Los candidatos a la gobernación de Río Negro debatieron en Bariloche
Participaron ocho de los nueve postulantes que aspiran a comandar la provincia. Los conflictos gremiales se colaron en los discursos y promesas.
Ocho de los nueve candidatos a la gobernación de Río Negro expusieron sus ideas esta noche en un debate televisado desde Bariloche, donde no hubo grandes cruces y los conflictos gremiales actuales, de salud, educación y policías, se colaron en los discursos y promesas.
Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro/Nos Une Río Negro y UCR), Aurelio Vázquez (Movimiento al Socialismo), Ariel Rivero (Primero Río Negro), Aníbal Zamaro (Somos Unidad Popular y Social), Gabriel Musa (Frente de Izquierda y de los Trabajadores), Gabriel Di Tullio (Podemos Proyectar Río Negro), Gustavo Casas (Unidad para la Victoria) y Silvia Horne (Vamos con Todos) respondieron los ejes preestablecidos por la producción de Canal 6, que realizó el único debate que se realizó en la provincia, luego de frustrarse el martes la propuesta de diversas instituciones de Roca. Solo Aníbal Tortoriello (Cambia Río Negro) rechazó la invitación y se ausentó.
Los candidatos, en los primeros 5 minutos, se presentaron y en líneas generales expusieron su intención para gobernar. Luego se explayó cada uno en las temáticas que prefirió, algunos profundizando las críticas al Gobierno actual y exponiendo los conflictos con los docentes, la policía y los trabajadores de la salud, y otros con ejes puntuales y compromisos de gobierno.
Qué dijeron los candidatos a gobernador
Weretilneck habló de un “momento de quiebre” de la provincia para modificar el sistema de educación, de salud y la política de acceso al suelo y a la vivienda. También esbozó una crítica moderada al Gobierno nacional por la inflación y puso el foco en hablarle a los barilochenses: “Venimos a ratificar el compromiso con la ciudad, para que nunca más la ciudad se sienta olvidada, aislada y marginada”.
El candidato oficialista no hizo mención a los conflictos gremiales actuales y tampoco al gobierno de Arabela Carreras.
Horne utilizó algunos minutos para responder lo que llamó una “operación de prensa” del diario Clarín que adjudicó directamente a Weretilneck y reprochó además que el exgobernador “se quedó” con los símbolos peronistas de Perón y Evita, en alusión al acuerdo con el senador Martín Doñate. Puntualizó críticas a una “provincia en llamas” y remarcó los conflictos gremiales actuales, prometiendo “resarcir” los salarios de los estatales, escuchar a la policía y poner las escuelas en condiciones en enero.
Casas planteó “poner un grifo” para que los recursos queden en la provincia. Habló de tener un “actitud profundamente revolucionaria de cambiar Río Negro” y entre las propuestas anunció la creación de una empresa rionegrina de alimentos y de detectar los potenciales de cada región para generar empleo.
Rivero exhibió como un modelo de éxito su gestión municipal en Campo Grande, dijo no resignarse “a vivir en una provincia rica con ciudadanos pobres”, al tiempo que prometió mejoras para docentes y policías y enfatizó en poner “orden” en la provincia.
Vázquez cuestionó el “circo político” del llamado anticipado de las elecciones y las críticas en pantalla de los candidatos que detrás de cámara se saludaron. Atribuyó la responsabilidad de la situación de crisis en diversos sectores de la provincia a JSRN, el partido de Weretilneck, a quien cuestionó porque “nos viene a decir que tienen la solución, sería interesante que lo hayan puesto en práctica en los últimos 12 años”. Entre las propuestas afirmó otorgar un 40% de zona austral a todos los trabajadores y un plan de viviendas serio.
Di Tullio reforzó críticas al Estado provincial como “devastado” y enumeró problemas en diversos sectores. “Si no hacemos un gran acuerdo productivo, no tenemos futuro”, afirmó y remarcó tener un proyecto que “puede poner en marcha” Río Negro.
Zamaro puso énfasis en su partido como una construcción de “gente de a pie”. Cuestionó la situación actual de la salud, la educación y la seguridad en la provincia, con los conflictos sectoriales activos, y planteó que en su eventual gobierno desterrará al magnate inglés Joe Lewis.
Musa puso el foco en “economía, trabajo y ambiente”. Cuestionó el oleoducto desde Vaca Muerta hasta el Golfo San Matías, la minería y la deuda del Plan Castello, al que definió como “un muy mal negocio”. Además propuso un plan de viviendas populares, un 40% de zona desfavorable para todos y la creación de un banco provincial.
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