¿Qué pasó en estos últimos 21 años con la moneda argentina?

Aquellos que creyeron en la moneda local, perdieron gran parte de sus ahorros. La destrucción del peso en todo este tiempo es solo parte de una película que muestra la decadencia de un país.

Redacción

Por Redacción

El ministro Cavallo convenció a mucha gente para que apueste por el peso.

Máximo es un joven que nació el 20 de agosto de 2000, cuando los argentinos soñábamos que teníamos una moneda fuerte, tan fuerte que era igual al dólar.

De una familia humilde, Máximo hoy festejó su cumpleaños número 21, solo en su casa, cumpliendo con lo solicitado por el Gobierno Nacional. Todo un ejemplo.

En la actualidad está terminando sus estudios secundarios en una escuela nocturna para mayores en la ciudad de Neuquén. Los problemas económicos en su familia presionaron para que, en plena adolescencia, tuviera que dejar el aula para salir a trabajar.

Cada vez que pone el zoom en su computadora para retomar las clases, coloca a su lado una pequeña caja de metal que le dio su abuelo con un billete de 100 pesos en su interior. Es una especie de cábala. “Esto lo guarde para vos cuando naciste. Cuando seas grande gástalo en lo que quieras”, le comento el anciano -con un leve acento italiano- hace ya un par de años, pocos días ante de su fallecimiento.

Máximo toma el billete de 100 pesos y sonríe cada vez que observa el viejo papel moneda que lo acompaño desde su nacimiento.

Con esfuerzo el abuelo que había ahorrado 100 dólares, los cambio ese 20 de agosto de aquel inicio de siglo por un billete de 100 pesos. En ese entonces teníamos una moneda que valía aseguraba el ministro Domingo Cavallo. Pero llegó la crisis de la Convertibilidad y cuando máximo cumplía los 3 años con esos 100 pesos podía comprar solo 28 dólares. El golpe que sufrió la moneda nacional fue terrible.

Y llegó Néstor después de la tremenda crisis del 2001 logrando en el tiempo cierta estabilidad económica. Durante su mandato (2003-2007) el peso se mantuvo sin grandes cambios.

Ingresando en la escuela primaria escucho por primera vez las cadenas nacionales de Cristina Fernández. Sus pesos seguían bien resguardados. Pero apareció la maldita inflación a parir de 2008 y las presiones sobre la moneda local hacían insostenible mantener estable al peso. Terminó la gestión de la señora Cristina y Máximo, ya con sus 15 años a los hombros, le consulto a su padre mientras le mostraba el billete de 100 pesos que le había obsequiado su abuelo: ¿qué va a pasar? En ese entonces, ya solo se podía comprar 6 dólares con esos pesos.

Ese año Máximo vio por primera vez a Mauricio Macri. El nuevo presidente que prometía -entre otras tantas cosas- derrotar la inflación en solo un año y volver a tener una moneda fuerte. El joven volvió a ver el ya viejo billete, lo colocó en la caja de metal y sentenció: “A esperar que en poco tiempo esto tendrá un mayor valor”. Terminó su mandato Macri y esos 100 pesos eran equivalentes a 1 dólar con 70 centavos.

En la presidencia de Macri el valor del peso se depreció en forma importante.

La llegada de otro Fernández al poder poco hizo para terminar de pulverizar el regalo del anciano que con tanto amor y expectativa le había guardado a su nieto como recuerdo de su nacimiento. Hoy con sus 21 años cumplidos y sus 50 centavos de dólar en su caja de metal, el joven no termina de entender que es lo que verdaderamente paso con sus ahorros.


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