Rechazada y querida

A los 36 años, la estrella ganadora de un Oscar en el 2000 por “Inocencia interrumpida” es, detrás de la fachada de glamour de su pareja, una mujer comprometida que recorre los países en conflicto desde hace diez años, sobre todo como embajadora de buena voluntad del Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU. Al escoger para su primera puesta en escena un cuento de guerra, un amor complicado en Bosnia entre una musulmana y un combatiente serbio, Angelina Jolie recordó que en los años 90 en Europa hubo un conflicto atroz, con violaciones sistemáticas a las mujeres bosnias, y que el mundo entero hacía como si no se enterara de nada. Al avanzar en el proyecto ella sabía que su elección no iba a complacer a todos y eso se vio en su estreno, esta semana en Sarajevo. Algunos serbios criticaron la película por satanizarlos. El distribuidor en la parte serbia del país dijo que no proyectará la película porque retrata a los serbios como los villanos. “Simplemente no hay interés para ver esta película aquí, así que no podríamos vender entradas’’, dijo Vladimir Ljevar a The Associated Press. “El hecho de que los serbios sean los malos de la película no es la razón por la que no hay interés, es porque es malísima. La vi y tiene malas reseñas, no se pueden obtener ganancias con ella’’. Ana Vidovic, una mujer serbobosnia de Prijedor, en la parte serbia del país, organizó una proyección privada de la película en su casa con la aprobación de Jolie. Vidovic dijo a los medios locales que le molestaba que dijeran que los serbios no tienen interés de ver la película. “Yo soy parte de la población hasta donde sé y nadie me lo preguntó’’, dijo. La película, que ya fue estrenada en Estados Unidos, cuenta lo que ocurre cuando el protagonista se enrola en el ejército y su amante ingresa a una prisión militar donde ocurren violaciones. Miles de mujeres fueron violadas durante la guerra en Bosnia Herzegovina, en la que también ocurrió la masacre de Srebrenica en julio de 1995 y la saga de los 44 meses en Sarajevo. La mayoría de las víctimas de violaciones eran mujeres musulmanas bosnias, a las que se violaba de forma masiva como arma de terror. (Agencias)