Reina del Circo: del oeste neuquino al Palais de Glace
La artista trans fue seleccionada para participar con su instalación performática "Circo Amor Revolución" del prestigioso Salón Nacional de las Artes Visuales 2021. Historia de una reivindicación territorial y de identidad.
Del interior neuquino a la cosmopolita ciudad de Buenos Aires. Del oeste al centro de su ciudad y de allí al Palais de Glace. El derrotero de Reina del Circo, artista mapuche transgénero nacida y criada en el Barrio Gran Neuquén Sur es un camino de búsqueda y reivindicación de identidad y territorialidad desde el arte.
Performática y multidisciplinar o, como dirá de sí misma, una artista 360°, Reina del Circo fue seleccionada para participar con su obra “Circo amor revolución” del Concurso Nacional del Salón Nacional de las Artes Visuales 20221, organizado por el Palais de Glace, una de las instituciones de arte más prestigiosas y tradicionales de la Argentina. “Circo amor revolución” es una instalación performática con la que Reina del Circo participó, en 2019, de la Cuarta Bienal de Arte Contemporáneo en el Museo Nacional de Bellas Arte Neuquén. Actualizada para la ocasión, la instalación ya partió al Centro Cultural Kirchner, donde, desde mañana, será montada para las presentaciones de Reina del Circo ante los jurados, el viernes y martes 31, próximos.
Se trata de una oportunidad histórica para Reina del Circo, ya que por primera vez en 110 años de historia del Salón Nacional de Artes Visuales participarán artistas transgénero. Serán cuatro y entre ellas, Reina.
El hecho que el Palais de Glace este dirigido por Feda Baeza, una mujer trans, marca un cambio de época decisivo para la apertura de esta institución a la diversidad.
Otro aspecto de gran relevancia para la artista neuquina es que una de las dos competencias en las que participará, la del viernes, es por el premio de adquisición. O lo que es lo mismo, la posibilidad de que “Circo amor revolución” sea parte del patrimonio del Palais de Glace, que actualmente consta de más de mil cien obras.
La historia de Reina del Circo es, en parte, la historia de una artista que comenzó en una escuela de baile de (su) barrio, frente al Hospital Heller, alternó militancia política, arte y estudios secundarios en la EPET Nº 14, donde egresó como Técnico Químico. Por entonces, y hasta no hace mucho tiempo, era Rubén Ungar Huichacura, un chico de sangre rusa por parte de padre y mapuche por parte de su madre. Criado entre las mujeres de su familia materna, Rubén siempre sintió que esa era su zona de confort.
Como parte de una familia de tradición política -de hecho, su hermano Fabián Ungar es precandidato a diputado nacional por el Frente de Todos-, Rubén participó del centro de estudiantes, del cual fue presidente durante tres años y militó en La Jauretche hasta que esta agrupación decidió, en su momento, apoyar abiertamente a Néstor Kirchner. “En casa había mucho peronismo, algo de comunismo y también libres pensadores”, recuerda Reina, en un diálogo con RÍO NEGRO.
No fue extraño entonces que, a los 19 años, decidiera estudiar Ciencias Políticas. En 2008, viajó a Rosario para cursar (y terminar) la Tecnicatura de Ciencias Políticas con orientación en análisis político, en la Universidad Nacional de Rosario. En esa ciudad también estudió en la Escuela de Artes Urbanas de Rosario, de donde egresó con el título de Intérprete de artes del Circo Contemporáneo. Fue allí, en la escuela de arte rosarina, donde comenzó a surgir Reina.
Hasta entonces, Rubén había protagonizado shows performáticos como drag queen bajo el nombre Miss Ru. Era su momento como mujer. En Rosario, eso iba a cambiar. “Como trabajo final de la escuela de arte tenías que componer un espectáculo de circo contemporáneo. Ahí apareció Reina”, afirma. Se sucedieron las presentaciones y la idea de ser la reina del circo fue tomando cada vez más forma. Hasta que se dio cuenta que ella debía ser, porque lo era, la reina del circo. “Manejo el hula hula, manipulación de burbujas gigantes, contorsiones, danzas aéreas, animadora, clowns… Bueno loca, sos una reina (risas)”, recuerda que se dijo.
