Esto es en off: Las reuniones de Macri y Rodríguez Larreta en Villa La Angostura

Por Rodis Recalt

El viernes por la noche el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta fue a cenar a la casa del ex presidente Mauricio Macri en Cumelen. Ambos están alojados en el mismo country de Villa La Angostura para descansar unos días en el sur. Ya se habían encontrado en el club house del complejo para desayunar el día anterior antes de una actividad política que tuvieron ambos con dirigentes de diferentes provincias. 

Primero Macri, y después Larreta, recibieron a Leticia Esteves (Neuquén); Alex Campbell (Buenos Aires); Esteban Vitor (Entre Ríos); Martín Ardohain, Laura Trapaglia y Eduardo Pepa (La Pampa); Juan Martin (Río Negro); Carlos Pereyra (San Luis) y Gustavo Cairo (Mendoza).

Los legisladores llegaron 10 minutos tarde y Macri los estaba esperando parado en la entrada del club house. Cuando los vio, miró el celular y les dijo con una sonrisa: “Ya me robaron 10 minutos, espero que la reunión sea productiva”. Todos se rieron incómodos, pero para balancear, el ex presidente les tenía preparada una picada de ahumados que incluía quesos, trucha, ciervo y jabalí.

En la reunión no se hablaron temas determinantes sino que Macri prefirió preguntar por la situación de cada provincia y les recomendó que leyeran su libro Primer Tiempo, donde había autocrítica a su gestión. Entre otras cosas, Macri dijo que si volvían al Gobierno en 2023 no tenían que ser “blandos” y que había que “hacer cambios importantes al principio de la gestión y sacar leyes lo más rápido posible”. Entre esos cambios que mencionó se refirió a la reforma laboral.

Antes de despedirlos, les leyó una frase que le mandó el entrerriano Alfredo De Angeli por Whatsapp que se le adjudicaba al ex presidente norteamericano Abraham Lincoln: “No puedes ayudar a los pobres destruyendo a los ricos. No puedes fortalecer al débil debilitando al fuerte. No puedes crear prosperidad desalentando el ahorro. No puedes levantar al asalariado destruyendo a quien le contrata. No se puede promover la fraternidad del hombre incitando el odio de clases. No se puede formar el carácter y el valor mediante la eliminación de la iniciativa e independencia de las personas. No se puede ayudar a las personas de forma permanente haciendo por ellos lo que ellos pueden y deben hacer por sí mismos”. Los legisladores, reflexivos, coincidieron con las palabras que acababa de leer el ex Presidente. El único problema es que la frase no pertenecía a Lincoln, sino a un líder religioso estadounidense llamado William J. H. Boetcker.

El siguiente turno de reunión para los legisladores fue con Horacio Rodríguez Larreta que fue claro en la necesidad de hacer acuerdos y ampliar lo más posible la coalición. Puso como ejemplo al ex presidente Menem: “Hay que sumar a todos. Para privatizar YPF, Menem sentó en la mesa a Diego Ibañez”, en referencia al líder sindical petrolero que acompañó la venta de la compañía nacional. 

Hubo una situación que llamó la atención de los legisladores. Cuando Larreta llegó se terminó la tabla de quesos que había pagado Macri. No dejó nada. Lo leyeron como una metáfora.


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