondo Monetario, y con la “guerra contra la inflación” como principal objetivo hacia adelante, el Gobierno aprovechará esta semana una actividad convocada con otro eje para bajar línea sobre los próximos pasos a seguir con vistas a consolidar un acuerdo voluntario que modere las expectativas y el movimiento al alza de los precios de la economía.

En el Centro Cultural Kirchner (CCK), el martes por la mañana se verán las caras dirigentes empresariales, sindicales y sociales de primer nombre, convocados allí con la intención de conocer la agenda del 2022 del Consejo Económico y Social (CES), a cargo del secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz.

A la cita organizada por Béliz se sumará el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, a quien el Presidente encomendó las negociaciones con el sector privado para retrotraer los precios y diseñar instrumentos para frenar el costo de la canasta alimentaria. De hecho, desde la Casa Rosada adujeron que el viaje a Estados Unidos del ministro que lleva el pulso de la economía real y la relación diaria con el empresariado demoró las inminentes tratativas.

Kulfas y Béliz compartirán escenario con el Presidente. Fernández tendrá allí oportunidad de hablar de frente a los dirigentes empresariales y explicar cómo es que pretende frenar el aumento de los precios.

De la actividad formarán parte los consejeros nombrados en el CES, cuyas actividades se desarrollan bajo cinco ejes, uno de ellos dedicado a pensar la “productividad con mayor cohesión social”.


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