“Soy presentadora de circo, en Rosario hay mucha varieté, muchos números de circo, pero no tanto presentadores, el presentador tiene que llevar adelante todo el espectáculo, el público y la improvisación”, cuenta Reina. Fue presentadora de varietés donde había varios números, sin ensayos ni textos ni nada. Iba de varieté en varieté puliendo el rol de presentadora.
Pero Reina no solo presentaba, también tenía sus números circenses: “El hula hula es mi juguete de cabecera, el que enseño y entreno como parte del malabarismo; la manipulación de burbujas consta de técnicas de manipulación de burbujas con trucos de manos con burbujas gigantes; toco el acordeón valses de música francesa. Tengo un acto de interacción con el público. Y dependiendo del lugar hago acrobacia aérea, si no acrobacia de piso”.
En 2017, cuando terminó sus estudios de arte y de ciencias políticas, Reina armó su valija y, tal como el espíritu circense lo indica, viajó de lugar en lugar. “Con mi unipersonal de Reina pasé por Córdoba, Entre Ríos, Provincia de Buenos Aires… Iba con mis juguetes y mi valija”, recuerda.
Mi obra es política porque yo soy una artista política y mis obras hablan de la realidad. Lo hacen desde el juego, desde el circo, desde la transformación, pero, así es como yo elijo evidenciar lo que sucede”.
En ese ínterin, pasó por Neuquén, pero no se quedó: siguió viaje por San Juan, San Luis, cruzó a Chile, volvió por Mendoza y de vuelta a Neuquén, en abril de 2018. No tenía pensado instalarse, pero la convencieron de inscribirse en la diplomatura de escritura de proyectos de arte que iba a dictar Kekena Corvalán en el MNBA Neuquén.
Esa diplomatura y un viejo proyecto multidisciplinario de los días rosarinos de Reina fueron la génesis “Circo Amor Revolución”. Reina tomó aquella idea de la plataforma performática Laboratorio Piraña y la desarrolló para la diplomatura. Cuando le propusieron animar la primera Noche de los Muesos en el MNBA, Reina puso en escena su circo, un espacio lúdico de ocho metros cuadrados y cuatro metros de alto donde la gente podía vestirse, transformarse, desfilar y fotografiarse. O lo que es lo mismo: divertirse en el medio de un museo. “Lo performático genera esa idea de happening, donde todos participan a su manera y la pasan bien”, remarca la artista.
En 2019, Reina participó de la Cuarta Bienal de Arte Contemporáneo de Neuquén, ya con “Circo Amor Revolución”, la carpa del circo con todo el vestuario de sus espectáculos, máscaras, bijouterie, pelucas. “La idea es que te animes a transformarte, que te pongas un vestido, una peluca y te animes a desfilar por una pasarela y sacarte una selfie”, describe.
¿Qué es entonces “Circo Amor Revolución? Una respuesta posible es que se trata de una instalación interactiva y lúdica, una carpa de circo, el camarín de la reina del circo que invita a la gente a poder jugar, participar de la obra usando los objetos que se encuentran en la instalación.
Está pensada para que incomode, para que parezca una casilla del oeste que la instalaron en un lugar que no va. Pero yo creo que, para avanzar en el pensamiento, en las ideas, hay que generar incomodidad, generar debates».
O en palabras de Reina: “La gente recorre las obras y cuando llega a mi instalación está bueno lo que sucede porque no sabe si entrar o no entrar, si va a pasar o es solo lo que se ve, si hay show, se genera toda una expectativa ahí. Y yo genero, fuera de la carpa, un semicírculo con dos maniquís que marcan los límites del espacio escénico. La gente se acomoda alrededor de ese semicírculo. En un momento, subo la música y aparezco con mi primera rutina de aros. Empiezo con un aro y le voy agregando hasta seis aros. Me presento y los invito a pasar. Una vez que la gente entiende de qué se trata y comienza a jugar yo desaparezco”.
