¿Qué “yuyos” hay en el té?

Las plantas fueron los primeros remedios del hombre. Hoy “volver a la naturaleza” requiere elegir aquellos remedios naturales cuya composición esté identificada con seguridad: la confusión de la especie y/o su contaminación podrían ser fatales.

Muchas plantas nativas y exóticas de la Patagonia son utilizadas como plantas medicinales por la población urbana en general y mayormente por pobladores rurales y originarios de la región.

Últimamente, ha aumentado considerablemente el interés por la “medicina tradicional” y, en particular, por los medicamentos que se originan a partir de las plantas (medicamentos herbarios). Esto trae aparejado la comercialización de productos medicinales que en muchos casos no cumplen con requisitos requeridos para consumo humano.

La inocuidad y la calidad de las materias primas de vegetales medicinales y de sus productos pueden verse comprometidas por la contaminación inadvertida por agentes microbianos o químicos en cualquiera de las etapas de producción. También, las plantas medicinales recolectadas de poblaciones silvestres pueden estar contaminadas con otras especies o partes de plantas debido a la incorrecta identificación, a la contaminación accidental o a la adulteración intencionada.

Al abrir un paquete de té de hierbas medicinales, nos encontramos en general con una mezcla de tallos, hojas, flores y frutos cortados. A simple vista, resulta imposible identificar si pertenecen a la planta cuyo nombre figura en el envase.

Para poder identificarlas, técnicos del INTA Bariloche utilizaron la técnica microhistológica que permite estudiar, al microscopio, tejidos epidérmicos de órganos de las plantas molidos (hojas, tallos, flores y frutos). Así, las plantas se identifican por las características de su epidermis en base al ordenamiento, la forma y la distribución de células y estomas, la presencia y tipo de pelos, aguijones, glándulas, drusas, papilas y cristales. El Laboratorio de Microhistología de INTA Bariloche, cuenta con una Colección de Referencia de patrones de plantas nativas y exóticas de la Patagonia, que fue utilizada para realizar este estudio comparativo de tejidos. Como ejemplo, se describen los resultados de dos casos:

Tomillo

A partir del estudio de los preparados histológicos del contenido del paquete de té que se comercializa como “tomillo”, que contenía hojas, se identificó a la especie Thymus vulgaris (Lamiaceae), conocido comúnmente como “tomillo europeo”. En cambio, la planta que reconocen y utilizan los pobladores rurales como “tomillo” es la nativa Acantholippia seriphioides (Verbenaceae). Por lo tanto, haciendo la comparación de los tejidos de ambas plantas, se verificó que se trata de plantas diferentes. Existe una tercera planta de uso medicinal cuyo nombre científico es Satureja darwinii (Lamiaceae) a la cual también llaman “tomillo”, con tejidos epidérmicos distintos a las ya mencionadas. Estas tres especies de tomillo tienen propiedades medicinales diferentes: Acantolippia seriphioides es utilizada para tratar el resfrío, la fiebre y como digestivo, Satureja darwinii como digestivo, para el dolor de estómago y úlceras y Thymus vulgaris, como digestivo, para la gastritis crónica, estimulante digestivo y antiinflamatorio.

Llantén

Para el caso del Llantén, el paquete que se comercializa contiene tallos, hojas, flores y frutos y en su marbete, se aclara la especie: Plantago major. Se comprobó que las microfotografías a 100x de tejidos del patrón de Plantago major (Plantaginaceae) en la colección de referencia del laboratorio coincide con los preparados histológicos confeccionados con la muestra de la farmacia. Es decir, se trata de la misma especie. Por otra parte, en la muestra de la farmacia, además del llantén, con el análisis microhistológico se pudo determinar fragmentos de otras plantas: más de un pasto, Diente de León, Millenrama y Cerastio, entre otras.

En varias de las muestras provenientes de las plantas medicinales comercializadas, hemos encontrado especies de plantas no declaradas en el marbete del envase, lo que se considera una contaminación. Esto puede deberse posiblemente a que no se han implementado métodos de cosecha y poscosecha que garanticen la pureza de los productos comerciales, que eventualmente, podrían resultar perjudiciales para la salud.

Es necesario resaltar la importancia de la correcta identificación botánica de las plantas de interés por parte de los recolectores, ya que el uso indistinto de especies de plantas diferentes con “nombres comunes” iguales como el caso del “Tomillo”, puede ser perjudicial para la salud. Asimismo, los nombres científicos de las plantas medicinales deberían acompañar al nombre común de las mismas en el marbete de los envases.

“La microhistológía ha demostrado ser adecuada para seguir la trazabilidad de los preparados de los tés de hierbas comerciales”.
Ing. Agr. Laura Borrelli, Lab. de Microhistología INTA EEA Bariloche

Dato

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5418/2015
La disposición de Anmat que regula lo relacionado a drogas y preparados vegetales y medicamentos herbarios.

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