Neuquén sumó conciencia en la prevención del ACV

El Accidente Cerebro Vascular (ACV) se puede revertir si se trata dentro de las primeras cuatro horas desde que inicia el episodio, y en busca de esta concientización, más de 800 personas se incorporaron ayer a la caminata por el Día Mundial del ACV.

En seis ciudades de Argentina, entre ellas Neuquén, se realizó ayer en simultáneo la travesía aeróbica en procura de visibilizar los factores de riesgo y síntomas, en esta oportunidad bajo el lema “hay vida después del ACV”.

Después de varios días nublados sobre la Confluencia, la mañana desplegó todo el sol posible sobre el río Limay y se disfrutó la caminata por la Isla 132.

“Se repartieron 600 remeras, pero vino mucha más gente a acompañar en la caminata. El día se portó maravilloso y la jornada resultó espectacular ”, dijo Miriam Vicente de Word Stroke Organization (WSO).

No hay registros desde la década del ‘80 respecto a las personas que padecen un ACV en la zona. Sin embargo se estima que en Neuquén se podrían producir unos 1.800 ACV al año, que se traduce a unos 5 accidentes de ACV por día, precisó Vicente.

Destacó que el ACV “es la segunda causa de muerte después de los infartos de miocardio”, enfermedades coronarias y cáncer, (con unos 300 decesos anuales) aunque la primera en causal de discapacidad, con unas 900 personas con discapacidad al año.

El primer factor de riesgo del trastorno cerebrovascular es la hipertensión arterial. La diabetes, el colesterol, el tabaquismo, sedentarismo y obesidad son factores de riesgo que también pueden derivar en un ACV. Es por esto que la concientización se realiza en todo el mundo con actividades aeróbicas.

“La prevención está orientada a esos factores de riesgo: controlar la presión, la diabetes, el colesterol, realizar actividad física y llevar una dieta saludable para controlar esta patología”, remarcó Vicente.

Cómo reconocer un ataque y qué hacer

Un Accidente Cerebro Vascular se produce en forma súbita, de un momento al otro.

El ACV se puede tratar siempre que la persona afectada llegue a un centro de atención antes de transcurridas las cuatro horas de haber iniciado el episodio o la patología.

Los síntomas característicos son: el adormecimiento de una parte del cuerpo; hablar como borracho o sin poder decir las palabras en forma correcta; no poder comprender lo que la otra persona le dice; presentar trastornos para ver y tener dolor de cabeza intenso.

Ante cualquiera de estos síntomas es fundamental acudir a una guardia médica para poder tener una atención temprana.