Pero “Circo Amor Revolución” es más que un espacio lúdico. Es una obra política que incomoda porque, cómo dirá reina de sí misma: “Soy una artista que incomoda”. Hecha de caños revestidos de nilon negro, la carpa del circo de Reina no es otra cosa que las casillas que tantas veces vio instalar en su barrio. Cómo representar la zona oeste en el centro de la ciudad, se pregunta Reina. “Si hay algo representativo del oeste es la gente que comenzó tomando un terreno, armó una casilla con un par de pallets revistiéndolo con el nailon negro. Así es como la gente empieza teniendo su casa. Y yo hice lo mismo acá: soy del oeste, armé una estructura y la envolví en plástico. Llevo mi identidad territorial”.
Yo, en algún punto, reivindico la figura del travesti, que no siente vergüenza de haber sido un hombre durante muchos años».
Su instalación, lo sabe, no es estéticamente bella y ese es justamente el punto. “Está pensada para que incomode, para que parezca una casilla del oeste que la instalaron en un lugar que no va. He recibido comentarios del tipo qué hace esto acá, esto no es arte, pero yo creo que, para avanzar en el pensamiento, en las ideas, hay que generar incomodidad, generar debates. Mi obra es política porque yo soy una artista política y mis obras hablan de la realidad. Lo hacen desde el juego, desde el circo, desde la transformación, pero, así como yo elijo evidenciar lo que sucede”.
El derrotero artístico de Rubén también lo conectó con su feminidad: “Durante mucho tiempo fui mujer solo al momento de actuar, cuando me maquillaba y me vestía. Después sentí que era una necesidad de todos los días, sobre todo a través de la ropa. Toda mi vida la pasé entre mujeres, siempre me fueron formando de alguna manera como mujer, mi madre mis abuelas. Y yo no me había cuestionado todo eso. Luego me fui a Rosario y en un momento me empezó a pasar de querer usar un topcito todos los días y no sólo cuando tenía que actuar o un pantalón más corto o tal o cual prenda. Siempre a través de la ropa”.
A medida que fue haciendo la (re)construcción de su cuerpo a través de la ropa, se fue encontrando con otras cosas, sobre todo cuando regresó a Neuquén, en 2018. “Como que allí se abrieron las puertas de mi interior y empecé a encontrarme con mi mismo y con quién soy en verdad. Volví a revisar mi infancia, vi dibujos míos de jardín de infantes donde yo misma me dibujaba como mujer con polleras. Le pregunté a mi madre qué pasaba con eso, si no tenía charlas con las maestras sobre por qué Rubén se está dibujando a sí mismo con peluca y polleras y tiene cinco años. Como que nunca lo identificaron, lo hacía así y ya. Eran tiempos donde las infancias trans ni siquiera se imaginaban”.
Para Reina, hay muchas formas de ser trans: “No se trata de ser mujer y convertir tu cuerpo en el de una mujer. Yo, en algún punto, reivindico la figura del travesti, que no siente vergüenza de haber sido un hombre durante muchos años. Todo el tiempo te van a recordar que vos fuiste un hombre. Siempre está esa necesidad de los hombres de recordarte que sos un hombre y no una mujer. Con eso convivimos todos los días. Yo vivo tranquila y me siento cómoda. Más allá de todo eso, mientras me traten con respeto está bien”.
Paso a paso, qué suceredá en el Palais de Glace
“CIRCO AMOR REVOLUCION”, la instalación performática de Reina del Circo, fue seleccionada para participar del Concurso Nacional del Salón Nacional de las Artes Visuales 2021, del Palais de Glace.
El Salón Nacional de Artes Visuales es un certamen que se realiza desde 1911. La edición 2020/21 se compone del Premio Salón Nacional de Artes Visuales y el Premio Nacional a la Trayectoria Artística.
Reina del Circo fue seleccionada dentro de la categoría Instalaciones y medios alternativos, siendo la única artista neuquina compitiendo en esta categoría. La obra se exhibirá en el Centro Cultural Kirchner.
La Competencia es por dos tipos de premios: de adquisición de la obra y por categoría.
El cronograma de las presentaciones de Reina del Circo es el siguiente:
23 al 26 de agosto, montaje de su obra en CCK
27 de agosto: presentación de performance y obra para el Jurado. Competencia por premios de adquisición.
31 de agosto: presentación de Performance y obra para Jurado. Competencia por premios de Categorías.
1° de septiembre: presentación de Performance y obra para el Público.
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