Prieto salvó la ropa en el complemento

Lástima que por un problema contractual se haya perdido tantos partidos, porque el zurdo volante juvenil Livio Prieto tiene notables condiciones, las cuales las puso de manifiesto, y cómo, frente a Ríver, con sólo haber jugado algo más de media hora. Como se ve, su entrenador Osvaldo Piazza lo hizo entrar muy, pero muy tarde.

Rocha (6): protagonizó unas cuantas tapadas decisivas, pero esta vez no anduvo seguro en sus salidas.

Jorge Martínez (5): sus primeros 20 minutos, casi brillantes. Después entró en el desconcierto defensivo generalizado.

Diego Milito (3): acaso uno de sus peores partidos en primera. Suele ser un abonado a los destacados de siempre. Ayer le tocó perder, y muy feo. El árbitro Sánchez le perdonó la expulsión en una fuerte infracción a Ortega.

Ramírez (2): un desastre. Es cierto que le tocó bailar con la peor, que es detener a Saviola. Pero lo suyo fue un cúmulo de errores sin solución de continuidad. Además golpeó mucho y debió ser expulsado.

Vitali (4): puro vértigo, nada de pausa.No colaboró ni en ataque ni en defensa. Por momentos desconcertó a sus compañeros

Leonel Ríos (6): interesante proyecto es este chico de 17 años. Su primera media hora fue muy buena, luego decayó. El peso de partido lo sintió

Esteban Cambiasso (7): notable primer tiempo. Después, un caudillo que por ponerse el equipo al hombro no tuvo la lucidez como para concretar su cruzada.

Eluchans (2): nada por aquí, nada por allá. Para colmo, se durmió feo en el segundo gol de Ríver, en un saque lateral.

Forlán (5): un tanquecito. Pero demasiado chocador. Definió bien en su gol.

Vuoso (7): casi el mismo concepto que Forlán, sólo que más activo y peligroso.

Marioni (3): el que desentonó en ofensiva. No le salió ninguna.

Garnero (4): entró por Eluchans y no hizo mucho más que el juvenil carrilero.

Prieto (8): entró a los 14 minutos del complemento por Ríos y fue incontrolable para la defensa de Ríver. Casi define solito dos jugadas fenomenales. No puede dejar de ser titular indiscutible. Lo frenó un problema extrafutbolístico, como la demora en la firma del contrato. Qué pena para Independiente y para el fútbol.