Puertas y portones de la política neuquina


El gesto de Gaido, que buscaba dar una señal en contra de los privilegios, empezó a desteñirse cuando en estos días se le prestó más atención al proyecto de la costanera.


La política neuquina esta semana podría describirse, si nos permitimos un poco de humor, con la metáfora de una fábrica de aberturas. Puertas que se abren, otras que se cierran y un portón que volvió a tener candado y cuyas llaves regresaron al llavero de la posta de seguridad del exclusivo barrio privado Rincón Club de Campo. Justamente esa situación dejó en falsa escuadra al intendente capitalino Mariano Gaido que utilizó la apertura del paseo costero del río Neuquén como una bandera política de la igualdad en una ciudad profundamente desigual, sobre todo, en el acceso a la tierra.

Todavía se recuerda la foto del 31 de marzo cuando Gaido junto a algunos de sus colaboradores, entre ellos el secretario de Coordinación y Obras Públicas, Alejandro Nicola, abrieron el simbólico portón del barrio privado para el inicio de la obra. El gesto, que buscaba dar una señal en contra de los privilegios anquilosados en la sociedad neuquina, empezó a desteñirse cuando en estos días se le prestó más atención al proyecto y se ratificó que el famoso portón resistió los impulsos de la justicia social.

Desde el Municipio aclararon que nunca se ocultó que la costanera pasaría por el costado del barrio privado. Y es cierto. Pero no menos cierto es que la epopeya, que no pudo o quiso hacer el fallecido exintendente Horacio Quiroga, se erosionó. Esa foto del gabinete municipal abriendo el portón y pasando a pie libremente, con todo el significado que tiene un portón que aparta lo público de lo privado, puede tener efectos políticos sobre el intendente y sus protegidos.

Gaido no tiene una sola elección por delante. Son, por lo menos, dos. Su verborrágico candidato, Claudio Domínguez, parece no tener problemas para asumir la agenda pública aún dejando de lado sus ocupaciones en el Consejo de la Magistratura para visitar cuanta obra hay en la ciudad. Sin embargo, el jefe comunal sabe que tiene una consulta popular que hacer llegar a buen puerto. Si bien siempre repite que no tiene aspiraciones más allá del ejido municipal, lo cierto es que su gestión lo proyecta como un candidato para el 23 y eso incomoda a propios y ajenos. Pero, un traspié electoral podría moverle el piso.


La puerta que podría abrirse está en la Legislatura. El modificado proyecto de deuda tiene a un grupo de legisladores que cree que es hora de darle luz verde.


Otra puerta que cerró y que anticipa futuras complicaciones fue para el Frente de Todos: el multifacético Ariel Kogan fue corrido de la empresa mayorista de energía del país, Cammesa. Kogan es una suerte de alter ego del secretario de Energía, Darío Martínez, y de hecho no hay decisiones inconsultas entre ambos. El funcionario nacional tuvo que bajarle un tono a su perfil después de los reclamos al interior de su partido por haber arrancado sus funciones con un indisimulado interés electoral en la provincia.

Kogan fue puesto en el cargo por Martínez. Tras su salida, presionado por las diferencias con el kirchnerismo, se informó que dedicaría su tiempo como asesor presidencial para la nueva ley de hidrocarburos. Desde el sector petrolero desmintieron esta posibilidad y aseguraron que no tendrá intervención.

No es el primer revés para el secretario de Energía que proyecta una candidatura para las elecciones provinciales. Fue desautorizado con la actualización tarifaria que, finalmente, tuvo un ajuste mínimo como pretendía el ala que responde a la vicepresidente Cristina Fernández. También evitó la escena pública durante los 22 días de cortes a Vaca Muerta y, más aún, no se conoció su opinión cuando el ministro de Economía, Martín Guzmán, intentó correr sin éxito a un subalterno de Martínez, Federico Basualdo, quien se mantiene en su cargo.

Además Martínez deberá enfrentar la peor estación para el sector energético nacional. En su entorno recurren a un viejo dicho: “hay que pasar el invierno”.

La puerta que podría abrirse está en la Legislatura. El modificado proyecto de deuda tiene, además de las gestiones individuales de ATE, un grupo de legisladores que creen que es momento darle luz verde y garantizarle al Ejecutivo los fondos. Sin embargo, no pierden la oportunidad de abrir el trueque pero, según dicen desde el oficialismo, las exigencias no tienen equivalencias. Habrá que esperar al martes para saber si el fin de semana encontraron la llave.


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