Prisión preventiva para los imputados de un homicidio en Bariloche

Así lo dispuso el juez Ricardo Calcagno que admitió los cargos que la fiscalía formuló contra los acusados del crimen de Ricardo Herrera. Serán enviados al penal en los próximos días. Hay una testigo clave para la investigación en marcha.

La fiscalía presentó este martes abundante evidencia para sostener la acusación contra Mauricio Nicolás Báez como autor del homicidio de Ricardo Herrera. La fiscal jefa imputó además a David Almonacid por prestar una colaboración secundaria a Báez para cometer el crimen.

El juez de garantías Ricardo Calcagno admitió los cargos que Cendón formuló contra los dos imputados en la audiencia que se hizo este martes después del mediodía. El magistrado autorizó avanzar con la investigación del caso y les otorgó a la fiscalía y las defensas un plazo de 4 meses.

Calcagno les impuso además prisión preventiva a los acusados. Dictó 4 meses de preventiva para Báez porque que en libertad puede influir sobre la única testigo del crimen. Mientras que a Almonacid le impuso un mes de prisión preventiva. Los dos serán enviados en los próximos días al penal 3 de Bariloche tras cumplir con los protocolos para prevenir los contagios de covid-19 en la población de la unidad penitenciaria.

Cendón relató que la noche del domingo último, Herrera retornaba, con su pareja, a su domicilio, ubicado en la calle Los Notros al 800 del barrio Arrayanes. Antes de entrar a su lote, fueron interceptados por un vehículo Renault 12 Break. Baez conducía el auto, según la fiscalía. Estaba acompañado por Almonacid.

Baez descendió del vehículo y comenzó a insultar y agredir verbalmente a Herrera. Después, se acercó y agredió a la víctima mediante un golpe de puño en el rostro. La pareja de la víctima se interpuso entre los dos hombres para evitar que Báez continuara con la agresión. Pero el acusado agredió a la mujer con un golpe en el rostro, que la tiró al suelo. Baez se dirigió a su auto y sacó un elemento cortopunzante, avanzó en dirección a Herrera y lo apuñaló.

Según la fiscal, Almonacid se había bajado del auto y observaba la dramática escena, mientras se reía de lo que Baez hacia, sin prestar ayuda a las victimas. Tampoco trató de evitar que Baez apuñalara a Herrera. Tras apuñalar a la víctima, Almonacid le dijo a Baez que se retiraran del lugar. Para la fiscalía, Almonacid prestó colaboración suficiente para que Baez se diera a la fuga del lugar, para procurar la impunidad.

Herrera quedó herido y con una hemorragia grave. Una ambulancia lo trasladó hasta el hospital Ramón Carrillo, donde murió. Tenía 43 años.

Cendon le atribuyó a Báez ser el auto del delito de homicidio simple y a Almonacid el delito de partícipe secundario en el homicidio de Herrera. La fiscal acusó además a Baez por las lesiones sufridas por la mujer.

Las pruebas que presentó ante el juez para sostener la imputación fueron el acta de procedimiento policial, el certificado médico, el informe de la autopsia, entrevistas al personal policial, informe preliminar del gabinete de Criminalística y, sobre todo, la declaración de la pareja de la víctima, que identificó a los dos imputados en una rueda de reconocimiento.

El defensor oficial Nelson Vigueras asistió a Baez en la audiencia, mientras que el defensor oficial Marcos Cicciarelo asistió a Almonacid. Ninguno se opuso a la formulación de cargos.

Los imputados se abstuvieron de declarar. Aunque Vigueras informó que Baez niega ser el autor del homicidio. Cicciarelo dijo que Almonacid no tuvo ninguna participación en el crimen y expresó que quiere colaborar con la investigación.

Vigueras planteó que Baez se había presentado voluntariamente la madrugada del lunes en la comisaría 28 para explicar que se había peleado con la víctima, pero sin reconocer que lo había apuñalado. Allí quedó detenido a disposición de la justicia, porque la víctima a esa hora ya había muerto.

Cendón pidió autorización para extraer material genético de los acusados que permita hacer los estudios de ADN pendientes, porque hay un elemento cortopunzante secuestrado con manchas de sangre. Ninguno de los imputados se opuso.


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